LA SOMBRA SOBRE RUANON (2ª Parte)

[JDKaos]

Mi corazon da un vuelvo cuando ve a la princesa heria y tumbada en la cama como un muerto viviente, cuando estaba en las celdas meditando, ya sabia yo que no estaria muerta sino poseida por un hechizo de gran poder, lo que si me estraña es que si el circulo magico de Dragair desaparecio con su muerte este siniestro hechizo no haya desaparecido con el tambien, esto es un desatre, el hermano mayor muerto, la princesa en coma, y el crio llorando y en peligro, ademas de un baron desecho y destrozado, no tengo palabras para describirlo, asi que aprieto los puños y espero las palabras del baron...

[DRÁGALIN]

Todos los Personajes Jugadores
Horario: Noche
Lugar: La Mano / Torre del Barón

¿Señor? Pregunta Weyland acercándose al Barón. Yo... lamento mucho lo que ha ocurrido.
El Barón parece ensimismado en algo y no le responde. Weyland carraspea. Señor, están aquí los Señores del Kai.
¿Los Señores del Kai? Dice de pronto Derek Vanalund alzando la mirada hacia vosotros.
Sí. Continúa Weyland. Yo he sido el responsable de liberarlos de su detención, pero he pensado que no habría nadie mejor para enfrentarnos a la crisis que estamos viviendo.
Mi señor... estaban encerrados en las celdas negras.
¿En las celdas negras? Se sorprende el Barón. ¿Cómo es posible? ¿Quién fue el responsable?
Fue Brandon Furia, mi señor. Dice Weyland en tono respetuoso.
El Barón se levanta de la silla y envaina la espada, mientras se dirige a vosotros.
Mis señores, les pido disculpas. No sabía que los habían llevado a las celdas negras. Ese es lugar para los peores criminales, no para caballeros de honor como ustedes... Pero sin duda estos días me están poniendo a prueba...

Los ojos del Barón se ensombrecen mientras os lleva a un lado de la estancia para evitar que su hijo Dan os oiga. En estos momentos parece diez años más viejo de lo que realmente es. Os relata cómo la espiral de infortunios comenzó con la muerte de su fiel consejero Lobo Gris, para luego sufrir en estos días la pérdida de su hermana mayor Dayia (la Suma Sacerdotisa de Ishir, cuyos funerales se celebran mañana), el descubrimiento de que su hija Irina era ese Fantasma que aterrorizaba La Mano durante las noches, y que ahora se encuentra bajo algún tipo de extraño mal que la tiene a las puertas de la muerte. Y finalmente, su hijo primogénito, su Heredero... Si hubiese hecho que destruyesen al Helghast hace cinco años en lugar de tenerlo prisionero, nada de esto hubiera ocurrido...
Al Barón Derek se le rompe la voz y vuelve a sentarse, sumido en el silencio.

Weyland continúa. Os dice que aunque al Barón le costó al principio, parece que la versión de que fuisteis atacados por el Maestro Dragair es la que se acepta, y no al revés. Lo que queda sin ninguna duda es que Irina ha sido víctima de algún tipo de maldición lanzada por Dragair.
Aun así, queda mucho por explicar por vuestra parte, pero desde luego ahora no es el momento ni el lugar de hacerlo. Encontrar y destruir al Helghast es la prioridad.

Dragón se acerca a la cama en la que Irina está tendida. Se pone al lado de Dan y le coge una mano a la pálida muchacha. Está fría. Intenta usar sus poderes de Curación para insuflarle calor y vida, pero parece que la joven está más allá de sus habilidades.
El pequeño Dan alza la cabeza para mirar a Dragón a los ojos. Dicen que el maestro Dragair le hizo esto a mi hermana... ¿es verdad?
Sí. Le dices, aguantando su triste mirada.
El Maestro no era bueno... me alegro de que esté muerto. Dice el chico.
Sin saber qué decir, apoyas la mano en el hombro al chico.

