Los Misterios de Babilonia - La Saga del Cruzado 4
Re: Los Misterios de Babilonia - La Saga del Cruzado 4
para aprovecharte después de tu posición de observador
para aprovechar más tarde tu posición de observador
El deshielo se hace esperar
el descongelamiento se hace esperar
Hay una inmensa avenida recorrida en todos los sentidos por un gentío cosmopolita
Hay una inmensa avenida recorrida, en todos los sentidos, por un gentío cosmopolita
la avenida con las indumentarias más diversas
la avenida con indumentarias de lo más diversas
porque tampoco se extrañará nadie de tu extraño aliño indumentario
porque tampoco se fijará nadie de tu extraña indumentaria
desaparecer rápidamente en las callejuelas (ve al 210) creo que mejor que una marabunta que nos apaleen
para aprovechar más tarde tu posición de observador
El deshielo se hace esperar
el descongelamiento se hace esperar
Hay una inmensa avenida recorrida en todos los sentidos por un gentío cosmopolita
Hay una inmensa avenida recorrida, en todos los sentidos, por un gentío cosmopolita
la avenida con las indumentarias más diversas
la avenida con indumentarias de lo más diversas
porque tampoco se extrañará nadie de tu extraño aliño indumentario
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desaparecer rápidamente en las callejuelas (ve al 210) creo que mejor que una marabunta que nos apaleen
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- Gran Centinela Kai
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Re: Los Misterios de Babilonia - La Saga del Cruzado 4
En la plaza del mercado, mejor mezclarse en la multitud, ahora que caigo siendo rubio y alto vas a llamar la atención entre los babilonios
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- Guardián
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Re: Los Misterios de Babilonia - La Saga del Cruzado 4
Imagino que las dos opciones pueden ser buenas, tanto coger algún trapo para taparnos y perdernos en la plaza, como callejear
Vamos a tirar por las callejas

Vamos a tirar por las callejas

- profesorinternet
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Re: Los Misterios de Babilonia - La Saga del Cruzado 4
Para igualar las cosas vamos a perdernos por la plaza del mercado
- Dark-kia
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Re: Los Misterios de Babilonia - La Saga del Cruzado 4
Pasa o continúa, cualquier cosa menos 'cita'Cita en el 183.

Yo elijo perdernos por las callejuelas

Re: Los Misterios de Babilonia - La Saga del Cruzado 4
Le molaba mucho esa frase al traductor, está el libro plagado

Bien, continuamos por las callejuelas.
210.
Tras de ti suenan fuertes gritos, así que huyes con rapidez por las callejuelas. Están prácticamente desiertas y avanzas al azar, corriendo en zigzag de una a otra, con el objeto de despistar a tus perseguidores. Apenas habrás recorrido unos centenares de metros, cuando se abre una puerta a tu derecha. En ese momento los ladridos de los perros, echados en tu persecución seguramente, estallan furiosos. Por la puerta abierta llama una voz: "Entra rápido, amigo, aquí encontrarás refugio." No has podido ver a la persona que se dirige a ti, pero tienes que actuar deprisa. ¿Que vas a hacer? Si entras, pasa al 276. Si prefieres seguir huyendo, pasa al 446.
Re: Los Misterios de Babilonia - La Saga del Cruzado 4
Si me llama amigo, yo confio
entras, pasa al 276
entras, pasa al 276
- profesorinternet
- Caballero del Sol
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Re: Los Misterios de Babilonia - La Saga del Cruzado 4
Yo también entraría
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- Guardián
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Re: Los Misterios de Babilonia - La Saga del Cruzado 4
pues parece que vamos padentro 

