Estoy tentado de ponerme la armadura ya, pero al llegar al río me lo he pensado mejor. No vaya a ser que demos un tropezón y nos caigamos al agua, corriendo el riesgo de ahogarnos con el peso de la armadura.
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El barquero suelta amarras y se acerca hacia ti con la percha. Incluso a la brillante luz de la luna no ves ninguna cara debajo de la sombra de su capucha. En una voz sepulcral te dice que se llama Charon y que te conducirá a través del Río de la Muerte. Lo que cobra es un pergamino para abrir puertas cerradas. Si lo tienes y se lo quieres dar, ve a 221. Por contra, si no quieres o no puedes darle lo que te pide, puedes sacar tu espada y ordenarle que te lleve a la otra orilla. Ve a 204.
Comentario:

Charon es Caronte, en la mitología griega era el barquero de Hades, el encargado de guiar las sombras errantes de los difuntos recientes de un lado a otro del río Aqueronte si tenían un óbolo para pagar, claro.
Con ese nombre se nos quitan todas las ganas de cruzar. Además, en la barca no cabe el caballo, y encima, además de cobrarte el objeto mágico, si pasas a la otra orilla te quita 8 piezas de oro. ¡Cómo han subido los precios! Antes sólo te cobraba un óbolo de plata.
Vamos al puente, y tenéis razón, mejor estar sereno, pero nos llevamos el garrafón para luego. Por cierto, todavía estáis a tiempo de sugerir qué otras armas aparte de la espada deberíamos llevar. Y si cogemos escudo.