En la corte del rey Minos. (Crónicas Cretenses)
- stikud
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Re: En la corte del rey Minos. (Crónicas Cretenses)
Vayamos a ver a Diftis. Tal vez nos enseñe a cantar y, junto con las clases de baile de Crabia, nos convirtamos del día a la mañana en Alteo Bisbal.
Dejad que los frikis se acerquen a mí.
Re: En la corte del rey Minos. (Crónicas Cretenses)
Vale, vamos a por Diftis
¡Por Sommerlund, el Kai, y todo eso...
Re: En la corte del rey Minos. (Crónicas Cretenses)
Con Diftis. Con cuantos más hablemos, mejor.
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Re: En la corte del rey Minos. (Crónicas Cretenses)
117

La habitación de Diftis es oscura y austera. En el suelo está extendido un sencillo colchón de paja y no hay sillas. En el centro se abre un gran foso de varios centímetros de profundidad. El agua rodea una pequeña isla en la que crecen unas algunas plantas. Dos pequeños dragones, del tamaño de un perro, retozan en ella. Diftis, detrás de ti, te dice:
--Dédalo me trajo del oriente bárbaro dos huevos de monstruos. Yo los saqué del cascarón y los alimenté hasta que se hicieron mayores. Los estúpidos de la corte me toman el pelo por no tener hijos, pero déjame que te diga, valeroso Alteo, que prefiero a mis dragones. No me demuestran ninguna gratitud ni yo no la espero de ellos. Así no me decepcionan, como los hijos a los padres.
Te sientes consternado ante semejante desprecio de la familia, que los dioses valoran en tan alto grado. ¿Te marchas de allí disgustado (pasa al 526) o te quedas a escuchar lo que Diftis tenga que decirte (pasa al 19)?
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* Habla bellaco... di lo que tengas que decir.

La habitación de Diftis es oscura y austera. En el suelo está extendido un sencillo colchón de paja y no hay sillas. En el centro se abre un gran foso de varios centímetros de profundidad. El agua rodea una pequeña isla en la que crecen unas algunas plantas. Dos pequeños dragones, del tamaño de un perro, retozan en ella. Diftis, detrás de ti, te dice:
--Dédalo me trajo del oriente bárbaro dos huevos de monstruos. Yo los saqué del cascarón y los alimenté hasta que se hicieron mayores. Los estúpidos de la corte me toman el pelo por no tener hijos, pero déjame que te diga, valeroso Alteo, que prefiero a mis dragones. No me demuestran ninguna gratitud ni yo no la espero de ellos. Así no me decepcionan, como los hijos a los padres.
Te sientes consternado ante semejante desprecio de la familia, que los dioses valoran en tan alto grado. ¿Te marchas de allí disgustado (pasa al 526) o te quedas a escuchar lo que Diftis tenga que decirte (pasa al 19)?
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* Habla bellaco... di lo que tengas que decir.

