Proyecto Aon Español / Lobo Solitario Español

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iEres una persona de suerte! Sí, en este momento tienes en tus
manos una... imáquina del tiempo! En efecto, este libro es tu má-
quina del tiempo. No lo leas de un tirón, del principio al fin.
Dentro de un momento recibirás instrucciones para cumplir una
misión, una tarea especial, que te llevará a otro periodo de tiem-
po. A medida que te enfrentes con los peligros de la historia, la
máquina del tiempo te presentará con frecuencia opciones de
adónde ir o de qué hacer.
El presente volumen también contiene un banco de datos para
informarte de Ia época en que vas a vivir. Puedes utilizarlo para
desplazarte con mayor seguridad a través del tiempo. O bien to-
mar tus decisiones sin consultarlo. Depende de ti.

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Desde hace varias semanas, astrónomos de todo el
rnundo han captado misteriosas señales de radio ori-
ginadas en las proximidades del planeta Satumo.
Algunos científicos consideran que dichas señales
son emitidas por seres extraños con la esperanza de
recibir una respuesta desde algún punto —cualquier
punto- de nuestro Sistema Solar.
Basándose en la observacóon de emisiones anterio—
res, los científicos han deducido que dentro de poco
tiempo las señales dejarán de ser emitidas y se reanu-
dará su emisión hasta finales de septiembre del año
2085.
Tu misión consiste en descubrir la fuente de dichas
transmisiones. Si los responsables de esas emisiones
son extraterrestres, tendrás que averiguar si son
amistosos. También tendrás que decidir si la humani-
dad debe responder o no a sus intentos de comunica-
ción.
Si coronas con éxito la misión, quizá te conviertas
en el primer terrícola que establece contacto con una
civilización extraña.
Ten cuidado. Estás a punto de viajar hacia el futu-
ro. iQuizá topes con situaciones para las que no estás
plenamente preparado en virtud de tu vida actual!

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Adelante.

Empecemos.

Go!!!

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Para esta misión, llevarás un sencillo traje que no
llamará la atención en el futuro. Te lo pondrás cuan—
do llegues al siglo XXI. También llevarás un mapa
del Sistema Solar.

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(Nota del narrador: Como sabéis, este libro es de finales de los 80, así que supone unos acontecimientos para el año 2000 que en realidad no han tenido lugar. Recomiendo que visitemos la base de datos para aprender algo más sobre la época. Esto viene bien para la aventura y además en este libro es especialmente curioso por las cosas que imagina el autor, como que en 2005 nacería el primer niño en la Luna)

Sí, por favor. Ese apartado siempre me ha llamado la atención de esta colección.

Oh cielos Leoncio... espero que no sea mi escaneo cutresalchichero...

¡¡Venga esa base de datos!!

De acuerdo.

Me muero de ganas de saber que pasara en el 2005.

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Puesto que irás al futuro, algunas de las acostum-
bradas reglas para viajar a través del tiempo no se
aplicarán en este viaje. Por ejemplo, no tendrás que
preocuparte por la posibilidad de cambiar el pasado,
de modo que serás libre de participar activamente en
la historia del futuro.

Aunque es imposible saber acerca del futuro tanto como
sobre el pasado, a continuación se te proporcionan
algunos datos.

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(Nota del Narrador: Creo que lo de la tasa de desempleo en 2015 es una errata y se refiere sólo a España, así que es posible que pronto los gobernantes nos espoleen a colonizar Marte y trabajar en ciudades espaciales)

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(Nota del Narrador: Se designa por primera vez a un cyborg para desempeñar un cargo público. ¡Yo voto por él!)

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(Nota del Narrador: "Muchas culturas intentan conservar su identidad comunicándose únicamente en sus lenguas nativas"... Curioso ¿futuro?)

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Mola. Adelante.

buff vaya futuro más alentador que se nos presenta en el 2015:

Imagen

La verdad si pudiera elegir habría elegido o cyborgs o mutantes pero en fin nos tenemos que conformar con el paro... y los políticos, vaya tela.

Al amanecer de un día cualquiera del año 2085 llegas a
las desoladas tierras de la Reserva Federal de Muntaciones.
La atmósfera está cargada y el Sol irradia un calor abrasador.
No hay una sola persona, ni un poste de teléfonos, ni indicio
alguno de civilización a la vista.
El árido terreno muestra grandes y profundas grietas provocadas
por el calor constante. Las montañas lejanas parecen pobladas
por algunos árboles y arbustos. Caminas hacia alli.
Llegas a un arroyo y te detienes con la intencion de
beber, cuando percibes el siguiente mensaje:
—¡INTRUSO! ¡INTRUSO! ¡PELIGRO!
Observas a tu alrededor pero no ves a nadie.
—MI AMIGO Y YO NECESITAMOS URGENTEMENTE TU AYUDA.
¡NECESITAMOS TU PODER MENTAL! ¿ESTÁS DISPUESTO A
AYUDARNOS?
Debe tratarse de un telépata, alguien que puede
leer el pensamiento y transmitir ideas.
—POR FAVOR, AYÚDANOS-Te transmite el telépata a través
del pensamiento—. ¡DATE PRISA!

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Nota del narrador: Sí, es cierto, es una vergüenza librojueguil que nos obliguen a ayudar al telépata. ¿Por qué no podemos tener la opción de buscar un arma y empezar a perseguirlo? Pero bueno, veamos lo que sucede a continuación. A lo mejor ha merecido la pena echarle un cable...

