]Por curiosidad, ¿qué pasaba en el libro original? ¿Morías sin posibilidad de hacer tirada?
En efecto, las famosas "muertes automáticas" de los librojuegos. Generalmente es el castigo a hacer algo verdaderamente estúpido o temerario, pero lo injusto es que muchas veces son arbitrarias y no hay una posibilidad real de evitarlas salvo por suerte.
Con razón la gente se quejaba de que este librojuego es muy difícil, aparte del desmesurado número de enemigos, no hay un camino seguro, por la derecha te sueltan a los perros y si has cogido la armadura, mueres automáticamente. Hasta cierto punto esto es lógico. Este no es un libro de "Lucha Ficción", no eres un guerrero y hay tantos zombis que no puedes con ellos combatiendo cuerpo a cuerpo. Eres una persona normal y debilitada por las privaciones, la armadura pesa demasiado para llevársela. Lo que no quita para que partes de la armadura como el casco y los guanteletes sean tan útiles en esta situación que cualquier persona sensata las cogería, pero el texto no te da la opción, pero para eso está el narrador
La pena es que el juego no sea un poco más libre.
Hombre, hay elección. Si te arbitras tú mismo, puedes volver a donde ya has estado, o probar un camino y luego otro. Si estás explorando un "
dungeon" como la mayoría de los librojuegos de "Lucha Ficción" es de lo más lógico hacer un mapa. En este caso no sería aconsejable explorar todos los recovecos del castillo porque lo que quieres es largarte de aquí cuanto antes y para seguir vivo tienes que evitar los combates todo lo posible.
Partiendo de la base de que las opciones son limitadas, porque se trata de buscar la salida, hay muchas cosas que se pueden hacer y se hacen roleando. Improvisar armas y equipo, usar tácticas contra los infectados, elegir armas a usar, debatirse en interminables soliloquios sobre la mortalidad y el sentido de la vida...
Dürr o uno de sus secuaces han estado, supuestamente, a diez o veinte metros de nosotros, en el pasillo de al lado, y nosotros no hemos tenido ninguna posibilidad de enterarnos, ni él de tropezarse con nosotros por error.
Te sugiero que vuelvas a leer lo que he escrito porque responde a las cuestiones que te planteas, sé que por mi culpa la partida ha estado parada tres meses y cuesta acordarse de qué ha pasado y por qué y de quién es quién.
A ver, de Dürr sólo sabes que es el jefe, y ni siquiera sabes si está en el castillo o ya se ha largado rumbo a un país sin tratado de extradición, porque todo apunta a que están a punto de concluir el experimento. Supones que todavía está en el castillo, si el jefe no está, nada impide a los secuaces largarse también.
Sabes que Dürr no tiene mucho dinero porque el castillo es más un caserón que un palacio, y que esta operación tiene unos medios limitados. Calculas que no más de una veintena de personas están involucradas, y de esos, a varios se los ha cargado ya, a los "Renfield" británicos, y aparte de un par de científicos y técnicos para inyectar los virus, tenía tres matones, los que te secuestraron, y unos cuantos "Igor": Otto, el carcelero, Boris y Gregor, los mozos de almacén, y algún que otro criado. Lo lógico es que Dürr haya enviado a uno de sus secuaces a que suelte a los perros, y en ese caso enviará a alguien prescindible.
En efecto, un esbirro ha estado cerca, Z. no se ha enterado porque oye mal, de todas formas mira el plano y lo largos que son los pasillos. ¿Tú serías capaz de oír pasos a unos 30 metros de distancia? Suelas de goma sobre un piso de piedra no hacen mucho ruido. Cuestión de azar. A lo mejor cuando bajaste a esta planta podrías haber divisado a 100 metros de distancia por el pasillo en penumbra al "Igor" que venía a abrir la perrera, pero es dudoso.
Al final has tomado la decisión de no seguir por el pasillo maloliente y doblar a la derecha en el cruce, justo cuando venía el "Igor", la reconstrucción lógica es que ha llegado al cruce, se ha asomado y te ha oído antes que visto cuando estabas trasteando con la armadura, de espaldas a él. Una vez que sabe dónde estás, vuelve a la perrera y abre la puerta para que salgan los sabuesos. O igual ya había llegado al cruce y te oyó cuando bajabas por la escalera, con toda la chatarra que llevas encima haces bastante ruido. Sea como fuere imaginas que de ida o vuelta por el pasillo se topó con el infectado rezagado y le pegó una puñalada en las tripas y no se molestó en rematarlo. Deduces que ha debido ser Boris que está en buena forma, descartas a Gregor porque éste estaba herido y tenía la cabeza vendada y Otto está cojo.