- Brown
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Re: En la corte del rey Minos. (Crónicas Cretenses)
Que hableee! Que hableee!!!
Re: En la corte del rey Minos. (Crónicas Cretenses)
¿Los dioses tienen gran aprecio a la familia? Zeus se tira a todo lo que se mueve y le es infiel a su esposa a diario. Destruyó a su padre y desterró a sus familiares titanes a tomar por saco. Y así todos los dioses.
Prefiero hablar con Diftis.
Prefiero hablar con Diftis.
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Re: En la corte del rey Minos. (Crónicas Cretenses)
Ya que estamos aquí, escuchemos lo que tenga que decirnos.
Re: En la corte del rey Minos. (Crónicas Cretenses)
El tipo parece desagradable, pero igual nos dice algo útil.
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Re: En la corte del rey Minos. (Crónicas Cretenses)
19
--Dijiste que querías hablar conmigo --le recuerdas.
Diftis contesta con un gruñido.
--Y quiero. Siéntate. ¿Qué sabes de Minos? Nada. Pues bien, si quieres entender a Creta, debes conocer el pasado de Minos, pues él es la clave de todo. Escucha, le llaman el Oso, y con razón. Es grande y jovial, pero también puede ser mortífero. Ya lo has podido comprobar, creo. Pero no sabes que estuvo dispuesto a desterrar a su hermano Radamanto, porque creía que así lo exigía l bien de Creta. Hace treinta veranos, Minos realizó algo poco prudente para un hombre tan astuto. Poseidón le envió un toro marino para que lo sacrificara. En contra de su mejor juicio --y contra mis consejos, puedo añadir-- lo conservó. Poseidón lo castigó con una maldición: cada vez que se acostara con su mujer Pasifae, de su unión sólo nacerían culebras y escorpiones. Así Pocris le hizo una mujer artificial y Minos agotó con ella los animales de la maldición.
--Pocris, ¿quién es?
Era la mujer de Céfalo --contesta secamente Diftis--. La diosa Aurora dispuso que Pocris fuera muerta con la lanza que Minos le dió como recompensa. Pero esto no hace al caso. Es un episodio poco glorioso en nuestra poco gloriosa historia, aunque nosotros no tengamos que avergonzarnos de ese hecho. Sin embargo, no acabaron aquí las desgracias. Los dioses decretaron que Pasifae se enamorara del toro. Dédalo le facilitó poder satisfacer su pasión y Pasifae concibió del toro un hijo, al que vosotros llamáis Minotauro, pero al que no se puso nombre alguno. Minos tuvo cuatro hijos. Catreo, el mayor, murió a manos de su propio hijo de acuerdo con una profecía. Glauco se ahogó en una tinaja de miel, de las que usamos para embalsamar cadáveres. A Androgeo le mató el toro de Maratón. Y a Kremton le has visto como es ahora. Antes de juzgarle, recuerda lo que le sucedió a su familia. Eso no disculpa su comportamiento, pero lo explica.
--¿Y qué fue de Pasifae?
Diftis arroja un trozo de carne a los dragones, que luchan por el y lo devoran ansiosamente.
--Murió.
¿Quieres despedirte de Diftis (pasa al 526) o hacerle más preguntas (pasa al 531)?
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* Toma ya, pedazo de culebrón.... Sigamos preguntándole más cosas.
--Dijiste que querías hablar conmigo --le recuerdas.
Diftis contesta con un gruñido.
--Y quiero. Siéntate. ¿Qué sabes de Minos? Nada. Pues bien, si quieres entender a Creta, debes conocer el pasado de Minos, pues él es la clave de todo. Escucha, le llaman el Oso, y con razón. Es grande y jovial, pero también puede ser mortífero. Ya lo has podido comprobar, creo. Pero no sabes que estuvo dispuesto a desterrar a su hermano Radamanto, porque creía que así lo exigía l bien de Creta. Hace treinta veranos, Minos realizó algo poco prudente para un hombre tan astuto. Poseidón le envió un toro marino para que lo sacrificara. En contra de su mejor juicio --y contra mis consejos, puedo añadir-- lo conservó. Poseidón lo castigó con una maldición: cada vez que se acostara con su mujer Pasifae, de su unión sólo nacerían culebras y escorpiones. Así Pocris le hizo una mujer artificial y Minos agotó con ella los animales de la maldición.
--Pocris, ¿quién es?
Era la mujer de Céfalo --contesta secamente Diftis--. La diosa Aurora dispuso que Pocris fuera muerta con la lanza que Minos le dió como recompensa. Pero esto no hace al caso. Es un episodio poco glorioso en nuestra poco gloriosa historia, aunque nosotros no tengamos que avergonzarnos de ese hecho. Sin embargo, no acabaron aquí las desgracias. Los dioses decretaron que Pasifae se enamorara del toro. Dédalo le facilitó poder satisfacer su pasión y Pasifae concibió del toro un hijo, al que vosotros llamáis Minotauro, pero al que no se puso nombre alguno. Minos tuvo cuatro hijos. Catreo, el mayor, murió a manos de su propio hijo de acuerdo con una profecía. Glauco se ahogó en una tinaja de miel, de las que usamos para embalsamar cadáveres. A Androgeo le mató el toro de Maratón. Y a Kremton le has visto como es ahora. Antes de juzgarle, recuerda lo que le sucedió a su familia. Eso no disculpa su comportamiento, pero lo explica.
--¿Y qué fue de Pasifae?
Diftis arroja un trozo de carne a los dragones, que luchan por el y lo devoran ansiosamente.
--Murió.
¿Quieres despedirte de Diftis (pasa al 526) o hacerle más preguntas (pasa al 531)?
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* Toma ya, pedazo de culebrón.... Sigamos preguntándole más cosas.