Re: Los Misterios de Babilonia - La Saga del Cruzado 4
Pues pa' dentro que vamos
276.
Arriesgas mucho si te quedas en estas callejas donde podrías perderte definitivamente. Decides, pues, escapar de la jauría, que con toda seguridad te persigue a ti, y aceptar el ofrecimiento del desconocido. Cruzas deprisa el umbral de esta casa y la puerta se cierra tras de ti. Estás recobrando aún el aliento, cuando descubres a quien te ha sacado del apuro. Es un hombre bien portado, aunque no lleva los atavíos de los nobles, sino una sencilla túnica blanca ceñida con un cordelillo de precio.
"Perdona mi atrevimiento, amigo, pero me ha parecido que estabas en peligro, y he pensado que aceptarías el asilo de mi humilde morada. Me llamo Bykh y soy escriba. ¿Quieres seguirme?" Dicho esto, tu huésped te conduce hasta un pequeño despacho. Tablillas y punzones diseminados aquí y allí confirman el oficio del hombre. Te sientas en un asiento hondo de madera tallada que él te indica; tu curiosidad está al rojo vivo, ¿qué motivo puede tener este hombre para ayudarte? El escriba retoma la palabra: "Te he visto en la plaza del mercado hace un momento. Me jacto de tener algunas dotes de observación, y tú me has parecido una persona interesante. Estoy buscando un guerrero valiente y vigoroso que sea capaz de llevar a cabo una misión para mí." Bvkh ve tu mirada de perplejidad y se apresura a tranquilizarte: "No se trata de nada peligroso. Lo que pasa es que mi cuerpo es débil y mi salud frágil, y no puedo ponerme en persona a la tarea. Pero ya te contaré más en la cena." Encantado con la idea de comer, y con la curiosidad picada, sigues al escriba hasta un gran comedor. Pasa al 21.
21.
A lo largo de la comida, en la que se suceden manjares tan delicados que tu paladar queda maravillado, te das cuenta de que Bykh trata de calibrar qué clase de hombre eres. La conversación discurre en torno a las tierras lejanas que has visitado. También el escriba te cuenta algunos de sus viajes, como el que le llevó a Bagdad, hace unos años, por ejemplo. Cuando piensa que estás tranquilo y repuesto, te dice en tono confidencial: "Lo que veo en ti alienta en mi espíritu la idea que se me ha ocurrido hace un rato. Oyéndote y viéndote, comprendo que no has llegado aquí por casualidad. Eres el hombre que estoy buscando para llevar a cabo una misión de confianza. Comprenderás enseguida que no se trata de una tarea muy ardua. Pero basta comparar nuestros respectivos envoltorios carnales para ver que yo no estoy hecho para las aventuras, ni siquiera para la más anodina." Cautivado por la melodiosa voz del escriba, le animas a seguir.
"Mi pasión es la escritura y la caligrafía. Un sabio que se llama Mahal ha perfeccionado un método de escritura radicalmente distinto al que utilizamos en nuestras tablillas de arcilla. Pero este hombre es un solitario, y vive encerrado en su casa, al sur de la ciudad, en el corazón del barrio de Shamash. Nadie sabe dónde se encuentra exactamente. Mis ocupaciones oficiales me impiden dedicar el tiempo necesario para buscarlo, pero tú podrías ayudarme. Si quisieras ir a verlo, presiento que te confiaría ese método, precioso para mí. Tu fuerza y tu habilidad te predisponen para esta misión, amigo mío. Dime ahora, ¿qué piensas de todo esto que te he dicho?"