Mientras, Cuervo se encara con el Barón.
Mi señor, este no es un lugar seguro. Deberían buscar algún refugio secreto donde ocultarse mientras nosotros nos encargamos de ese engendro de los Señores de la Oscuridad.
No pienso esconderme del asesino de mi hijo en un agujero. Dice el Barón desenvainando la espada. Esta sala es completamente segura. Ni siquiera tiene ventanas.
El Barón tiene razón. Interviene Weyland. Muchos y buenos hombres vigilan la entrada, el perímetro y lo alto de esta Torre, y nadie puede entrar sin permiso y sin el visto bueno de ustedes. El Helghast ha fallado, no podrá volver a engañarnos haciendose pasar por otro. Pero debemos encontrarlo y destruirlo esta misma noche, mientras ronda por La Mano. Si lograse escapar, esperaría a que todo se calmase y volvería a intentarlo de nuevo, en cuanto nos relajaramos.
Eso es. Confirma Derek Vanalund. Además, he mandado un mensaje al Acuartelamiento de los Caballeros de Ruanon. En muy poco tiempo, sir Jester Crow y sus mejores caballeros vendrán con armas encantadas para acabar con esa alimaña... Lo único que me corroe es no poder vengar yo mismo a mi hijo.

Deberían ir al puente levadizo. Os dice Weyland. Sir Alistair va a organizar la estrategia para cazar al Helghast, y son ustedes imprescindibles para ello. Yo voy a quedarme aquí hasta que me sustituya sir Tydon.

El Barón os mira fijamente. Mátenlo. Que pague por lo que ha hecho.

[DRÁGALIN]

-----------------
Horario: Noche
Lugar: La Mano / Torre del Barón

Sir Alistair baja por las escaleras de la Torre cuando oye unos pasos a su espalda. Se gira.

Ah, es usted. ¿No deseaba hablar con el Barón?

Gavilán le sonrie. Mis hermanos se ocuparán de eso. He pensado que sería mejor acompañarle a montar guardia ante la Torre. De esa manera si el Helghast trata de acercarse camuflado podré identificarlo.

De acuerdo. Dice sir Alistair mientras continúa escaleras abajo. Sígame.

Desde luego, mi señor.

[JDKaos]

Mirando aun apenado a la princesa me doy la vuelta y empiezo a observar las paredes, mientras las palpo y olfateo, mientras hago esto mis compañeros me miran con expresiones extrañas como si me hubiera vuelto loco...

Loco no, solo un poco paranoico -pienso mientras sigo con mis pesquisas...

No puedo dejar de pensar en las palabras del helgasht a referirse a su celda y como desentrañaba todos los secretos de la mano desde ella, si hay algun pasadizo secreto en esta sala ese montruo sabe donde esta y como llegar a el y eso es un riesgo que no voy a correr...

Si alguien me pregunta digo que estoy buscando puertas y habitaciones secretas, porque sospecho de que el helgasht conoce todas las del castillo, si alguien me ofrece su ayuda le pido un mapa del castillo con todas las habitaciones y pasadizos secretos...

Cuando acabe hurgo a mis hermanos a ir al puente, mi sexto sentido dice que el helgasht no tardara mucho en llegar y que solo el Kai sabe en que persona se habra transformado ya...

[DRÁGALIN]

-----------------
Horario: Noche
Lugar: La Mano / Patio Principal

Un nutrido grupo de jinetes armados asciende la colina hacia La Mano. Al frente de ellos está sir Jester Crow, comandante de los Caballeros de Ruanon, miembro del Consejo Privado del Barón y condecorado héroe de Sommerlund.

El grupo llega a la entrada a La Mano, una especie de primer puesto defensivo consistente en un pequeño patio de acceso amurallado que da acceso a la fortaleza en sí.
Desde lo alto de la muralla exterior, iluminada con antorchas, soldados uniformados de Ruanon les observan con ballestas en sus manos mientras Sir Jester pide a gritos la entrada.
Al momento, las puertas se abren, un rastrillo se levanta y una gran pasarela metálica se tiende sobre un foso con picas de acero en su interior, permitiendo el paso al patio de acceso. Una vez dentro, se comienza el proceso de bloquear de nuevo la entrada que han atravesado mientras se empieza a abrir el acceso hacia el patio principal de la fortaleza, protegida por las mismas medidas de seguridad que la entrada principal.
Crow y treinta de sus más fieles caballeros (todos con armas encantadas) entran en el Patio Principal de La Mano. Allí, acompañado de una escuadra de arcabuceros, Brandon Furia le espera para informar de la situación.

