Dragón Carmesí / Gavilán Temerario
Horario: Tarde
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Tras salir de las alcantarillas habeís seguido a Tresmond a través de oscuras callejuelas y caminos ocultos hasta una desvencijada casa de paredes de piedra del Barrio Viejo.
El bardo os ha explicado que se trata del piso franco donde os reuniréis de nuevo con Cuervo, Gato y Will si todo sale como está planeado.
Una vez en la vivienda, dejáis al derrotado sir Jester atado en una pesada silla de madera, mientras os aseais un poco con una palangana con agua ya que el hedor de las alcantarillas todavía os acompaña.
Tresmond parece nervioso mientras examina la casa:
No es normal. Os confiesa el durenés. Lucius debería haber llegado ya aquí. Debería estar esperándonos, no puede haberle costado tanto llegar...
Voy a ver que ha pasado. Volveré antes de una hora. Y antes de que podáis evitarlo, Tresmond sale por la puerta.
Ahora estáis sólos con sir Jester, que se ríe siniestramente. No tenéis ni idea de lo que habéis hecho. Antes de que se haga de noche mis hombres van a poner patas arriba esta ciudad buscándome. El caballero escupe un coágulo de sangre.
Pronto os veré colgando en la horca y con los cuervos cebándose en vuestros cadáveres...
LA SOMBRA SOBRE RUANON (2ª Parte)
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DRÁGALIN
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Horario: Tarde
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Los alrededores se han convertido en una locura de caballeros y guardias de la ciudad yendo de un lado a otro y dando y recibiendo ordenes. Decenas de curiosos se acercan para intentar saber qué ha pasado en la estrecha calle bloqueada por las fuerzas del orden.
Entre los curiosos hay una mujer cubierta de exquisitos ropajes de pies a cabeza, dejando apenas ver sus ojos marrón-dorados exquisitamente pintados. Elessa por fin ha encontrado una pista sobre el paradero de los Señores del Kai y se dispone a seguirla.
Mientras tanto, inadvertido para la mayoría de la gente (incluyendo Elessa), una caravana formada por dos pesados carromatos escoltados por una veintena de jinetes avanza por una de las calles paralelas. Si alguien se fijase en los jinetes cubiertos de capas oscuras manchadas por el polvo del camino quizás se daría cuenta de que todos ellos llevan armaduras de planchas, y de que todos van fuertemente armados.
Pero nadie lo hace. Y la caravana continúa ascendiendo. Hacia la fortaleza de La Mano.
Horario: Tarde
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Los alrededores se han convertido en una locura de caballeros y guardias de la ciudad yendo de un lado a otro y dando y recibiendo ordenes. Decenas de curiosos se acercan para intentar saber qué ha pasado en la estrecha calle bloqueada por las fuerzas del orden.
Entre los curiosos hay una mujer cubierta de exquisitos ropajes de pies a cabeza, dejando apenas ver sus ojos marrón-dorados exquisitamente pintados. Elessa por fin ha encontrado una pista sobre el paradero de los Señores del Kai y se dispone a seguirla.
Mientras tanto, inadvertido para la mayoría de la gente (incluyendo Elessa), una caravana formada por dos pesados carromatos escoltados por una veintena de jinetes avanza por una de las calles paralelas. Si alguien se fijase en los jinetes cubiertos de capas oscuras manchadas por el polvo del camino quizás se daría cuenta de que todos ellos llevan armaduras de planchas, y de que todos van fuertemente armados.
Pero nadie lo hace. Y la caravana continúa ascendiendo. Hacia la fortaleza de La Mano.
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Fantasma Grunweazel
(Empleo mi Disciplina de Camuflaje para imitar en lo posible la voz y el acento del sargento)
¡El rapaz del muchacho se nos ha escurrido y nos ha hecho correr un segundo tras él! (Imito el ruido de una bofetada). ¡Vuelva a su puesto soldado! ¡O le recomendaré para que pase una temporada picando piedra en las minas de Maaken!
¡El rapaz del muchacho se nos ha escurrido y nos ha hecho correr un segundo tras él! (Imito el ruido de una bofetada). ¡Vuelva a su puesto soldado! ¡O le recomendaré para que pase una temporada picando piedra en las minas de Maaken!
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DRÁGALIN
Cuervo Vigía / Gato Alado
Horario: Tarde
Lugar: Acuartelamiento de los Caballeros / Bloque Prisión
Ehhhh... ¡Sí mi sargento! Responden al otro lado de la puerta.
Gato suspira aliviado. El caballero de guardia se lo ha tragado, pero sabe perfectamente que tarde o temprano empezará a sospechar. Hay que actuar rápido. Se quita de encima la incomoda ropa de guardia de la ciudad, enrollándosela entorno al brazo izquierdo como escudo improvisado y empuña a Cicatriz.
Cuervo se inclina sobre el cuerpo de Vernet, arrebatándole la pistola de chispa, cuando ve algo interesante. Dos llaves engarzadas que cuelgan de la cintura del sargento.
Mientras Will, rápido como un ratón, echa un vistazo en la sala de la izquierda, por la que ha entrado el sargento y se acerca a vosotros para susurraros:
Ese de ahí es su despacho, y no hay nadie.
Cuervo asiente, mientras le da al chico las llaves, además de la daga del caballero. Después se vuelve hacia la puerta de la derecha, la de la sala común.
Los Señores del Kai actúan conjuntados, mientras Gato abre la puerta desde la pared, Cuervo entra con el pistolón por delante, encontrando una sala amplia, en cuyo centro hay dos guardias sentados a una mesa jugando a las cartas, desarmados, y a los que ha pillado totalmente por sorpresa.
Al primero que abra la boca lo mando directamente al infierno... lo juro por Kai. Susurra Cuervo. Después, señala una puerta en la pared norte de la habitación, donde deben estar los dormitorios. ¿Hay alguien allí dentro?
Los dos guardias niegan con la cabeza, mientras Gato, seguido de Will, se acercan y lo comprueban. Al momento, Gato vuelve:
Es cierto, no hay nadie. Sólo unos cuantos camastros. Mira a los dos guardias pensativo. Podríamos rasgar las mantas que hay para atar y amordazar a estos dos.
Bien pensado Gato. Asiente Cuervo. Pongámonos a ello. Will, tú vigila.
Parece ser que el primer nivel de la prisión es vuestro. Y sin que se haya dado la alarma todavía. Pero recordáis que los caballeros leales encerrados están en el tercer sótano, y que cada nivel de la prisión tiene guardias...
Horario: Tarde
Lugar: Acuartelamiento de los Caballeros / Bloque Prisión
Ehhhh... ¡Sí mi sargento! Responden al otro lado de la puerta.
Gato suspira aliviado. El caballero de guardia se lo ha tragado, pero sabe perfectamente que tarde o temprano empezará a sospechar. Hay que actuar rápido. Se quita de encima la incomoda ropa de guardia de la ciudad, enrollándosela entorno al brazo izquierdo como escudo improvisado y empuña a Cicatriz.