Durante el largo discurso de Bykh, le has estado observando; adivinas que tiene algún cargo importante en la jerarquía babilonia y que su ayuda puede serte de gran utilidad para tu búsqueda. Sin embargo, vacilas antes de aceptar una misión que te distraerá de tu objetivo. Decides confiarte: "Amigo escriba, me has ayudado y has sido para mí un huésped de cortesía poco habitual. Tengo que confiarte, no obstante, mis vacilaciones, la honestidad me lo exige. Estoy buscando algo importante, y, para conseguirlo, es imprescindible que dé con un hombre llamado Souhsan que vive aquí. No me atrevo a dedicarme a otra tarea mientras no haya encontrado a Souhsan." Observas que al oír tus palabras el rostro de Bykh se ha ido entristeciendo. "Pobre amigo mío —dice con una mirada consternada—, ¿no sabes, entonces, que una enfermedad ha acabado con la vida de Souhsan hace ya unas semanas?" Estas palabras te aturden; el tono de Bykh es sincero; seguro que es cierto lo que dice. Las expectativas de tu búsqueda se te escurren entre los dedos como si fueran de arena. Estás anonadado.
Tu evidente desasosiego aflige al escriba: "Quizá un poco de acción te sirva para ordenar las ideas, amigo mío. Y ¿quién sabe? Hay muchos sabios en Babilonia que pueden resolver muchos problemas. Bien pudiera ser que alguno te sirviera de ayuda." Te esfuerzas en sobreponerte, comprendiendo que estás rayando los limites de la ingratitud. Este hombre te ha acogido y socorrido, y tu espíritu caballeresco te obliga a devolverle el favor. Además tiene razón: la acción te vendrá bien y seguramente encuentres en el camino algún otro medio de obtener información sobre Shangri-La, y, ¿por qué no del propio Mahal? Así que, con tono firme dices: "Tienes razón, Bykh, amigo mío. ¡Nada como el estremecimiento de la aventura para animarse uno! Acepto la misión que me confías, prestarte este servicio será un placer." El escriba está encantado, y concluís la cena con unas copas de vino de Micenas, antes de ir a pasar una buena noche durmiendo.
Por la mañana, ya fresco y bien dispuesto, Bykh te ofrece una bebida aromática, en la que flotan algunas hojas. "Bebe esto, valiente guerrero." Aceptas, y tanto tus Puntos de Vida como tus Puntos de Fuerza suben a su máximo gracias a esta infusión. Sin más dilación, te encaminas, con paso alegre, al sur de Babilonia. Pasa al 182.
182.
Estás llegando al barrio de Shamash, al sur de la ciudad. Las proximidades no son muy prometedoras y observas que la mayoría de los nobles y de los comerciantes lo evita. Todo cuanto ves, las callejas sombrías y la gente que pasa, te recuerda esa parte específica de todas las ciudades que conoces: un barrio de ladrones. Tomas precauciones: te metes en el bolsillo unas monedas de oro (decide tú mismo cuántas) y escondes cuidadosamente tu bolsa, luego sigues tu camino. Aun a pesar de la constante amenaza que parece cernirse sobre el viajero que en él se aventure, el barrio no deja de tener su brillo peculiar, y recorrer sus calles te produce un cierto placer. Al poco de haberte adentrado en él, observas que pueden distinguirse tres partes: a tu izquierda se extiende un zoco con todos sus tenderetes; a tu derecha se alza un conjunto de caserones que tienen toda la pinta de ir a derrumbarse al primer estornudo; por último la calle en que te encuentras sigue adelante ciñendo su trazado a casas que cien años antes debieron de tener un aspecto lujoso. ¿Tuerces a la derecha (ve al 170)? ¿Visitas el zoco (ve entonces al 479)? ¿O prefieres seguir la calle adelante? En tal caso ve al 135.
Decidme cuántas monedas queréis sacar de la bolsa y guardaros en el bolsillo (tenemos ahora 17), y por dónde queréis seguir