Al enterarse de la muerte de Aladar Vanalund y de la liberación de los Señores del Kai que ordenó meter en las celdas negras, sir Jester suelta una maldición.
La muerte del Heredero no supone un revés grave para sus planes, pero los Señores del Kai son un peligro real.
Crow se vuelve a uno de sus capitanes y lo manda de vuelta a la ciudad para que informe a dos personas que deben reunirse sin falta esta misma noche. Ahora son tres en lugar de los cuatro que fueron. Eso se lo debe a los Señores del Kai. Dragair los subestimó y lo pagó con su vida. Él no piensa repetir el mismo error.

Brandon. Susurra sir Jester llevándoselo a un lado. Quiero que el asunto de esos Señores del Kai quede resuelto cuanto antes. De manera definitiva.
Él capitán de los arcabuceros sonríe al oir esto. Si señor, pero el caso es que nos van a venir muy útiles para encontrar y destruir al Helghast.
Crow lo medita por un instante. Muy bien. Dice. Utilizalos hasta que logreis acabar con la criatura... pero después ya sabes lo que tienes que hacer.
Brandon Furia asiente, sonriendo. ¡Sí, señor!

[DRÁGALIN]

Todos los Personajes Jugadores
Horario: Noche
Lugar: La Mano / Torre del Barón

La idea de Dragón no es mala y decidís tomaros un segundo en aseguraros que no hay accesos ocultos en la sala ni peligros ocultos. Finalmente teneís que reconocer que es así.
Weyland os vuelve a urgir para que os reunáis con el resto de la guardia en la base de la Torre para organizaros para cazar al Helghast y debéis reconocer que tiene razón ya que sois los únicos capaces de detectarlo cuando está camuflado. De manera que dejáis al Barón Derek y a su hijo Dan ante el lecho donde reposa Irina y empezáis a descender las escaleras de la Torre.

Es entonces cuando a Dragón se le ocurre algo a lo que no para de darle vueltas: las palabras del Helghast al referirse a cómo desde su celda lo sabía todo de La Mano.
Vosotros conoceis un acceso secreto que lleva hasta esta Torre. Se trata del que descubristeis al seguir al Fantasma (es decir, a Irina) en la persecución por los tejados. El pasadizo conecta las murallas exteriores a ambos lados de la Torre del Barón con una trampilla en uno de los sótanos. Gato fue quien lo exploró hace un par de días.

Pero no tiene sentido. Si el Helghast conoce ese acceso secreto a la Torre del Barón ya lo habría utilizado en lugar de arriesgarse a pasar por la entrada principal. ¿Verdad?
Os miráis unos a otros. La verdad es que no podeis estar seguros de nada. ¿Quizás fuera una buena idea el bloquear esa entrada que hay en los sotanos de esta Torre antes de salir, o al menos echar un vistazo?

[DRÁGALIN]

-----------------
Horario: Noche
Lugar: La Mano / Frente a la Torre del Barón

En el puente levadizo que da acceso a la Torre del Barón, una veintena de hombres, entre arcabuceros y guardias, vigilan en silencio. El nerviosismo se siente en el ambiente. El único que parece ajeno a todo es sir Tydon Anskar. El gigantesco miembro de la Guardia del Barón escudriña todos los rincones del patio con sus ojos animales desde detrás de la máscara negra que le oculta el rostro. Un rostro desfigurado por el Helghast y su fuego demoniaco hace cinco años, cuando trató de asesinar a los Vanalund por primera vez.

Tydon sujeta con facilidad la enorme hacha de combate de doble filo entre sus manazas. Desde aquella noche no ha vuelto a pronunciar un palabra, aunque nadie sabe si es porque no puede o porque no quiere. Pero lo cierto es que esta noche su mirada tiene algo extraño, algo aterrador que hace que los guardias no se atrevan ni a mirarlo a los ojos.

