Como es para pensárselo, asumo que le echas un vistazo a la estatua mientras haces acopio de valor. He editado las dimensiones para que sean coherentes.
402 Avanzas hasta el centro de la sala de oraciones y allí te quedas, firme sobre tus piernas, frente a la enorme estatua. Su aspecto es capaz de impresionar al más ardiente de los paladines. Sus dos muñecas están rodeadas por pulseras de rubíes, mientras que sus ojos brillan con el esplendor de enormes amatistas. Cimitarras de dos metros de largo cuelgan de su cintura. Sigues esperando. No sucede nada. Si decides seguir esperando, vete aI 352. Si ya has esperado bastante y prefieres actuar, vete al 503.
Si aún tienes la llave de jade, vete al 323.
Comentario:
¡Buf! Sí que está jodida la cosa.
Parece que este Thalos tiene que ver más con los mitos de la India que con los de Grecia. Tiene 4 brazos, y eso supone otras tantas cimitarras. ¡Menuda picadora de carne! Además no es de carne y hueso, si no de bronce, con lo que tu espada, aún siendo el acero más duro y con la fuerza extra de la armadura, lo vas a tener mal para dañarla.
Puedes descartar el escudo, que no te va a servir de nada, con un par de tajos se haría astillas.
503 Avanzas hasta la estatua de Thalos. Su gigantismo te resulta aún más impresionante. Es tan alta como seis hombres, tiene cuatro brazos y parece esculpida en el más fino oro. Una especie de barniz deslumbrante concede mayor brillo a la estatua. Haciendo acopio de valor, sacas la espada y extiendes los brazos.
«¡Vuelve a la vida, estatua, y déjame pasar a la morada de Hasan Sabbah!», exclamas. La presencia de un arma en el templo hace que la estatua viviente se anime inmediatamente. Con movimientos pausados, baja de su pedestal y se_ dirige hacia ti, mientras la sala tiembla con sus pasos. ¡Empieza el gran duelo!
THALOS FUERZA: 18 VIDA: 22
AJUSTE DE DAÑOS: +1 Si ganas el combate, vete al 149.
323 Mientras la estatua se pone pesadamente en marcha, distingues en el centro de su pecho algo tallado en un bloque de jade macizo. Parece que es una cerradura Piensas que es muy probable que la llave que posees encaje en ella, quizá para que la estatua se pare. Cada vez que ganes un combate, en el transcurso de esta batalla, irás restando, como siempre, los daños infligidos a tu enemigo Pero a continuación lanzarás los dados otra vez. Si sacas 11 ó 12 significa que, gracias a un golpe de suerte, has logrado introducir la llave de jade en el pecho de Thalos. Inmediatamente la estatua se inmovilizará y el combate habrá terminado. Vete entonces al 149. Por ahora la estatua viviente avanza hacia ti a grandes zancadas, enarbolando sus pesados brazos. \Vete inmediatamente al 503 para entablar batalla
Comentario:
Es evidente que por mucha armadura mágica que tengas, no vas a poder con ella.
Aunque la estatua esté echa de bronce hueco, y en teoría podrías cortarle los brazos con golpes muy fuertes, el recibir cuatro ataques por turno de cimitarras que por su tamaño son equivalentes a espadas de dos manos significa que este combate acabarías perdiéndolo. Por mucha protección que ofrezca la coraza mágica, no te hace invulnerable ante semejantes mandobles. Tendrías que tener mucha suerte para esquivar sus golpes y tratar de ir amputar un brazo tras otro para reducir sus posibilidades de ataque (tienes más posibilidades de dañar el brazo de bronce que golpear las hojas de acero).
Se puede intentar. Es un oponente temible por su fuerza y resistencia, pero no muy ágil,
Creo que la única alternativa es intentar esquivar los golpes, ponerse a su espalda y tratar de agarrarse al cuello de la estatua para meter la llave en la cerradura.
No deja de tener sus riesgos.
Tú decides qué tactica usar. Incluso probar a intercambiar tajos con ella para debilitarla y tener más posibilidades antes de hacer la segunda maniobra. Puedes intentar cegarla. La estatua no sangra, siendo un artefacto mágico, pero tiene ojos de rubíes. Puedes intentar sacarle los ojos con tus golpes para que se quede ciega, lo que facilitaría mucho las cosas. Hmmm, oye, hasta podrías intentar ponerle el saco en la cabeza, para que no vea.
Son las ideas que se me ocurren. Lástima no tener aceite o canicas para que resbale. Tienes todo el tiempo del mundo para pensar estratagemas antes de desafiarla.
El único consuelo es que si nos inflige alguna herida grave, tienes la poción curativa para curarte y seguir la lucha.
Lo veo muy difícil, pero el combate promete ser épico.