Cuervo se inclina sobre el cuerpo de Vernet, arrebatándole la pistola de chispa, cuando ve algo interesante. Dos llaves engarzadas que cuelgan de la cintura del sargento.
Mientras Will, rápido como un ratón, echa un vistazo en la sala de la izquierda, por la que ha entrado el sargento y se acerca a vosotros para susurraros:
Ese de ahí es su despacho, y no hay nadie.
Cuervo asiente, mientras le da al chico las llaves, además de la daga del caballero. Después se vuelve hacia la puerta de la derecha, la de la sala común.
Los Señores del Kai actúan conjuntados, mientras Gato abre la puerta desde la pared, Cuervo entra con el pistolón por delante, encontrando una sala amplia, en cuyo centro hay dos guardias sentados a una mesa jugando a las cartas, desarmados, y a los que ha pillado totalmente por sorpresa.
Al primero que abra la boca lo mando directamente al infierno... lo juro por Kai. Susurra Cuervo. Después, señala una puerta en la pared norte de la habitación, donde deben estar los dormitorios. ¿Hay alguien allí dentro?
Los dos guardias niegan con la cabeza, mientras Gato, seguido de Will, se acercan y lo comprueban. Al momento, Gato vuelve:
Es cierto, no hay nadie. Sólo unos cuantos camastros. Mira a los dos guardias pensativo. Podríamos rasgar las mantas que hay para atar y amordazar a estos dos.
Bien pensado Gato. Asiente Cuervo. Pongámonos a ello. Will, tú vigila.
Parece ser que el primer nivel de la prisión es vuestro. Y sin que se haya dado la alarma todavía. Pero recordáis que los caballeros leales encerrados están en el tercer sótano, y que cada nivel de la prisión tiene guardias...
Mientras tanto en un almacen abandonado...
Sir Jester gime mientras intenta que su cabeza no se le caiga debido al peso, lo ultimo que recuerda es la mano cerrada de Dragon, en forma de puño, abalanzandose sobre el antes de caer en la incosciencia y justo despues de haberles amenazado. Ahora se encuentra semidesnudo en lo que parece un viejo almacen abandonado lleno de escombros, basura y ratas, esta encadenado a una columna en el centro de la habitacion y lleno de candados por todo el cuerpo, la unica herida que parece haber sufrido es un fuerte golpe en el ojo que se le esta amoratando por momentos...
Ante el se alza Dragon Carmesi. Jester esta a punto de soltar una amenaza o una fanfarronada, cuando se fija atentamente en el Señor del Kai. Este le esta mirando con una sonrisa cargada de significado, ademas su capa del Kai ondea al viento mientras por dentro se puede llegar a ver un fieltro de color rojo sangre. La imagen del Señor del Kai no podria ser mas amenazadora si no fuese por una especie de aura entre rojiza y negruzca que le da un aspecto terrorifico. Sir Jester traga saliva. Sabe que es imposible, pero a visto esa imagen al menos una vez en su vida, la imagen aterradora y temible de un Señor de la Oscuridad...
Dragon avanza y se pone a la altura de Jester agachandose sobre sus rodillas y luego mira fijamente al caballero:
- "Se lo que estas pensado" -dice- "crees que no voy a ser capaz de torturarte o que solo soy un desgraciado que no tiene ni idea de lo que esta pasando. Vale es posible, pero tambien soy el pedazo de cabron que te tiene encadenado a esta columna y que te va a estar haciendo preguntas hasta que no puedas mas" -Dragon hace un gesto con la mano enseñandole los instrumento de tortura a Jester- Asi que empecemos con el interrogatorio...
Sir Jester gime mientras intenta que su cabeza no se le caiga debido al peso, lo ultimo que recuerda es la mano cerrada de Dragon, en forma de puño, abalanzandose sobre el antes de caer en la incosciencia y justo despues de haberles amenazado. Ahora se encuentra semidesnudo en lo que parece un viejo almacen abandonado lleno de escombros, basura y ratas, esta encadenado a una columna en el centro de la habitacion y lleno de candados por todo el cuerpo, la unica herida que parece haber sufrido es un fuerte golpe en el ojo que se le esta amoratando por momentos...
Ante el se alza Dragon Carmesi. Jester esta a punto de soltar una amenaza o una fanfarronada, cuando se fija atentamente en el Señor del Kai. Este le esta mirando con una sonrisa cargada de significado, ademas su capa del Kai ondea al viento mientras por dentro se puede llegar a ver un fieltro de color rojo sangre. La imagen del Señor del Kai no podria ser mas amenazadora si no fuese por una especie de aura entre rojiza y negruzca que le da un aspecto terrorifico. Sir Jester traga saliva. Sabe que es imposible, pero a visto esa imagen al menos una vez en su vida, la imagen aterradora y temible de un Señor de la Oscuridad...
Dragon avanza y se pone a la altura de Jester agachandose sobre sus rodillas y luego mira fijamente al caballero:
- "Se lo que estas pensado" -dice- "crees que no voy a ser capaz de torturarte o que solo soy un desgraciado que no tiene ni idea de lo que esta pasando. Vale es posible, pero tambien soy el pedazo de cabron que te tiene encadenado a esta columna y que te va a estar haciendo preguntas hasta que no puedas mas" -Dragon hace un gesto con la mano enseñandole los instrumento de tortura a Jester- Asi que empecemos con el interrogatorio...
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Jolan
Me situo junto a Dragón, frente al cuerpo encadenado de sir Jester, con los brazos cruzados y el rostro serio. Tal vez no apruebe demasiado los poco sutiles métodos de mi compañero, pero quizá en este caso sea necesario emplear cierta dureza para obtener de Jester la información que necesitamos. En cualquier caso, permanezco en silencio escrutando el rostro del caballero y dispuesto a utilizar mis habilidades psíquicas en caso de que se niegue a cooperar...
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DRÁGALIN
Dragón Carmesí / Gavilán Temerario
Horario: Tarde
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Es hora de comenzar a hablar, Crow. Dice Dragón con un susurro ronco. Empieza con el objetivo que te propones.
El caballero aparta la mirada del Señor del Kai, incomodo.
Sabemos más de lo que piensas. Apunta Gavilán. Sabemos que tus tropas, los “Caballeros de Ruanon”, como tu los llamas, se han situado en las fronteras de Ruanon, sobre todo en el Paso de Moytura. Te aconsejo que no te inventes ninguna historia, somos Señores del Kai, y sabremos si nos mientes. Y si lo haces... Dragón se empleará a fondo contigo...
Está bien... Gruñe Jester. A estas horas todas las fronteras están bloqueadas, por nuestros caballeros, cuya mayor parte se aposta en el paso que nos separa de Sommerlund. Y en muy poco tiempo se hará público la esperada noticia... que Ruanon se autoproclama como baronía independiente de Sommerlund... nuestra propia nación.
Pero, ¿por qué? Pregunta Gavilán mientras Dragón aprieta los puños.