Pero ni la mitad de aterrador que el ruido que todos oyen a sus espaldas. Se giran para descubrir como cae con un estruendo metálico el rastrillo de la entrada de la Torre. ¡Sólo se puede bajar desde dentro!
Los guardias corren hacia la entrada, pero demasiado tarde. Ya es imposible entrar, y aunque gritan a quien quiera que haya dentro que levanten el rastrillo, sólo les responde el silencio.
Con las manos aferradas al rastrillo, impotente, Tydon lanza un rugido de rabia animal que se oye por toda La Mano...

[JDKaos]

Mientras nos dirigimos a la puerta secreta para bloquearla oimos el grito del verdugo en torno del palacio, este nos hace estremecer y temblar de miedo, si el gigante ha gritado con tanto odio quiere decir que el helgasht no esta lejos, y nosotros somos lo unicos que le detienen, sera mejor que nos demos prisa...

[DRÁGALIN]

Todos los Personajes Jugadores
Horario: Noche
Lugar: La Mano / Torre del Barón

Es cuando habeis bajado al segundo piso cuando ois un ruido metálico procedente de la base de la Torre. ¡Sólo puede ser que están bajando el rastrillo de la entrada! ¡Pero por qué?
La respuesta la obteneis al entrar en la sala de audiencias y ver que por la entrada opuesta, llegando desde el primer piso, aparece el Helghast.

El servidor de los Señores de la Oscuridad se detiene de golpe. La capa de pieles medio podridas que envuelve su cuerpo cadavérico ondea a pesar de que ningún viento sopla en la sala, mientras las llamas azules que brillan en sus cuencas parecen observaros con detenimiento. A su vez, vosotros también observáis a la criatura. En la mano derecha sostiene sin aparente esfuerzo a Fuego, el espadón de acero carmesí de sir Alistair Grey. En la izquierda porta un escudo de uno de los hombres de la guardia de palacio.

No cabe duda de que ha sido él quien ha bajado el rastrillo para que nadie más pueda entrar en la Torre. Y tampoco dudais de la suerte que han debido correr tanto sir Alistair como los guardias heridos y los criados que los atendían en el primer piso de la Torre. Todos ellos han sido asesinados por el Helghast.

Parece que nuestro destino es enfrentarnos... Dice el Helghast. Así sea, Señores del Kai.
Levanta el enorme espadón sin dificultad mientras os apunta con él.
El nombre de esta arma es Fuego. De pronto, tanto el arma como la mano de la criatura se inflaman en llamas azules. Qué apropiado.

Detrás de vosotros, Weyland aparece detrás vuestro con la espada desenvainada, pero al ver al Helghast se detiene de golpe, impresionado. Por el amor de Kai...
Dragón le agarra por el hombro y le hace retroceder para atrás. Ni lo intentes. Le dice. Si te acercas a él te freirá el cerebro con sus ataques mentales. Le sonríe. Deja esto para los profesionales.
Weyland asiente. Después le ofrece por el mango su espada a Dragón.
Usadla vos. Esta espada ha sido bendecida y debería ser capaz de herir a esa criatura.

[JDKaos]

Agradezco de todo corazon el arma de Weyland, con ella en mano mi confianza se arraiga, pero mi fiel Kamikaze tampoco es moco de pavo...

- Hermanos flanqueemosle desde los cuatro lados y que el Kai nos ayude...

Mientras digo esto saco una flecha, apunto y disparo a su corazon, se que no lo matare, pero si consigo detenerle o pararle sera mas facil para nosotros, mi segunda flecha sera a la mano que porta la espada magica, para hacer que la suelte, y finalmente si ya me es imposible disparar, porque esta muy cerca o porque mis compañeros estan en medio, saco la espada y cargo...

POR EL KAI Y SOMERLUND...

[Fantasma Grunweazel]

Desenvaino a cicatriz y sin pensatlo dos veces me lanzo a la carga. Ardo en deseos de venganza. Tanto que por una vez soy incapaz de articular el grito de guerra de los Señores del Kai y de mi garganta sólo acierta a salir un sonido gutural como el de una bestia presia de la rabia:

-¡Yyyyyaaaarrrrggggg!