Sorprendido, compruebas que el telépata no sólo puede adivinar tus pensamientos, sino que además sabe exactamente lo que haces.
–¡Por aquí, rápido! ¡Desde yan lejos no podemos utilizar tus recursos mentales! ¡Cuidado con la hiedra venenosa! El más ligero roce puede acabar contigo en pocos minutos.
Evitas con cuidado acercarte a la planta. Las hojas son verdes y moradas; la planta tiene tallos gruesos y ramas espinosas, nada que ver con la hiedra venenosa de tu época. Inmediatamente sientes un dolor súbito e intenso en la cabeza.
–¡Aaayyy! —Sientes en tu mente. Seguramente el telépata te esté transmitiendo sus propios tormentos-. ¡Rápid0! Mi amigo y yo no podremos rechazar por mucho tiempo al proscritol
—¿De qué proscrito hablas?
– ¡Ahora no hay tiempo para explicacionesl Cada instante que pasa su ataque mental es más poderoso y peligrosol
A pesar del dolor, logras correr más velozmente entre los árboles.
Casi chocas con el telépata. Es alto, delgado, y sus pies desnudos asoman por debajo de una holgada túnica negra. Sus largos dedos sujetan la muñeca de su amigo, que está tendido a su lado jadeando a causa del dolor. `
El amigo del telépata no parece tener nada extraordinario, exceptuando el hecho de que no le iría nada mal un baño, un afeitado y una muda de ropa.
Te preguntas qué puedes hacer.
—Cógeme la mano -el telépata te ofrece una mano mientras con la otra sigue aferrando a su amigo.
-De acuerdo. ¿Y ahora qué hago?
-Abre tu mente. Debes prestarme tu poder.
-iPero si yo no tengo ningún poder mental especial!
El telépata hace una pausa.
—Todos los normales Io tienen, pero por lo general son incapaces de utilizarlo.
—iHaz lo que te dice! —ruega el amigo con los dientes apretados—. iPuedes hacerlo! iConcéntrate!
—Cierra los ojos, serénate, presta atención al bosque.
Cierras los ojos y el telépata y su amigo suman tu poder a los propios.
Transcurren varios segundos.
Con el mutante a cargo de la situación, notas que pasas a formar parte del bosque circundante.
En ese momento tu mente huele una presencia enrarecida y funesta en el aire. O es eso, o el amigo del telépata apesta.
Percibes una forma que sale del bosque arrastrándose hacia el sendero.
—Es un proscrito -dice el telépata—. A los de su especie les encanta comer carne de mutante... ¡y consideran un bocado sumamente exquisito la carne de gente normal!
Reparas en el increíble poder del proscrito cuando arranca sin esfuerzo un arbolito que se interpone en su camino.
—iCaray! —exclamas—-. ¿Cómo vamos a vencer a una criatura tan fuerte?
–Con el poder de nuestras mentes -declara el telépata.
Sin previo aviso, notas que penetras en el cerebro del proscrito.
Lo primero que percibes es que la inteligencia del proscrito es apenas superior a la de un caracol. No es extraño que tu mera presencia le produzca tanto malestar.
Transcurren unos instantes.
El proscrito grita y rueda por el suelo, hundiéndose en las afiladas espinas de la hiedra venenosa. Finalmente se incorpora y ataca tu mente de la misma manera que atacó la del telépata. Pero le haces frente y todos tus pensamientos se centran en permanecer en su mente, no en el dolor de tu cuerpo.

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El proscrito grita por tercera vez y huye corriendo. En un breve recorrido por una luz blanca, sientes que sales de su mente de un tirón.
Has regresado a tu propia mente y ayudas al telépata y a su amigo a ponerse en pie. El amigo se recupera enseguida. Te da una palmada en la espalda miemras dice:
—lGracias por tu ayuda, colega! Me llamo Mac Creigh, James Mac Creigh. Si puedo hacer algo por ti, házmelo saber y lo haremos juntos.
--Yo también quiero agradecer tu oponuna ayuda -dice el telépata en cuanto se ha recuperado,
y te estrecha la mano-. Me llamo Paul Linebarger.
—¿Por qué me llamaste antes intruso?
—Porque supuse, correctamente al parecer, que eres un normal sin autorización para recorrer estas tierras.
-Supongo que tendras buenos motivos —anade Mac Creigh rascándose la cabeza—. A la gente que deambula por aquí sencillamente por capricho le ocurren demasiados accidentes. El único motivo por el que vine a este peligroso territorio fue para ver a mi viejo amigo.
Haces una pausa y sonríes.
–iPues yo tengo otro buen motivo! —declaras-. ilntento ir a Satumol
James Mac Creigh echa hacia atrás la cabeza y suelta una carcajada. Paul Linebarger sonrie ligeramente. Notas por vez primera que, ademas de la insignia del átomo en la tunica, Paul lleva un brazalete que te parece sumamente llamativo, en el que está grabada una aeronave interplanetaria.
Por su parte, Mac Creigh viste camisa de leñador y tejanos. Sus manos son ásperas y callosas, y tiene las uñas llenas de tierra.
–Es posible que alguno de vosotros pueda ayudarme? -preguntas.
Paul vuelve a sonreír.
–Yo solo puedo ayudarte a dar el primer paso-contesta-.
—Bah, no le hagas caso -interrumpe Mac Creigh-.Me has dado una idea. Si tienes paciencia, reuniré un pequeño capital y luego podremos ir juntos en una expedición minera a Satumo. ¿Qué te parece?
Paul lleva un brazalete que tiene grabada una aeronave. iQuizá ya haya estado en el espacio exterior! ¡Hasta es posible que sea un olicial!
En cuanto a Mac Creigh, parece un aventurero, alguien capaz de aventurarse en lo más lejano del espacio exterior si se lo propone
—Tienes quc decidirte pronto, pues debo ponerme en camino —dice Paul.
—iY yo! —afirma Mac Creigh-. ¡Me largaré en cuanto encuentre mi sombrero de vaquero!