276.
Arriesgas mucho si te quedas en estas callejas donde podrías perderte definitivamente. Decides, pues, escapar de la jauría, que con toda seguridad te persigue a ti, y aceptar el ofrecimiento del desconocido. Cruzas deprisa el umbral de esta casa y la puerta se cierra tras de ti. Estás recobrando aún el aliento, cuando descubres a quien te ha sacado del apuro. Es un hombre bien portado, aunque no lleva los atavíos de los nobles, sino una sencilla túnica blanca ceñida con un cordelillo de precio.
"Perdona mi atrevimiento, amigo, pero me ha parecido que estabas en peligro, y he pensado que aceptarías el asilo de mi humilde morada. Me llamo Bykh y soy escriba. ¿Quieres seguirme?" Dicho esto, tu huésped te conduce hasta un pequeño despacho. Tablillas y punzones diseminados aquí y allí confirman el oficio del hombre. Te sientas en un asiento hondo de madera tallada que él te indica; tu curiosidad está al rojo vivo, ¿qué motivo puede tener este hombre para ayudarte? El escriba retoma la palabra: "Te he visto en la plaza del mercado hace un momento. Me jacto de tener algunas dotes de observación, y tú me has parecido una persona interesante. Estoy buscando un guerrero valiente y vigoroso que sea capaz de llevar a cabo una misión para mí." Bvkh ve tu mirada de perplejidad y se apresura a tranquilizarte: "No se trata de nada peligroso. Lo que pasa es que mi cuerpo es débil y mi salud frágil, y no puedo ponerme en persona a la tarea. Pero ya te contaré más en la cena." Encantado con la idea de comer, y con la curiosidad picada, sigues al escriba hasta un gran comedor. Pasa al 21.
21.
A lo largo de la comida, en la que se suceden manjares tan delicados que tu paladar queda maravillado, te das cuenta de que Bykh trata de calibrar qué clase de hombre eres. La conversación discurre en torno a las tierras lejanas que has visitado. También el escriba te cuenta algunos de sus viajes, como el que le llevó a Bagdad, hace unos años, por ejemplo. Cuando piensa que estás tranquilo y repuesto, te dice en tono confidencial: "Lo que veo en ti alienta en mi espíritu la idea que se me ha ocurrido hace un rato. Oyéndote y viéndote, comprendo que no has llegado aquí por casualidad. Eres el hombre que estoy buscando para llevar a cabo una misión de confianza. Comprenderás enseguida que no se trata de una tarea muy ardua. Pero basta comparar nuestros respectivos envoltorios carnales para ver que yo no estoy hecho para las aventuras, ni siquiera para la más anodina." Cautivado por la melodiosa voz del escriba, le animas a seguir.
"Mi pasión es la escritura y la caligrafía. Un sabio que se llama Mahal ha perfeccionado un método de escritura radicalmente distinto al que utilizamos en nuestras tablillas de arcilla. Pero este hombre es un solitario, y vive encerrado en su casa, al sur de la ciudad, en el corazón del barrio de Shamash. Nadie sabe dónde se encuentra exactamente. Mis ocupaciones oficiales me impiden dedicar el tiempo necesario para buscarlo, pero tú podrías ayudarme. Si quisieras ir a verlo, presiento que te confiaría ese método, precioso para mí. Tu fuerza y tu habilidad te predisponen para esta misión, amigo mío. Dime ahora, ¿qué piensas de todo esto que te he dicho?"
Durante el largo discurso de Bykh, le has estado observando; adivinas que tiene algún cargo importante en la jerarquía babilonia y que su ayuda puede serte de gran utilidad para tu búsqueda. Sin embargo, vacilas antes de aceptar una misión que te distraerá de tu objetivo. Decides confiarte: "Amigo escriba, me has ayudado y has sido para mí un huésped de cortesía poco habitual. Tengo que confiarte, no obstante, mis vacilaciones, la honestidad me lo exige. Estoy buscando algo importante, y, para conseguirlo, es imprescindible que dé con un hombre llamado Souhsan que vive aquí. No me atrevo a dedicarme a otra tarea mientras no haya encontrado a Souhsan." Observas que al oír tus palabras el rostro de Bykh se ha ido entristeciendo. "Pobre amigo mío —dice con una mirada consternada—, ¿no sabes, entonces, que una enfermedad ha acabado con la vida de Souhsan hace ya unas semanas?" Estas palabras te aturden; el tono de Bykh es sincero; seguro que es cierto lo que dice. Las expectativas de tu búsqueda se te escurren entre los dedos como si fueran de arena. Estás anonadado.
Tu evidente desasosiego aflige al escriba: "Quizá un poco de acción te sirva para ordenar las ideas, amigo mío. Y ¿quién sabe? Hay muchos sabios en Babilonia que pueden resolver muchos problemas. Bien pudiera ser que alguno te sirviera de ayuda." Te esfuerzas en sobreponerte, comprendiendo que estás rayando los limites de la ingratitud. Este hombre te ha acogido y socorrido, y tu espíritu caballeresco te obliga a devolverle el favor. Además tiene razón: la acción te vendrá bien y seguramente encuentres en el camino algún otro medio de obtener información sobre Shangri-La, y, ¿por qué no del propio Mahal? Así que, con tono firme dices: "Tienes razón, Bykh, amigo mío. ¡Nada como el estremecimiento de la aventura para animarse uno! Acepto la misión que me confías, prestarte este servicio será un placer." El escriba está encantado, y concluís la cena con unas copas de vino de Micenas, antes de ir a pasar una buena noche durmiendo.
Por la mañana, ya fresco y bien dispuesto, Bykh te ofrece una bebida aromática, en la que flotan algunas hojas. "Bebe esto, valiente guerrero." Aceptas, y tanto tus Puntos de Vida como tus Puntos de Fuerza suben a su máximo gracias a esta infusión. Sin más dilación, te encaminas, con paso alegre, al sur de Babilonia. Pasa al 182.
182.
Estás llegando al barrio de Shamash, al sur de la ciudad. Las proximidades no son muy prometedoras y observas que la mayoría de los nobles y de los comerciantes lo evita. Todo cuanto ves, las callejas sombrías y la gente que pasa, te recuerda esa parte específica de todas las ciudades que conoces: un barrio de ladrones. Tomas precauciones: te metes en el bolsillo unas monedas de oro (decide tú mismo cuántas) y escondes cuidadosamente tu bolsa, luego sigues tu camino. Aun a pesar de la constante amenaza que parece cernirse sobre el viajero que en él se aventure, el barrio no deja de tener su brillo peculiar, y recorrer sus calles te produce un cierto placer. Al poco de haberte adentrado en él, observas que pueden distinguirse tres partes: a tu izquierda se extiende un zoco con todos sus tenderetes; a tu derecha se alza un conjunto de caserones que tienen toda la pinta de ir a derrumbarse al primer estornudo; por último la calle en que te encuentras sigue adelante ciñendo su trazado a casas que cien años antes debieron de tener un aspecto lujoso. ¿Tuerces a la derecha (ve al 170)? ¿Visitas el zoco (ve entonces al 479)? ¿O prefieres seguir la calle adelante? En tal caso ve al 135.
Decidme cuántas monedas queréis sacar de la bolsa y guardaros en el bolsillo (tenemos ahora 17), y por dónde queréis seguir