Al tiempo levanto un muro en mi mente para evitar las oleadas de ataques psíquicos que el demonio que tenemos delante nos pueda lanzar. Es hora de cobrar deudas pendientes. Es hora de que la muerte baile...

[Jolan]

Ante el desafío que se nos presenta, miro a mis hermanos para que en la medida de lo posible hostiguen al helghast con sus armas a distancia, para acto seguido correr a atacar frontalmente al monstruo, cuidándome mucho de su espadón flamígero.

No le tengo miedo, pero mis manos aprietan con fuerza el astil de mi lanza mientras asumo que es la primera vez que voy a enfrentarme a tan alto secuaz de los Señores de la Oscuridad.

- Has llegado hasta aqui - le grito, con el ceño fruncido - pero nunca lograrás llevar a buen término tus perversos planes

[Parsion]

-¡Dragón! ¡Dispara, es tuyo!

La situación es difícil, es un poderoso enemigo, su arma y su poder me hace estar atento a cada uno de sus movimientos, pero mi fanatismo me puede, aprieto firmemente el mango de mi hacha, tanto que me llegan a sangrar las palmas de las manos, pongo los ojos en blanco y...

-Aaaah maldita escoria, al fin nos encontramos, he pensado en tí desde el primer momento en que te vi en la torre. Ahora probarás de mi acero bendecido por la luz solar de Kai, ¡ahora irás derecho al infierno de donde nunca deberías haber venido, gusano de Helgedad!

Tras los disparos certeros de Dragón, me lanzo como un caballo desbocado hacia él, es para este tipo de combates por lo que he sido entrenado y supone todo un honor para míparticipar en ésto.

[DRÁGALIN]

Todos los Personajes Jugadores
Horario: Noche
Lugar: La Mano / Torre del Barón

La primera flecha es desviada por el escudo y se pierde al fondo de la gran sala.
Dragón gruñe, recarga y vuelve a disparar, apuntando al corazón.
En esta ocasión la flecha se clava en el escudo, sin causar daño. En lugar del Helghast, es Irina quien le mira con los ojos llenos de lágrimas, preguntándole:

¿Por qué me disparas?

Dragón sacude la cabeza, sin hacer caso de los trucos de la criatura, mientras Cuervo, Gato y Gavilán se situan alrededor del Helghast (a una distancia prudente), con las armas preparadas, y esperando que alguna flecha lo distraiga lo suficiente como para empezar el ataque.
Dragón recarga y vuelve a disparar.
La flecha se hace trizas contra el escudo. En esta ocasión es su viejo maestro Roble Nudoso quien le reprende:

¿A esto le llamas disparar con un arco? Dedicáte a otra cosa, chico.

Dragón vuelve a sacudir la cabeza. Esto no está funcionando como debiera. Le tiende el arco a Weyland y desenvaina la espada que el exjefe de la guardia le ha cedido, mientras corre a reunirse con sus hermanos.

El Helghast observa a los Señores del Kai que toman posiciones alrededor suyo. Aun no se ha movido. Al mismo tiempo, la temperatura en la sala baja de forma brusca. En unos segundos, vuestro aliento se condensa en vapor en el aire, y teneís que apretar los dientes para no empezar a castañetear, hasta las antorchas parecen dar menos luz.
Es el frío de la muerte que proviene del Helghast, el cual traza un arco con su espadón envuelto en llamas frías, como invitándoos a la lucha.

Atacáis a la vez, aprovechando vuestra superioridad numérica, pero la criatura resulta ser increíblemente veloz: Salta hacia un lado, detiene un ataque con el escudo, finta, gira sobre sí misma y detiene un filo con su espadón. Sus movimientos son precisos, sin fallos. A Cuervo le parece haberla alcanzado con el filo de su hacha por la espalda, pero si así ha sido, no lo demuestra.
De profesional a profesional, debeís reconocer que es el adversario más hábil al que jamás os hayáis enfrentado. Sois cuatro contra uno y es él quien os acosa a vosotros, en lugar de al revés.

Gato es el primero que sufre las consecuencias. Con un imposible salto lateral, el Helghast está sobre él, lanzando un terrible tajo en horizontal que arrastra una cascada de llamas. Casi de manera inconsciente Gato lo evita saltando hacia atrás, sin poder evitar dejarse caer, mientras Fuego pasa a unos pocos centímetros por encima de su cabeza y las llamas le queman en la cara, chamuscándole las cejas.