Jester Crow sonrie feroz. Nosotros somos la Baronía más influyente y rica de todo Sommerlund. El país se sostiene por las riquezas provenientes de nuestras minas y nuestro comercio, pero aun así no se nos trata con el respeto que merecemos, sino como si fueramos una más. Nosotros, que nada tenemos que ver con vosotros, malditos norteños. ¡Incluso geográficamente nuestra nación está separada de la vuestra! ¡Nosotros escribiremos nuestro propio destino!
Os dais cuenta que el caballero no está mintiendo, y que os encontráis delante de un peligroso fanático sediento de poder.
¡Silencio! Le espeta Dragón. ¿Por esto fue? ¿Por esto matásteis al Maestro Lobo Gris?
Crow agacha la cabeza y sigue hablando. Si... no conozco los detalles, pero Lobo se acercó demasiado a lo que estábamos preparando, así que Dragair se encargó de eliminarlo...
¿Y el Barón? Inquiere Gavilán. ¿Está al tanto de todo esto?
El Barón... balbucea el caballero. El Barón sería la marioneta a través de la cual gobernaríamos. El pueblo no aceptaría que no fuera uno del linaje Vanalund el jefe de la nación, aunque sólo fuera un títere. A medida que habla su voz pierde fueza. Nos imaginabamos que el Barón Derek sería difícil de manejar, por lo que teníamos planeado que abdicara en su Heredero, Aladar... Pero al chico lo despedazó ese maldito Helghast... lo que nos ha dejado como opción a Dan Vanalund como el primer líder de nuesta nueva nación...
Gavilán estalla. ¡Por el amor de Kai, sólo es un niño de nueve años!
Sí. Responde Jester. Así será más fácil manejarlo a nuestro antojo...
Horario: Tarde
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Es hora de comenzar a hablar, Crow. Dice Dragón con un susurro ronco. Empieza con el objetivo que te propones.
El caballero aparta la mirada del Señor del Kai, incomodo.
Sabemos más de lo que piensas. Apunta Gavilán. Sabemos que tus tropas, los “Caballeros de Ruanon”, como tu los llamas, se han situado en las fronteras de Ruanon, sobre todo en el Paso de Moytura. Te aconsejo que no te inventes ninguna historia, somos Señores del Kai, y sabremos si nos mientes. Y si lo haces... Dragón se empleará a fondo contigo...
Está bien... Gruñe Jester. A estas horas todas las fronteras están bloqueadas, por nuestros caballeros, cuya mayor parte se aposta en el paso que nos separa de Sommerlund. Y en muy poco tiempo se hará público la esperada noticia... que Ruanon se autoproclama como baronía independiente de Sommerlund... nuestra propia nación.
Pero, ¿por qué? Pregunta Gavilán mientras Dragón aprieta los puños.
Jester Crow sonrie feroz. Nosotros somos la Baronía más influyente y rica de todo Sommerlund. El país se sostiene por las riquezas provenientes de nuestras minas y nuestro comercio, pero aun así no se nos trata con el respeto que merecemos, sino como si fueramos una más. Nosotros, que nada tenemos que ver con vosotros, malditos norteños. ¡Incluso geográficamente nuestra nación está separada de la vuestra! ¡Nosotros escribiremos nuestro propio destino!
Os dais cuenta que el caballero no está mintiendo, y que os encontráis delante de un peligroso fanático sediento de poder.
¡Silencio! Le espeta Dragón. ¿Por esto fue? ¿Por esto matásteis al Maestro Lobo Gris?
Crow agacha la cabeza y sigue hablando. Si... no conozco los detalles, pero Lobo se acercó demasiado a lo que estábamos preparando, así que Dragair se encargó de eliminarlo...
¿Y el Barón? Inquiere Gavilán. ¿Está al tanto de todo esto?
El Barón... balbucea el caballero. El Barón sería la marioneta a través de la cual gobernaríamos. El pueblo no aceptaría que no fuera uno del linaje Vanalund el jefe de la nación, aunque sólo fuera un títere. A medida que habla su voz pierde fueza. Nos imaginabamos que el Barón Derek sería difícil de manejar, por lo que teníamos planeado que abdicara en su Heredero, Aladar... Pero al chico lo despedazó ese maldito Helghast... lo que nos ha dejado como opción a Dan Vanalund como el primer líder de nuesta nueva nación...
Gavilán estalla. ¡Por el amor de Kai, sólo es un niño de nueve años!
Sí. Responde Jester. Así será más fácil manejarlo a nuestro antojo...
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DRÁGALIN
Cuervo Vigía / Gato Alado
Horario: Tarde
Lugar: Acuartelamiento de los Caballeros / Bloque Prisión
Gato, armado con la pistola de chispa que le ha dejado Cuervo, se agazapa en una sombra del pasillo. Ante él, a unos pocos metros, está la sala de guardias del primer sótano. A través de la puerta enrejada puede ver a un guardia sentado en una mesa y comiendo de un plato. El joven Señor del Kai observa preocupado como el guardia también va armado con una pistola, además de una espada corta. Tendrá que ser rápido y absolutamente silencioso.
Gato echa una mirada atrás. Al inicio del pasillo está Will, con una daga en la mano y la llave que abre la puerta en la otra, listo para actuar. Tras él, Cuervo blande a Inquisidora y le lanza una mirada de determinación. Es hora de actuar.
El Señor del Kai abre la palma de la mano, revelando en ella un puñado de monedas de plata. Concentrándose levemente, las monedas empiezan a moverse por el aire hasta llegar al otro lado de la puerta enrejada. Gato deja de concentrarse y las monedas caen al suelo.
Dentro, el guardia parece darse cuenta, porque deja de comer se levanta y se acerca a la puerta. Su mirada baja al suelo, a las monedas.
Es ese preciso momento en el que Gato, haciendo honor a su nombre sale corriendo sin hacer ningún ruido y llegar hasta la puerta. El guardia levanta la mirada para encontrarse mirando de frente al agujero del cañón de una pistola, y se queda congelado.
Ssssshhhh.... le susurra Gato mientras nota ya a Will a su lado abriendo silenciosamente la puerta. Aprovecha para meter la mano entre las rejas, arrebatarle la llave que cuelga de su cintura y la pistola , pasándosela a Cuervo que ya está detrás suyo.
Todos entran ya en la sala de guardia. En un lado está la escalera que desciende al segundo nivel, y aparte hay dos puertas, una de ellas reforzada, que debe dar a las celdas.
Sin embargo, antes de que puedan decidir qué hacer, la puerta reforzada se abre, y por ella entra otro guardia, llevando una cacerola de comida. El guardia suelta la cacerola de la impresión al encontrarse con el filo del hacha de Cuervo en la garganta.
Detrás suyo, se puede ver un largo pasillo con celdas a los lados.
El primero en gritar al ver lo que pasa es uno de los presos de una de las celdas más cercanas a la puerta. Al cabo de unos segundos, el resto de los presos se entera de lo que pasa y comienzan a gritar que pidiendo libertad.