Re: Los Misterios de Babilonia - La Saga del Cruzado 4
Es un hombre bien portado,
es un hombre con buen porte
un cordelillo de precio
dicho esto, tu huésped te conduce
dicho esto tu anfitrion
tu curiosidad está al rojo vivo
está desbordada
con la curiosidad picada
buff me suena muy raro
Si quisieras ir a verlo
ir a visitarle
"Amigo escriba, me has ayudado y has sido para mí un huésped de cortesía poco habitual.
un anfitrion de
3 monedas y al zoco
es un hombre con buen porte
un cordelillo de precio


dicho esto, tu huésped te conduce
dicho esto tu anfitrion
tu curiosidad está al rojo vivo
está desbordada
con la curiosidad picada

Si quisieras ir a verlo
ir a visitarle
"Amigo escriba, me has ayudado y has sido para mí un huésped de cortesía poco habitual.
un anfitrion de
3 monedas y al zoco
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- Guardián
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Re: Los Misterios de Babilonia - La Saga del Cruzado 4
Es un hombre bien portado
Es un hombre con buen porte
con un cordelillo de precio
con un cordelillo de ...... esto es una mala traducción casi seguro, habría que mirar que pone en la versión inglesa o poner algo así como "cordel de presilla"
tu huésped te conduce
tu anfitrión te conduce
Bvkh ve tu mirada de perplejidad
Bykh ve tu mirada de perplejidad
te confiaría ese método
te confiaría ese método diferente de escritura
Yo dividiria el dinero, pongo 8 monedas en el bolsillohas sido para mí un huésped de cortesía poco habitual
has sido para mí un anfitrión de cortesía poco habitual

Seguir adelante

- Dark-kia
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Re: Los Misterios de Babilonia - La Saga del Cruzado 4
Yo sacaría 7 monedas y 10 dejaría en la bolsa. Después al zoco a gastar esos oros.
Con todo el respeto amigos, llevamos poco de aventura y tengo que decir que la traducción que se hizo de estos libros parece de aficionado total. Pensaba que La Senda del Tigre era mala, o al menos esa es la valoración general que hay en la comunidad de viejos lectores de estas colecciones, pero esta me parece aun peor. Tal vez esté equivocado, ya que nunca leí ni tuve esta colección, pero hoy en día con las partidas que llevamos de estos librojuegos y lo poco que los he ojeado en pdf, tengo que ponerlos en el pedestal más alto de 'peores traducciones de librojuegos'.

Con todo el respeto amigos, llevamos poco de aventura y tengo que decir que la traducción que se hizo de estos libros parece de aficionado total. Pensaba que La Senda del Tigre era mala, o al menos esa es la valoración general que hay en la comunidad de viejos lectores de estas colecciones, pero esta me parece aun peor. Tal vez esté equivocado, ya que nunca leí ni tuve esta colección, pero hoy en día con las partidas que llevamos de estos librojuegos y lo poco que los he ojeado en pdf, tengo que ponerlos en el pedestal más alto de 'peores traducciones de librojuegos'.