- profesorinternet
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Re: En la corte del rey Minos. (Crónicas Cretenses)
Cono, si esto parece el sálvame y este tipo, ¿quien es? Mermelada. En fin, sigamos preguntando que la información es poder.
Re: En la corte del rey Minos. (Crónicas Cretenses)
Solo falta la rubia aneuronal... nos contara más cosas el personaje este? preguntemos.
Re: En la corte del rey Minos. (Crónicas Cretenses)
Interesting. Tell us MORE.
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Re: En la corte del rey Minos. (Crónicas Cretenses)
Más, queremos más.
Dejad que los frikis se acerquen a mí.
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Re: En la corte del rey Minos. (Crónicas Cretenses)
531
--¿Y qué hay de Ariadna? --le preguntas.
Diftis se encoge de hombros.
--Creo que Minos alberga la esperanza de que no sea hija suya. Olvídate de Ariadna. Carece de importancia.
--¿Y el resto de los cortesanos?
--Como muchas otras cortes, ésta se encuentra dividida en facciones. La más importante es la de los tracios. Hace unos dies años, Minos trajo a Pangrion y le nombró sumo sacerdote. Hubo entonces protestas por este hecho, que aumentaron cuando Pangrion hizo venir a otros tracios para el servicio del templo. Más tarde los tracios consiguieron ser el grupo más poderoso en la corte. Todos son fanáticamente fieles a Pangrion. Le llaman <<tío>>. Quizá lo hayas oído.
--Todo el mundo le llama <<tío>>.
--Sí, pero la mayoría lo hacen en broma. Los tracios se lo llaman sintiéndolo.
--¿Y tú?
--Yo no le llamo <<tío>> --replica Diftis secamente; después prosigue--. Pero entiende esto. Pangrion es bueno y listo. No hagas caso a los que dicen que tiene hechizado a Minos o cualquier otra estupidez de ese estilo. El Oso es demasiado sagaz para permitirlo. Pangrion fué nombrado sumo sacerdote por méritos propios. Puede que sea severo y poco simpático y resulta difícil comprender como puede inspirar tal devoción, pero es indudable que la inspira. No hables mal de él a los tracios o lo lamentarás. Después están los nativos de Creta, que se oponen a los tracios cuanto pueden, aunque por el momento con poco éxito. El problema está en que Lactris se considera el líder de los cretenses, pero es a la vez demasiado ambicioso para arriesgarse a enfrentarse a los tracios y demasiado orgulloso para colaborar con ellos. Es una especie de contrapeso y, fuera de su ambición, nada tienes que temer de él. Más capaz es Opris, que mejoraría mucho si abandonara esos aires de afectada elegancia oriental. Y haría bien en dejar de cortejar a la joven Noa. Los tracios son muy suyos y ese idilio no le proporcionará ninguna alegría.
Diftis te mira a los ojos.
--Eso es todo, Alteo. Esta es la corte del rey Minos.
Ganas 4 Puntos de Inteligencia. Pasa al 526.
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* Toma culebrón.... Por lo menos sabemos que hay que cuidarse bien de enojar al "parroco" del templo; que los cortesanos son unos chupópteros; Diftis es un "enterao" y Minos y su familia unos amargados. Y nosotros estamos en el centro de todas estas hienas.
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526
Abandonas la habitación de Diftis. ¿Quieres acudir al festival de danza (pasa al 158), reunirte con Opris y Lactris (pasa al 303), o volver a tu cuarto (pasa al 100)?
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* Yo realmente volvería al dormitorio, para asegurarnos de ir a nuestra cita con la entrenadora de saltos. Recuerdo que una de las opciones que nos queda no era nada buena, así que yo personalmente, prefiero no arriesgar.
--¿Y qué hay de Ariadna? --le preguntas.
Diftis se encoge de hombros.