Gato y Cuervo intercambian una mirada de alerta, porque al poco empiezan a oirse otros gritos, los de uno de los guardias del segundo nivel.
¡Desmond! ¡Jon! ¡¿Qué pasa allí arriba?! ¡Responded!
Horario: Tarde
Lugar: Acuartelamiento de los Caballeros / Bloque Prisión
Gato, armado con la pistola de chispa que le ha dejado Cuervo, se agazapa en una sombra del pasillo. Ante él, a unos pocos metros, está la sala de guardias del primer sótano. A través de la puerta enrejada puede ver a un guardia sentado en una mesa y comiendo de un plato. El joven Señor del Kai observa preocupado como el guardia también va armado con una pistola, además de una espada corta. Tendrá que ser rápido y absolutamente silencioso.
Gato echa una mirada atrás. Al inicio del pasillo está Will, con una daga en la mano y la llave que abre la puerta en la otra, listo para actuar. Tras él, Cuervo blande a Inquisidora y le lanza una mirada de determinación. Es hora de actuar.
El Señor del Kai abre la palma de la mano, revelando en ella un puñado de monedas de plata. Concentrándose levemente, las monedas empiezan a moverse por el aire hasta llegar al otro lado de la puerta enrejada. Gato deja de concentrarse y las monedas caen al suelo.
Dentro, el guardia parece darse cuenta, porque deja de comer se levanta y se acerca a la puerta. Su mirada baja al suelo, a las monedas.
Es ese preciso momento en el que Gato, haciendo honor a su nombre sale corriendo sin hacer ningún ruido y llegar hasta la puerta. El guardia levanta la mirada para encontrarse mirando de frente al agujero del cañón de una pistola, y se queda congelado.
Ssssshhhh.... le susurra Gato mientras nota ya a Will a su lado abriendo silenciosamente la puerta. Aprovecha para meter la mano entre las rejas, arrebatarle la llave que cuelga de su cintura y la pistola , pasándosela a Cuervo que ya está detrás suyo.
Todos entran ya en la sala de guardia. En un lado está la escalera que desciende al segundo nivel, y aparte hay dos puertas, una de ellas reforzada, que debe dar a las celdas.
Sin embargo, antes de que puedan decidir qué hacer, la puerta reforzada se abre, y por ella entra otro guardia, llevando una cacerola de comida. El guardia suelta la cacerola de la impresión al encontrarse con el filo del hacha de Cuervo en la garganta.
Detrás suyo, se puede ver un largo pasillo con celdas a los lados.
El primero en gritar al ver lo que pasa es uno de los presos de una de las celdas más cercanas a la puerta. Al cabo de unos segundos, el resto de los presos se entera de lo que pasa y comienzan a gritar que pidiendo libertad.
Gato y Cuervo intercambian una mirada de alerta, porque al poco empiezan a oirse otros gritos, los de uno de los guardias del segundo nivel.
¡Desmond! ¡Jon! ¡¿Qué pasa allí arriba?! ¡Responded!
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DRÁGALIN
Dragón Carmesí / Gavilán Temerario
Horario: Tarde
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Vosotros... murmura Gavilán. ¿Quiénes sois vosotros en realidad? ¿Quién comenzó toda esta locura? Sabemos que os reuníais en una sala secreta de La Mano a conspirar, de manera que no te atrevas a mentirnos y danos nombres...
Para acentuar su exigencia, Gavilán usa su poder psíquico en Crow, causandole algo parecido a una violenta migraña.
Recordáis la información que os dio el helghast, que vuestros enemigos eran cuatro encapuchados. Ahora sabéis que uno era Dragair, y el otro sir Jester, pero quereis oir de labios del caballero el nombre de los otros dos conspiradores.
Dragair... dice Crow sin resuello... él fue quien empezó todo y nos ofreció formar un pacto para convertirnos en los señores de Ruanon... a mí, a Luanus y a Ekaterina Tiddar... por favor... la cabeza me va a estallar...
Gavilán relaja un poco la pres psíquica mientras meditais sobre lo que ha dicho Crow. De manera que los otros dos conspiradores son el Hermano Luanus, a punto de convertirse en el Sumo Sacerdote de Ishir y Lady Ekaterina Tiddar, Gran Maestre del poderoso Gremio de Comerciantes de Ruanon.
No era una mala idea... En este grupo se reunían el poder militar (Crow), el religioso (Luanus) el financiero (Ekaterina) y el mágico (Dragair).
Dragón agarra a Jester por el pelo y le echa la cabeza hacia atrás.¡¿Quién más?! ¡No creerás que sólo cuatro personas han organizado todo esto!
Crow jadea mientras un hilillo de sangre resbala por la comisura de sus labios...
Mis... mis oficiales están al tanto de todo... yo mismo les elegí para esto, y la mayoría de los caballeros actúan sin dudar bajo ordenes, sin pensar si lo que hacen está bien o mal... También tenemos peones en la alta jerarquía eclesiastica de Ruanon, y el Consejo del Gremio de Comerciantes come en la mano de Ekaterina. Además, nobles influyentes de las casas vasallas a la Vanalund están con osotros, como las familias Anskar, Furia, Crow y Tiddar.
Al oir esto empezáis a comprender que la conspiración de Ruanon está presente a todos los niveles...
Es en ese momento, los dos ois el ruido de pasos en el piso de arriba de la casa...
¿No se suponía que estábais aquí sólos?
Horario: Tarde
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Vosotros... murmura Gavilán. ¿Quiénes sois vosotros en realidad? ¿Quién comenzó toda esta locura? Sabemos que os reuníais en una sala secreta de La Mano a conspirar, de manera que no te atrevas a mentirnos y danos nombres...
Para acentuar su exigencia, Gavilán usa su poder psíquico en Crow, causandole algo parecido a una violenta migraña.
Recordáis la información que os dio el helghast, que vuestros enemigos eran cuatro encapuchados. Ahora sabéis que uno era Dragair, y el otro sir Jester, pero quereis oir de labios del caballero el nombre de los otros dos conspiradores.
Dragair... dice Crow sin resuello... él fue quien empezó todo y nos ofreció formar un pacto para convertirnos en los señores de Ruanon... a mí, a Luanus y a Ekaterina Tiddar... por favor... la cabeza me va a estallar...
Gavilán relaja un poco la pres psíquica mientras meditais sobre lo que ha dicho Crow. De manera que los otros dos conspiradores son el Hermano Luanus, a punto de convertirse en el Sumo Sacerdote de Ishir y Lady Ekaterina Tiddar, Gran Maestre del poderoso Gremio de Comerciantes de Ruanon.
No era una mala idea... En este grupo se reunían el poder militar (Crow), el religioso (Luanus) el financiero (Ekaterina) y el mágico (Dragair).
Dragón agarra a Jester por el pelo y le echa la cabeza hacia atrás.¡¿Quién más?! ¡No creerás que sólo cuatro personas han organizado todo esto!