Mientras Gato cae hacia atrás, el Helghast lo intenta de nuevo, con un espadazo de arriba abajo, dispuesto a partirle en dos. Cuervo logra alcanzar a la criatura, pero eso no la detiene.
De manera increible, Gato convierte su caida hacia atrás en una voltereta. Rueda sobre sí mismo y salta atrás, apartándose del lugar donde una centésima de segundo después, el Helghast golpea el suelo, destrozando el pavimento con un demoledor golpe.

Sin perder un segundo el Helghast se vuelve hacia su enemigo más cercano, Cuervo, y mientras desvía y bloquea otros ataques ataca con Fuego en un golpe giratorio en el que pone todas sus fuerzas.
Incapaz de esquivarlo, Cuervo se protege con su escudo, que recibe el tremendo impacto y a punto está de destrozarlo. El mismo Cuervo se ve saliendo despedido hacia atrás, con todos los músculos doloridos y su escudo medio descompuesto y envuelto en llamas, por lo que debe agitarlo para apagarlas.

Pero a pesar de todo, varios ataques llegan a tocar al Helghast, incapaz de evitar que Gato, Gavilán, Dragón y Cuervo encuentren algún hueco en sus defensas. Y es que a pesar de ser un experto guerrero, en esta lucha el Servidor de los Señores de la Oscuridad se encuentra en desventaja al enfrentarse a cuatro Señores del Kai que le hostigan desde todas direcciones.
Aunque el Helghast evita los impactos directos, se resiente de las heridas sufridas. Poco a poco, empieza a no moverse tan rápido, a atacar con menos precisión, a cometer errores que vosotros no tardáis en aprovechar. En concreto Dragón, que desde un flanco, atraviesa la defensa de la criatura y abre un tajo en su costado con la espada de Weyland, haciendo que el Helghast gire para encontrarse con Cortavientos.
Gavilán hace girar la lanza mágica sobre su cabeza para imprimir potencia al golpe que hace que la punta de la lanza mágica corte carne muerta de arriba abajo, y poniendo al Helghast de rodillas.

El calor vuelve a la Sala mientras el Helghast deja caer al suelo el escudo y el espadón de sir Alistair, cuyas llamas se apagan, de la misma manera que se apagan las llamas en los ojos del servidor de Naar. La carne muerta empieza a desmenuzarse en torno a sus huesos, mientras se desmorrona sobre sí mismo.

Pero apenas empezáis a sentiros aliviados cuando un grito procedente de arriba, de las habitaciones del Barón, hace que os quedéis helados.

Y sobre el montón de ceniza en el que se convierte el Helghast, resuenan unas últimas palabras...

Misión cumplida...

[Parsion]

-¡muere, engendro mil veces maldito!

Al ver que está agonizando, empiezo a pisotear y patalear sus restos por la estancia como si así incrementase su muerte. Tras el derrumbre del Helghast echo una rápida ojeada a mis hermanos para comprobar cual es su estado de salud, parece que están bien aunque gato puede que sea el que más haya sufrido. Es entonces cuando se oye el grito.

-¡Rápido! ¡A la habitación del barón!

[JDKaos]

Ignoro el grito de dolor y pena mientras me inclino sobre los restos del monstruo:

"Que es lo que pasa aqui. Que se nos escapa" pienso malhumorado.

El monstruo parecia conocerme mejor que yo mismo y si fuera poco sabia lo de Irina y lo de Roble, ademas parece que despues de todo tenia un plan alternativo, mientros registros las cenizas del monstruo, guardo su espada negra, y a Fuego, devuelvo su espada a Weylan, mientras recupero mi arco, y me dirigo a la habitacion, pero mi instinto casi me dice lo que voy a ver alli...

[Fantasma Grunweazel]

El desgarrador grito me devuelve a la realidad tras unos instantes en los que, tras ver la muerte cara a cara, me he quedado como fuera de juego. Ignorando el agudo dolor que me producen las heridas corro como alma que lleva Naar a las habitaciones del Barón.