--Creo que Minos alberga la esperanza de que no sea hija suya. Olvídate de Ariadna. Carece de importancia.
--¿Y el resto de los cortesanos?
--Como muchas otras cortes, ésta se encuentra dividida en facciones. La más importante es la de los tracios. Hace unos dies años, Minos trajo a Pangrion y le nombró sumo sacerdote. Hubo entonces protestas por este hecho, que aumentaron cuando Pangrion hizo venir a otros tracios para el servicio del templo. Más tarde los tracios consiguieron ser el grupo más poderoso en la corte. Todos son fanáticamente fieles a Pangrion. Le llaman <<tío>>. Quizá lo hayas oído.
--Todo el mundo le llama <<tío>>.
--Sí, pero la mayoría lo hacen en broma. Los tracios se lo llaman sintiéndolo.
--¿Y tú?
--Yo no le llamo <<tío>> --replica Diftis secamente; después prosigue--. Pero entiende esto. Pangrion es bueno y listo. No hagas caso a los que dicen que tiene hechizado a Minos o cualquier otra estupidez de ese estilo. El Oso es demasiado sagaz para permitirlo. Pangrion fué nombrado sumo sacerdote por méritos propios. Puede que sea severo y poco simpático y resulta difícil comprender como puede inspirar tal devoción, pero es indudable que la inspira. No hables mal de él a los tracios o lo lamentarás. Después están los nativos de Creta, que se oponen a los tracios cuanto pueden, aunque por el momento con poco éxito. El problema está en que Lactris se considera el líder de los cretenses, pero es a la vez demasiado ambicioso para arriesgarse a enfrentarse a los tracios y demasiado orgulloso para colaborar con ellos. Es una especie de contrapeso y, fuera de su ambición, nada tienes que temer de él. Más capaz es Opris, que mejoraría mucho si abandonara esos aires de afectada elegancia oriental. Y haría bien en dejar de cortejar a la joven Noa. Los tracios son muy suyos y ese idilio no le proporcionará ninguna alegría.
Diftis te mira a los ojos.
--Eso es todo, Alteo. Esta es la corte del rey Minos.
Ganas 4 Puntos de Inteligencia. Pasa al 526.
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* Toma culebrón.... Por lo menos sabemos que hay que cuidarse bien de enojar al "parroco" del templo; que los cortesanos son unos chupópteros; Diftis es un "enterao" y Minos y su familia unos amargados. Y nosotros estamos en el centro de todas estas hienas.

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526
Abandonas la habitación de Diftis. ¿Quieres acudir al festival de danza (pasa al 158), reunirte con Opris y Lactris (pasa al 303), o volver a tu cuarto (pasa al 100)?
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* Yo realmente volvería al dormitorio, para asegurarnos de ir a nuestra cita con la entrenadora de saltos. Recuerdo que una de las opciones que nos queda no era nada buena, así que yo personalmente, prefiero no arriesgar.

- Brown
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Re: En la corte del rey Minos. (Crónicas Cretenses)
Volvamos al cuarto.
- profesorinternet
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Re: En la corte del rey Minos. (Crónicas Cretenses)
Vamos a la cama, que hay que descansar.
Y también me suena que una de las otras opciones es potencialmente muy mala para nosotros, en especial teniendo en contra a un dios, pero no recuerdo los detalles
Y también me suena que una de las otras opciones es potencialmente muy mala para nosotros, en especial teniendo en contra a un dios, pero no recuerdo los detalles

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Re: En la corte del rey Minos. (Crónicas Cretenses)
A nuestros aposentos, que hay que hacer gasto.
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Re: En la corte del rey Minos. (Crónicas Cretenses)
Siempre nos quedara la espinilla del baile ;P pero mejor ir a descansar.