Crow jadea mientras un hilillo de sangre resbala por la comisura de sus labios...
Mis... mis oficiales están al tanto de todo... yo mismo les elegí para esto, y la mayoría de los caballeros actúan sin dudar bajo ordenes, sin pensar si lo que hacen está bien o mal... También tenemos peones en la alta jerarquía eclesiastica de Ruanon, y el Consejo del Gremio de Comerciantes come en la mano de Ekaterina. Además, nobles influyentes de las casas vasallas a la Vanalund están con osotros, como las familias Anskar, Furia, Crow y Tiddar.
Al oir esto empezáis a comprender que la conspiración de Ruanon está presente a todos los niveles...
Es en ese momento, los dos ois el ruido de pasos en el piso de arriba de la casa...
¿No se suponía que estábais aquí sólos?
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DRÁGALIN
Cuervo Vigía / Gato Alado
Horario: Tarde
Lugar: Acuartelamiento de los Caballeros / Bloque Prisión
Tras desarmar y encerrar a los dos guardias en una de las celdas de la prisión, los Señores del Kai comienzan a descende las escaleras hacia el segundo nivel.
Cuervo abre la marcha, con Inquisidora firmemente empuñada, una pistola en la otra mano, y una segunda enfundada en la cintura. Tras él, Gato y Will le siguen de creca, tratando de hacer el menor ruido posible.
Pero en cuanto dejan las escaleras y entran en el pasillo que da a la sala de guardia del segundo nivel, un estruendo los deja sordos y una bala impacta contra la pared, donde un instante antes estaba la cabeza de Cuervo.
¡Mierda! Maldice el Señor del Kai haciendo que sus camaradas vuelvan a subir por la escalera para ponerse a cubierto. ¡Esos herejes se han parapetado allá abajo!
Will mira a los dos Señores del Kai, mordiéndose el labio.
¿Y ahora qué hacemos?
Horario: Tarde
Lugar: Acuartelamiento de los Caballeros / Bloque Prisión
Tras desarmar y encerrar a los dos guardias en una de las celdas de la prisión, los Señores del Kai comienzan a descende las escaleras hacia el segundo nivel.
Cuervo abre la marcha, con Inquisidora firmemente empuñada, una pistola en la otra mano, y una segunda enfundada en la cintura. Tras él, Gato y Will le siguen de creca, tratando de hacer el menor ruido posible.
Pero en cuanto dejan las escaleras y entran en el pasillo que da a la sala de guardia del segundo nivel, un estruendo los deja sordos y una bala impacta contra la pared, donde un instante antes estaba la cabeza de Cuervo.
¡Mierda! Maldice el Señor del Kai haciendo que sus camaradas vuelvan a subir por la escalera para ponerse a cubierto. ¡Esos herejes se han parapetado allá abajo!
Will mira a los dos Señores del Kai, mordiéndose el labio.
¿Y ahora qué hacemos?
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DRÁGALIN
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Horario: Tarde
Lugar: Acuartelamiento de los Caballeros / Bloque Prisión
Una pareja de caballeros se acerca hasta la entrada del bloque-prisión, deteniéndose ante su entrada, que se encuentra cerrada.
Venimos a realizar el cambio de turno. Le dice uno de los dos al caballero que monta guardia. ¿Por qué está cerrada la puerta? Abrela.
Estooo... Verán, está cerrada desde el interior. Responde el guardia.
¿Eh? ¿Y cómo es eso? Le inquiere uno de los caballeros.
Ordenes del sargento Vernet.
Los caballeros se miran entre sí, extrañados. Eso es irrelevente soldado. Venimos al cambio de turno, haz que abran.
El guardia se da la vuelta y empieza a golpear el portón, pero sólo el silencio le responde, incluso cuando empieza a gritar que le abran.
Uno de los caballeros coge de los hombros al guardia y le da la vuelta.
¿Qué coño está pasando aquí soldado?
No... no lo sé. Balbucea el guardia.
¿Ha ocurrido algo extraño hace poco? Insiste el otro caballero. ¿Quién ha entrado el último aquí?
Dos guardias de la ciudad llevando a un prisionero. Responde nervioso.
Los dos caballeros se vuelven a mirar entre sí, claramente alarmados. ¡Pero serás imbécil! ¿Hace cuanto de eso?
Pues... ci-cinco o diez minutos... creo.
¡Maldito idiota! Le recrimina el caballero. ¡Vamos, haz algo útil y avisa que den la alarma en el acuartelamiento! ¡Tenemos un intento de fuga!
Horario: Tarde
Lugar: Acuartelamiento de los Caballeros / Bloque Prisión
Una pareja de caballeros se acerca hasta la entrada del bloque-prisión, deteniéndose ante su entrada, que se encuentra cerrada.
Venimos a realizar el cambio de turno. Le dice uno de los dos al caballero que monta guardia. ¿Por qué está cerrada la puerta? Abrela.
Estooo... Verán, está cerrada desde el interior. Responde el guardia.
¿Eh? ¿Y cómo es eso? Le inquiere uno de los caballeros.
Ordenes del sargento Vernet.
Los caballeros se miran entre sí, extrañados. Eso es irrelevente soldado. Venimos al cambio de turno, haz que abran.
El guardia se da la vuelta y empieza a golpear el portón, pero sólo el silencio le responde, incluso cuando empieza a gritar que le abran.
Uno de los caballeros coge de los hombros al guardia y le da la vuelta.
¿Qué coño está pasando aquí soldado?
No... no lo sé. Balbucea el guardia.
¿Ha ocurrido algo extraño hace poco? Insiste el otro caballero. ¿Quién ha entrado el último aquí?
Dos guardias de la ciudad llevando a un prisionero. Responde nervioso.
Los dos caballeros se vuelven a mirar entre sí, claramente alarmados. ¡Pero serás imbécil! ¿Hace cuanto de eso?
Pues... ci-cinco o diez minutos... creo.
¡Maldito idiota! Le recrimina el caballero. ¡Vamos, haz algo útil y avisa que den la alarma en el acuartelamiento! ¡Tenemos un intento de fuga!
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Me llevo las manos a la herida, mientras mentalmente rezo una plegaria a Kai implorando que me ilumine en la senda de la guerra.
-Esto se pone peor, Gato Alado. Bajar al siguiente nivel significa enfrentarnos al fuego de estos malditos artefactos; pero tampoco podemos dar marcha atrás: los guardias de la superficie van a enterarse de un momento a otro, si no lo han hecho ya, de que algo extraño pasa en la prisión y querrán entrar. De no hacer nada este callejón sin salida se va a estrechar cada vez más y encontraremos aquí la muerte. Debemos hacer algo y hacerlo ya.
El vociferio de los presos sigue en aumento, pero ni siquiera los oigo, tan concentrado estoy en mi rezo a Kai, el Dios y padre de los Sommerlundeses, el que nos obliga a la solidaridad y humanidad para con nosotros, de éste pensamiento, que creo que me lo ha dado Kai saco la idea de nuestro plan de acción:
-Bien, veamos hasta que punto estos guardias son fieles a Sommerlund o a Ruanon o a sus propios compañeros de armas; no te pongas nervioso, Gato, y haz lo que yo haga.