Dürr le debió ordenar a Boris:
"ve a ver si ese maldito español está muerto, y si sigue vivo, le sueltas a los perros para que acaben con él",
como Dürr es un psicópata paranoide, envía a Boris porque es prescindible, porque desconfía de él, pues los mozos del almacén hablaron contigo antes de subir en el ascensor a informar de que te habías escapado y Dürr no sabe si le son leales o si te han contado algo. Como no se fía de ellos, antes cuando bajaron en el ascensor hasta la biblioteca para llevar armas a los infectados y soltarlos, debían ir escoltados. Ahora debió bajar una sola persona, con certeza Boris, y armado sólo con un cuchillo, por si acaso a Boris le daba por desertar y unirse a ti.
Estás cabreado con Boris y Gregor porque son unos cobardes que sólo tratan de salvar su propio pellejo y porque obedecen órdenes del que está intentado matarte. Aunque tienes que reconocer que se arriesgan por ti y hacen lo que pueden por ayudarte. Supones que Boris después de verte, no se dio mucha prisa en volver hasta la puerta de la perrera para soltar a los perros, tratando de darte tiempo para que llegaras hasta la puerta del final del pasillo y te salvaras. Lástima que la puerta estuviera cerrada, pero la intención es lo que cuenta.
Tampoco siguió a sus canes para ver si nos eliminaban, ni para ayudarlos.
Ya he dicho. Dürr habrá pensado
"vale, se ha cargado a veinte infectados porque tiene una escopeta y una pistola y sabe pelear, sin problema, le soltamos a los perros y los tiene encima antes de que pueda matarlos a todos." No contaba con que sus sicarios fuesen tan torpes de olvidarse de recoger su metralleta favorita que tenía escondida en la sala de música.
Ahora, lo más lógico sería estar mirando siempre por encima del hombro, por si el misterioso perseguidor decide arreglar las cosas con un disparo en la nuca,
¡Que no! ¡Déjate de manías persecutorias!

El enemigo siempre está un paso por delante de ti. Desde que te escapaste, te han tendido trampas y emboscadas en la ruta que forzosamente has de seguir. Es cierto que ahora podrían bajar por el ascensor hasta la biblioteca y seguirte, pero es muy improbable. Ellos no tienen valor de venir a por ti, ni falta que les hace, debe haber docenas de infectados por el castillo y pensarán que acabarán contigo. Aunque seguro que les sorprende que hayas escapado y sigas vivo todavía. Además, corren el riesgo de que tú pienses en eso y les aguardes al acecho para pegarles tiros en cuanto se abra la puerta del ascensor.
En cuanto a los perros, ya se ha visto que los infectados humanos no atacan a otros infectados.
No es del todo cierto, por lo que has visto. No son zombis, pero no son tampoco locos furiosos como los de
"28 días después". Por lo que has visto las funciones cerebrales más complejas como el habla y el raciocinio quedan destruidas, pero conservan restos de inteligencia a pesar de la agresividad. Has visto que pueden blandir armas, abrir puertas, accionar mecanismos sencillos e incluso tienen algo de instinto de autoconservación cuando no están en una turba y se percatan de que les disparan. Incluso has visto un caso de cooperación, los dos de las alcantarillas estaban cazando ratas en equipo. Al estar encerrados se pelean entre ellos para descargar la agresividad pero no se matan entre ellos, salvo que tengan mucha hambre, como los del sótano, que llegaron al canibalismo. En cambio los perros parecen más inteligentes que los humanos en que no se comen unos a otros.
Ahora que lo piensas, es posible que tanto los infectados armados de cuchillos y hachas como los perros que soltaron en ambos casos para matarte, igual en realidad no querían matarmr y simplemente estaban enloquecidos por salir de su prisión como fuera y tú simplemente estabas en tu camino. De modo similar, el infectado que te tiró la granada debía ser consciente de lo que estaba haciendo. Debió tomarte por uno de los esbirros de Dürr responsable de su sufrimiento y quiso vengarse.
Desechas esos pensamientos. No puedes permitirte remordimientos. O ellos o tú, no hay otra opción.
(después de este frikipost , seguiremos con la narración)