- profesorinternet
- Caballero del Sol
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Re: Los Misterios de Babilonia - La Saga del Cruzado 4
que parece cernirse
que parece ceñirse
4 Monedas al bolsillo y al zoco antes de que nos roben
que parece ceñirse
4 Monedas al bolsillo y al zoco antes de que nos roben
-
- Guardián
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Re: Los Misterios de Babilonia - La Saga del Cruzado 4
veras como se salven las del bolsillo, y nos choriceen la bolsa
Estoy con Dark-kia, la traducción se hace dura

Estoy con Dark-kia, la traducción se hace dura

Re: Los Misterios de Babilonia - La Saga del Cruzado 4
Hola compañeros, lo primero disculpadme por decir que la traducción estaba bien, la verdad que no la recordaba yo tan mal, la nostalgia me pudo
Voy a afinar el texto antes de compartirlo, y estoy modificando el word al vuelo, así si le pegamos un buen repaso rellenaré las secciones que nos falten y os compartiré el texto final.
Continuamos la aventura, a ver si dejamos de encontrarnos gazapos y empezamos a encontrar peleas
*****************************
Como no hemos repetido cifras, hago una media y guardamos 6 monedas en el bolsillo, así queda nuestra Hoja de Personaje:
PRESTE JUAN
FUERZA: 16
VIDA: 27
ORO: 11 en la bolsa, 6 en el bolsillo
RACIONES DE AGUA: 4
Objetos Equipados:
-Espada (al cinto)
-Ojo de la Esfinge (al cuello)
Objetos en la Mochila (10 máximo):
-4 Raciones de Comida
OJO DE LA ESFINGE: No usado
CARISMA DEL PRESTE JUAN: No usado

No dispongo del original en francés, y al inglés estos libros no se tradujeron, pero he encontrado un PDF en italiano y allí hablan de un cordel dorado, así que si os parece bien lo cambio así.con un cordelillo de precio
Continuamos la aventura, a ver si dejamos de encontrarnos gazapos y empezamos a encontrar peleas

*****************************
Como no hemos repetido cifras, hago una media y guardamos 6 monedas en el bolsillo, así queda nuestra Hoja de Personaje:
PRESTE JUAN
FUERZA: 16
VIDA: 27
ORO: 11 en la bolsa, 6 en el bolsillo
RACIONES DE AGUA: 4
Objetos Equipados:
-Espada (al cinto)
-Ojo de la Esfinge (al cuello)
Objetos en la Mochila (10 máximo):
-4 Raciones de Comida
OJO DE LA ESFINGE: No usado
CARISMA DEL PRESTE JUAN: No usado
Re: Los Misterios de Babilonia - La Saga del Cruzado 4
Continuamos hacia el zoco:
479.
Tras unos instantes de vacilación entras en el barrio más animado, el zoco. Avanzas al azar por un gigantesco laberinto de callejuelas flanqueadas de tenderetes. Los puestos invaden tanto la calzada que hacen difícil la circulación. A los pocos minutos ya no eres capaz de volver a encontrar el camino, pero esto no te preocupa: hasta que no hayas dado con Mahal, el sabio a quien estás buscando, no tendrás que volver sobre tus pasos. Tu mirada va de mostrador en mostrador: cacharros de cerámica, objetos de vidrio, perfumes... Un hombre que tiene en la mano un puñado de serpientes te llama la atención; el hombre se echa a reír, pues no te habías dado cuenta de que son serpientes de pega; es un vendedor de objetos de broma. ¿Vas a acercarte a su puesto (ve al 386) o prefieres seguir tu camino (ve al 46)?
479.
Tras unos instantes de vacilación entras en el barrio más animado, el zoco. Avanzas al azar por un gigantesco laberinto de callejuelas flanqueadas de tenderetes. Los puestos invaden tanto la calzada que hacen difícil la circulación. A los pocos minutos ya no eres capaz de volver a encontrar el camino, pero esto no te preocupa: hasta que no hayas dado con Mahal, el sabio a quien estás buscando, no tendrás que volver sobre tus pasos. Tu mirada va de mostrador en mostrador: cacharros de cerámica, objetos de vidrio, perfumes... Un hombre que tiene en la mano un puñado de serpientes te llama la atención; el hombre se echa a reír, pues no te habías dado cuenta de que son serpientes de pega; es un vendedor de objetos de broma. ¿Vas a acercarte a su puesto (ve al 386) o prefieres seguir tu camino (ve al 46)?
Re: Los Misterios de Babilonia - La Saga del Cruzado 4
La verdad es que me estoy cubriendo de gloria con este librojuego