Abro la puerta donde hemos encerrado a los dos guardias de este nivel, mientras Will los apunta con la pistola. Colocándome detrás de uno, le agarro fuertemente con el brazo, rodeándole el cuello y le encañono con la pistola en la sien.
-¡Gato, haz lo mismo con el tuyo! Tu Will quédate aquí arriba apuntando al nivel superior, en cuanto te llamemos baja adonde estemos. Y tú -dirigiéndome al guardia- encuanto empezemos a bajar las escaleras ya les puedes gritar bien alto a tus compañeros que no disparen, si no comprobarás por tí mismo el sabor de estas armas de los enanos de Bor, que Naar se los lleve.
Mi idea es que bajemos encañonándo a los guardias, mientras ellos van gritando a sus cmpñaeros de abajo que no disparen, quiero confiar en que los de abajo, por compañerismo o humanidad (si tienen) no se atrevan a disparar por miedo a que nos carguemos a uno de sus compañeros. Si sale bien en cuanto estén a mi alcance lanzo mi Ataque Psíquico de 5º grado. Will se queda arriba, por lo que no tengo que evitar que le dañe el Ataque.
-¡No dispareis...! -Grita asustado el guardia al que tengo atenazado conforme empezamos a bajar las escaleras al 2º nivel.
-Esto se pone peor, Gato Alado. Bajar al siguiente nivel significa enfrentarnos al fuego de estos malditos artefactos; pero tampoco podemos dar marcha atrás: los guardias de la superficie van a enterarse de un momento a otro, si no lo han hecho ya, de que algo extraño pasa en la prisión y querrán entrar. De no hacer nada este callejón sin salida se va a estrechar cada vez más y encontraremos aquí la muerte. Debemos hacer algo y hacerlo ya.
El vociferio de los presos sigue en aumento, pero ni siquiera los oigo, tan concentrado estoy en mi rezo a Kai, el Dios y padre de los Sommerlundeses, el que nos obliga a la solidaridad y humanidad para con nosotros, de éste pensamiento, que creo que me lo ha dado Kai saco la idea de nuestro plan de acción:
-Bien, veamos hasta que punto estos guardias son fieles a Sommerlund o a Ruanon o a sus propios compañeros de armas; no te pongas nervioso, Gato, y haz lo que yo haga.
Abro la puerta donde hemos encerrado a los dos guardias de este nivel, mientras Will los apunta con la pistola. Colocándome detrás de uno, le agarro fuertemente con el brazo, rodeándole el cuello y le encañono con la pistola en la sien.
-¡Gato, haz lo mismo con el tuyo! Tu Will quédate aquí arriba apuntando al nivel superior, en cuanto te llamemos baja adonde estemos. Y tú -dirigiéndome al guardia- encuanto empezemos a bajar las escaleras ya les puedes gritar bien alto a tus compañeros que no disparen, si no comprobarás por tí mismo el sabor de estas armas de los enanos de Bor, que Naar se los lleve.
Mi idea es que bajemos encañonándo a los guardias, mientras ellos van gritando a sus cmpñaeros de abajo que no disparen, quiero confiar en que los de abajo, por compañerismo o humanidad (si tienen) no se atrevan a disparar por miedo a que nos carguemos a uno de sus compañeros. Si sale bien en cuanto estén a mi alcance lanzo mi Ataque Psíquico de 5º grado. Will se queda arriba, por lo que no tengo que evitar que le dañe el Ataque.
-¡No dispareis...! -Grita asustado el guardia al que tengo atenazado conforme empezamos a bajar las escaleras al 2º nivel.
¡EL SEÑOR DEL KAI HA VUELTO!
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Fantasma Grunweazel
Imito a Cuervo agarrando a uno de los guardias y usándolo como escudo humano le coloco mi daga en el cuello y esgrimo el trabuco apuntando hacia el frente.
Susurro al oído del guardia-Un movimiento en falso y te abro otra vía para respirar...y espero por tu bien que tus amiguitos se porten...
Y a Cuervo:Espero que esto funcione, o lo vamos a pasar mal, muy mal...
Susurro al oído del guardia-Un movimiento en falso y te abro otra vía para respirar...y espero por tu bien que tus amiguitos se porten...
Y a Cuervo:Espero que esto funcione, o lo vamos a pasar mal, muy mal...
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Jolan
En cuanto noto movimiento en la parte superior de la casa, relajo la presión psíquica sobre Crow para concentrar mi sexto sentido ante la amenaza de un posible peligro, intentando averiguar la naturaleza de lo que provoca el ruido. Si alguien ha descubierto que le hemos traído hasta aqui, pronto tendremos a todo el cuerpo de caballeros fieles a Jester rodeando el viejo caserón. Intercambio una mirada con Dragón como preguntándole qué está pasando.
Todo está ocurriendo demasiado rápido. Algo me dice que esto no va a resultar nada fácil. Por otra parte, un lado de mi mente no deja de preguntarse qué habrá sido de Cuervo y de Gato. Estoy preocupado por ellos...
Todo está ocurriendo demasiado rápido. Algo me dice que esto no va a resultar nada fácil. Por otra parte, un lado de mi mente no deja de preguntarse qué habrá sido de Cuervo y de Gato. Estoy preocupado por ellos...
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DRÁGALIN
Cuervo Vigía / Gato Alado
Horario: Tarde
Lugar: Acuartelamiento de los Caballeros / Bloque Prisión
En la sala, los cuatro guardias se encuentran apostados en la puerta enrejada, con sus pistolas apuntando hacia el pasillo, atentos a cualquier movimiento.
Y alguien desciende por las escaleras...
¡Todos listos para disparar!
Pero lo que ven les hace dudar. Sus compañeros están usando como escudos y encañonados por los dos Señores del Kai, que les obligan a avanzar por el pasillo.
¡Maldita sea! ¡Tienen a Desmond y Jon! ¡Deteneos!
Pero no se detienen, y siguen avanzando mientras los guardias parapetados discuten entre ellos sobre lo que hacer y gritan a los Señores del Kai que paren.
Pero con la estratagema, Cuervo ya ha llegado más allá de la mitad del pasillo.
¡Ahora! Le grita Gato.
El Señor del Kai desata todo su poder psíquico y, a su alrededor, los guardias se derrumban, algunos inconscientes y otros gritando de dolor mientras se llevan las manos a la cabeza.
Horario: Tarde
Lugar: Acuartelamiento de los Caballeros / Bloque Prisión
En la sala, los cuatro guardias se encuentran apostados en la puerta enrejada, con sus pistolas apuntando hacia el pasillo, atentos a cualquier movimiento.
Y alguien desciende por las escaleras...
¡Todos listos para disparar!