[Jolan]

Con una mueca de asco miro el montoncito de cenizas en que se ha convertido la detestable criatura.

El grito proveniente de las estancias del Barón me saca de mi ensimismamiento y corro junto a mis hermanos hacia el piso superior.

[DRÁGALIN]

Todos los Personajes Jugadores
Horario: Noche
Lugar: La Mano / Torre del Barón

Olvidando el dolor y el cansancio, ascendeis las escaleras hacia las habitaciones del Barón sin dejar de pensar que la lucha a muerte que habéis mantenido con el Helghast no ha sido nada más que una manera de distraeros de lo que realmente estaba sucediendo.
En cuanto entráis, lo primero que llama vuestra atención es la sangre.
En un charco sanguilonento, tirado en el suelo, está Sir Alistair.
Cerca, sentado en una silla, el Barón sostiene en sus manos su espada, que todavía gotea de la sangre del comandante de su Guardia Personal. Su hijo pequeño, Dan y unas pocas sirvientas todavía están sobrecogidos por lo ocurrido.

Con voz átona y sin levantar la mirada el Barón explica cómo al poco de empezar a oir vuestro combate en el piso de abajo apareció sir Alistair. No sabe cómo adivinó que sus intenciones no eran buenas, pero cuando el comandante trató de asesinarlo por sorpresa, se giró y le clavó su espada en las entrañas.
Vosotros observáis con pena el cadáver de sir Alistair. Puede que fuera un gran espadachín, pero frente a los poderes mentales del Helghast estaba indefenso. Sin duda destruyó su mente y le implantó psíquicamente la orden de asesinar al Barón y su familia, mientras desviaba vuestra atención al entablar combate con vosotros...

El Barón Derek, que parece terriblemente afectado por lo que ha vivido esta noche, pregunta casi sin interés si el Helghast ha sido destruido. Cuando Weyland se lo confirma, le pide que levante el rastrillo y que deje paso a sus hombres.
Y así, sin encontrar palabras con las que consolar al barón o a su hijo Dan, los dejáis en la habitación, velando frente a la cama donde Irina yace más muerta que viva.

[DRÁGALIN]

Todos los Personajes Jugadores
Horario: Noche
Lugar: La Mano / Torre del Barón

Cuando estáis bajando las escaleras hacia la base de la Torre del Barón, Weyland se para y os pide que le escuchéis.

Mis señores, ya se que dieron su palabra de volver a ser detenidos en cuanto destruyeramos al Helghast, pero ahora, por el bien de todos, les pido que no lo hagan.
Hace muchos años que soy jefe de la guardia de palacio, y he visto y he oido cosas estos últimos años ante las que he cerrado los ojos deliberadamente, pero lo que ha ocurrido estas últimas semanas me ha hecho darme cuenta de mi error, aunque quizás demasiado tarde.
Pero una cosa se con seguridad, si permiten que les detengan de nuevo, su destino será el mismo que el de Lobo Gris. Mi instinto así me lo dice, y es algo que nunca se ha equivocado, lo único en lo que confío.

La mirada de Weyland se hace desesperada. Hace un tiempo, alguien vino a mí para contarme algo que estaba ocurriendo con los Caballeros de Ruanon, algo espantoso. Yo... no quise creerle y no le dí ningun crédito, pero ahora creo que fue por motivos personales. El caso es que ahora creo que me equivoqué con él, y que al no escucharle y no hacer nada cometí el mayor error de toda mi vida.

Deberían hablar con él. Cuanto antes. Pero antes deben salir de La Mano sin perder un segundo. Si conocen alguna manera de salir de aquí, háganlo ya. Yo les cubriré en su huida el tiempo que sea necesario.

Os miráis entre vosotros. En estos pocos días que lleváis en Ruanon habéis aprendido que el depuesto jefe de la guardia es un hombre de honor. ¿Tiene razón al decir que deberiais huir ahora? La entrada secreta de los sotanos de la Torre os llevaría a una de las salidas en el exterior de la muralla, y de allí afuera de La Mano.
¿O deberíais dejaros detener de nuevo y afrontar las imprevisibles consecuencias que ello podría traer?