610 La puerta de la tienda está entreabierta. Entras sin llamar. El Boticario está detrás de un rústico mostrador, cubierto de frascos, cajas y tarros de vidrio de colores. La débil luz de una lámpara de aceite que cuelga del techo no permite ver con claridad el interior de la tienda, pero también las paredes parecen ocultas tras estanterías repletas de polvorientos recipientes. ¿Le llevas una poción medicinal que Sol te ha dado para él? Si es así, vete al 552. De lo contrario, te has equivocado de lugar: no era éste el sitio de Alazar que querías visitar. Vete al 103.
552 Cuando oye pronunciar el nombre de Sol, la mirada del Boticario se ilumina. Levanta los ojos del pergamino amarillento que examinaba.
«Mi viejo amigo, cuántos años hace que no nos hemos visto», murmura con voz casi inaudible.
«¿Qué puedo hacer por vos, noble extranjero?» Le entregas frasco y le haces partícipe de tus deseos de ver a Hasan Sabbah, para que te dé información bre el lugar donde se encuentra la legendaria ciudad de Shangri-La.
«Para ayudarte te ofrezco la poción que quieras de estas tres: un filtro de regeneración y curación (que te devolverá la totalidad de puntos de Vida en el momento en que lo desees), un frasco de un poderoso veneno, o una poción de antídoto por si algún; vez resultaras envenenado.»
¿Cuál de los tres frascos eliges? Anótalo la lista de tus posesiones y vete al 304.
304 El Boticario ve como guardas el frasco en el saco. Reflexiona un instante y dice:
«Si quieres puedo regalarte otro brebaje de los tres que tengo aquí.» Sopla la gruesa capa de polvo que recubre tres frascos de color y los deposita ante él.
«Desgraciadamente he olvidado para qué sirven. Por este motivo sólo te costará una moneda de oro.»
¿Qué frasco vas a coger?
¿El azul? Vete al 48. ¿El amarillo? Vete al 622. ¿El verde? Vete al 494.
Si no tienes dinero o prefieres no malgastarlo en algo que no sabes para qué sirve, ve: 279.
Apunta el frasco que escoges y ve al 279
279 Se vuelve hacia ti
. «Creo que intentas penetrar en el interior de la Fortaleza para reunirte con Hasan Sabbah. Te haré un favor más: te diré la contraseña que permite atravesar la puerta... Mis días están contados y no tengo nada que perder revelando un secreto tan nimio. Cualquier borracho del lugar te lo diría a cambio de un vaso de vino... Cuando el guardia te dé el alto en la puerta de la muralla dile simplemente: Samarcanda. Te dejará pasar sin dificultad. Pero me doy cuenta de que es tarde y estarás cansado del viaje. ¿Quieres cenar y pasar la noche en mi modesta morada?» Si aceptas, vete al 465; de lo contrario, da las gracias al Boticario por su preciosa información. Ahora puedes dirigirte a la posada (vete al 223), a la casa del Mago (vete al 338), a la gran casa aislada al otro lado de la plaza (vete al 581) o salir del pueblo (vete al 612).
Comentario: Apunta los objetos que has conseguido, la contraseña y elige tu próxima acción.
Has tenido buena y mala suerte con el mago. La mala es que has perdido la opción de lograr otro objeto mágico valioso, la buena suerte es que has evitado la muerte y que al hablar con el viejo de la posada, aunque te expusiste a un peligro en las calles de Acre, te ha permitido ganar una poción muy útil, y la posibilidad de que una de las tres pociones sirva para algo.