Pero lo que ven les hace dudar. Sus compañeros están usando como escudos y encañonados por los dos Señores del Kai, que les obligan a avanzar por el pasillo.
¡Maldita sea! ¡Tienen a Desmond y Jon! ¡Deteneos!
Pero no se detienen, y siguen avanzando mientras los guardias parapetados discuten entre ellos sobre lo que hacer y gritan a los Señores del Kai que paren.
Pero con la estratagema, Cuervo ya ha llegado más allá de la mitad del pasillo.
¡Ahora! Le grita Gato.
El Señor del Kai desata todo su poder psíquico y, a su alrededor, los guardias se derrumban, algunos inconscientes y otros gritando de dolor mientras se llevan las manos a la cabeza.
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DRÁGALIN
Cuervo Vigía / Gato Alado
Horario: Tarde
Lugar: Acuartelamiento de los Caballeros / Bloque Prisión
Tras reducir y desarmar a los guardias, el Señor del Kai Cuervo Vigía desciende a liberar a los prisioneros del tercer nivel de la prisión.
Mientras, en el segundo nivel, Gato cierra con llave la puerta-reja que da acceso mientras echa una mirada nerviosa al pasillo. Algo le dice que el tiempo se les agota...
¿Qué hay de esa ruta de escape, chaval? Le pregunta a Will.
El chico sonríe travieso mientras abre una puerta de la sala. Aquí está.
Gato echa un vistazo, y luego otro. No se lo acaba de creer.
¡¿La letrina?! ¿¡Pretendes que huyamos por el agujero del water!?
Usted dejemelo a mí. Dice Will. Mientras sería mejor que estuviese al tanto del pasillo.
Gato decide que el chico tiene razón, y se aposta en la reja.
Su fino oido parece que capta ruido en los niveles superiores... y no son sólo los presos armando jaleo. La frente del Señor del Kai se perla de sudor.
Cuervo... Date prisa...
Abajo, Cuervo se dispone a abrir la puerta que da a las celdas del tercer nivel. Según Lucius Thorne, aquí se encuentran detenidos todos aquellos caballeros que se han opuesto a sir Jester y sus planes, la mayoría oficiales de bajo rango y caballeros. Necesitáis la fuerza de estos caballeros para darle la vuelta a la situación. Cuervo también recuerda que Lucius le dijo que también es posible que aquí estuviera uno de sus antiguos compañeros, el único oficial de alto rango que debe haber, el capitán Duvall, de manera que ya sabe por quién preguntar primero.
Con un último giro a la llave, el Señor del Kai abre la puerta.
Horario: Tarde
Lugar: Acuartelamiento de los Caballeros / Bloque Prisión
Tras reducir y desarmar a los guardias, el Señor del Kai Cuervo Vigía desciende a liberar a los prisioneros del tercer nivel de la prisión.
Mientras, en el segundo nivel, Gato cierra con llave la puerta-reja que da acceso mientras echa una mirada nerviosa al pasillo. Algo le dice que el tiempo se les agota...
¿Qué hay de esa ruta de escape, chaval? Le pregunta a Will.
El chico sonríe travieso mientras abre una puerta de la sala. Aquí está.
Gato echa un vistazo, y luego otro. No se lo acaba de creer.
¡¿La letrina?! ¿¡Pretendes que huyamos por el agujero del water!?
Usted dejemelo a mí. Dice Will. Mientras sería mejor que estuviese al tanto del pasillo.
Gato decide que el chico tiene razón, y se aposta en la reja.
Su fino oido parece que capta ruido en los niveles superiores... y no son sólo los presos armando jaleo. La frente del Señor del Kai se perla de sudor.
Cuervo... Date prisa...
Abajo, Cuervo se dispone a abrir la puerta que da a las celdas del tercer nivel. Según Lucius Thorne, aquí se encuentran detenidos todos aquellos caballeros que se han opuesto a sir Jester y sus planes, la mayoría oficiales de bajo rango y caballeros. Necesitáis la fuerza de estos caballeros para darle la vuelta a la situación. Cuervo también recuerda que Lucius le dijo que también es posible que aquí estuviera uno de sus antiguos compañeros, el único oficial de alto rango que debe haber, el capitán Duvall, de manera que ya sabe por quién preguntar primero.
Con un último giro a la llave, el Señor del Kai abre la puerta.
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DRÁGALIN
Dragón Carmesí / Gavilán Temerario
Horario: Tarde
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Interrumpís el interrogatorio para desenvainar vuestras armas y seguir los ruidos del piso superior. Os mantenéis en tensión y en silencio a medida que los ruidos os indican que quienquiera que sea está bajando por la escalera de madera hasta vuestro piso.
Dragón se coloca a un lado de la puerta, con la espada de sir Jester en posición de ataque, pero Gavilán le indica con un gesto que se aparte, le parece que son dos personas, y si no se equivoca, deben de ser...
¡Lucius! ¡Tresmond!
Efectivamente, son el anciano caballero y el bardo durenés quienes aparecen por la puerta, para vuestra sorpresa y alivio.
Lamento el retraso. Os explica Tresmond. Pero la situación es mala. Lo que hemos hecho ha sido como sacudir un avispero. Ahora mismo, por toda la ciudad, hay patrullas y más patrullas de caballeros y guardias deteniendo e interrogando a cuaquiera que parezca sospechoso. Se habla incluso de que se va a imponer el toque de queda en la ciudad durante la noche.
El durenés parece cansado. Por eso hemos tardado más de la cuenta en llegar aquí... Pero decidme, ¿se sabe algo de vuestros compañeros y de Will?
Apesumbrados, negáis con la cabeza. Todavía nada.
Mientras tanto, Lucius se ha aproximado a Crow y le mira con una sonrisa aviesa.
Hola Jester.. hacía tiempo ¿verdad?
El caballero encadenado levanta la mirada hacia el anciano. Thorne... así que esto es cosa tuya... La verdad es que nunca pensé que tuvieras huevos para vengarte.
Ya ves. Le responde Lucius con frialdad. Hace años, tú me lo arrebataste todo... pronto estaremos en paz, no lo dudes.
Lucius se vuelve entonces hacia vosotros, para que le digaís qué le habéis sacado a sir Jester. Le explicáis como habeis hecho que confiese los objetivos de su conspiración y quienes son los implicados en ella.
Muy bien. Dice Lucius echando una mirada a Crow. Ahora hay que sacarle cómo piensan lograr tener éxito en su propósito, todo aquello que han planeado...
Horario: Tarde
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Interrumpís el interrogatorio para desenvainar vuestras armas y seguir los ruidos del piso superior. Os mantenéis en tensión y en silencio a medida que los ruidos os indican que quienquiera que sea está bajando por la escalera de madera hasta vuestro piso.
Dragón se coloca a un lado de la puerta, con la espada de sir Jester en posición de ataque, pero Gavilán le indica con un gesto que se aparte, le parece que son dos personas, y si no se equivoca, deben de ser...
¡Lucius! ¡Tresmond!
Efectivamente, son el anciano caballero y el bardo durenés quienes aparecen por la puerta, para vuestra sorpresa y alivio.
Lamento el retraso. Os explica Tresmond. Pero la situación es mala. Lo que hemos hecho ha sido como sacudir un avispero. Ahora mismo, por toda la ciudad, hay patrullas y más patrullas de caballeros y guardias deteniendo e interrogando a cuaquiera que parezca sospechoso. Se habla incluso de que se va a imponer el toque de queda en la ciudad durante la noche.
El durenés parece cansado. Por eso hemos tardado más de la cuenta en llegar aquí... Pero decidme, ¿se sabe algo de vuestros compañeros y de Will?
Apesumbrados, negáis con la cabeza. Todavía nada.
Mientras tanto, Lucius se ha aproximado a Crow y le mira con una sonrisa aviesa.
Hola Jester.. hacía tiempo ¿verdad?
El caballero encadenado levanta la mirada hacia el anciano. Thorne... así que esto es cosa tuya... La verdad es que nunca pensé que tuvieras huevos para vengarte.
Ya ves. Le responde Lucius con frialdad. Hace años, tú me lo arrebataste todo... pronto estaremos en paz, no lo dudes.
Lucius se vuelve entonces hacia vosotros, para que le digaís qué le habéis sacado a sir Jester. Le explicáis como habeis hecho que confiese los objetivos de su conspiración y quienes son los implicados en ella.
Muy bien. Dice Lucius echando una mirada a Crow. Ahora hay que sacarle cómo piensan lograr tener éxito en su propósito, todo aquello que han planeado...
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Parsion
- Gran Sol
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una vez girada la llave de la cerradura, abro la puerta de una patada, la sala está vacía pero tras los barrotes de las puertas de las celdas se ven los rostos macilentos y ojerosos, mirando algo desconcertados.
-Rápido ¿quién de vosotros es el capitán Duvall? Que se acerce a mí.
-Hijos de Sommerlund. Soy el Señor del Kai Cuervo Vigía, soy conocedor de vuestra lealtad y de los injustos motivos por los que estais aquí presos. Se está preparando un ataque traidor a la soberanía de Sommerlund. Y nuestro país requiere de sus soldados más fieles. Venid conmigo, hemos encontrado una salida a estas prisiones, ¡les haremos beber sangre a esos traidores a la patria!
-Rápido ¿quién de vosotros es el capitán Duvall? Que se acerce a mí.
-Hijos de Sommerlund. Soy el Señor del Kai Cuervo Vigía, soy conocedor de vuestra lealtad y de los injustos motivos por los que estais aquí presos. Se está preparando un ataque traidor a la soberanía de Sommerlund. Y nuestro país requiere de sus soldados más fieles. Venid conmigo, hemos encontrado una salida a estas prisiones, ¡les haremos beber sangre a esos traidores a la patria!
¡EL SEÑOR DEL KAI HA VUELTO!
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DRÁGALIN
Cuervo Vigía / Gato Alado
Horario: Tarde
Lugar: Acuartelamiento de los Caballeros / Bloque Prisión
Los gritos de júbilo recorren la prisión mientras Cuervo usa las llaves para ir abriendo las puertas de las celdas. Los caballeros presos le abrazan y le dan las gracias entre lágrimas, para despues ayudarle a liberar al resto de sus compañeros.
Uno de ellos se presenta como el capitán Duvall, un hombre de unos cuarenta años, de complexión poderosa, calvo y con una espesa barba salpicada de canas.
Gracias, amigo. Le dice emocionado. Hemos rezado interminablemente pidiendo un milagro, y por fin los dioses te han enviado para liberarnos. Nuestra vida te pertenece ahora y siempre, Señor del Kai.
Cuervo nunca había visto tanta esperanza en los ojos de un hombre, y casi le vuelve a hacer llorar al darle saludos de Lucius Thorne, su viejo amigo. Pero Cuervo sabe que el tiempo del que disponen es limitado y todavía hay que salir de aquí.
Duvall lo entiende perfectamente y le explica que aquí están encerrados un total de veintitres caballeros, que algunos llevan pudriéndose aquí más de cinco años, aunque durante este tiempo se han tratado de mantener en forma por si llegaba este día con el que tanto habían soñado. A pesar de todo, algunos de ellos arrastran alguna enfermedad y necesitarán ser atendidos una vez salgan de aquí.
Cuervo le pide a Duvall que organice a sus hombres, y que los lleve al segundo nivel de la prisión, allí Gato Alado podría usar su disciplina de Curación con los caballeros que se encuentren en peor estado.
Así lo hace el capitán, y pronto todos se están dirigiendo hacia el nivel superior.
¡Por favor, liberadme! ¡No me dejéis aquí! Dice una voz desde una de las celdas, que los caballeros no han abierto.
Cuando Cuervo le pregunta a Duvall sobre quién es, el capitán le dice que no lo sabe, que lo trajeron aquí hace sólo unos días, que no es ningun caballero y que no se fian de quien podría ser.
¡Espere! Dice el preso dirigiendose a Cuervo. ¡Usted me conoce, es uno de los Señores del Kai!
Intrigado, Cuervo se acerca para descubrir que el preso le resulta familiar... ¡Claro! Era uno de los invitados en el banquete al que asistió el primer día de llegar a Ruanon, se trata de Radan Marr, el joven jefe de ingenieros de las Minas de Maaken. ¿Qué demonios está haciendo aquí?
¡No lo se! Le responde el joven, desesperado. Le explica como ese mismo día que se conocieron, al salir de la Mano, unos caballeros le secuestraron y le trajeron aquí, sin darle ninguna explicación.
Cuervo se pregunta si acaso la conspiración que se cierne sobre Ruanon tiene planes también para las Minas de Maaken y decide liberar al joven ingeniero para que huya con los demás, pensando que quizás sea de ayuda más adelante.
Pero cuando se disponen a ascender por las escaleras, una explosión hace retumbar los muros de la prisión...
Horario: Tarde
Lugar: Acuartelamiento de los Caballeros / Bloque Prisión
Los gritos de júbilo recorren la prisión mientras Cuervo usa las llaves para ir abriendo las puertas de las celdas. Los caballeros presos le abrazan y le dan las gracias entre lágrimas, para despues ayudarle a liberar al resto de sus compañeros.
Uno de ellos se presenta como el capitán Duvall, un hombre de unos cuarenta años, de complexión poderosa, calvo y con una espesa barba salpicada de canas.
Gracias, amigo. Le dice emocionado. Hemos rezado interminablemente pidiendo un milagro, y por fin los dioses te han enviado para liberarnos. Nuestra vida te pertenece ahora y siempre, Señor del Kai.
Cuervo nunca había visto tanta esperanza en los ojos de un hombre, y casi le vuelve a hacer llorar al darle saludos de Lucius Thorne, su viejo amigo. Pero Cuervo sabe que el tiempo del que disponen es limitado y todavía hay que salir de aquí.
Duvall lo entiende perfectamente y le explica que aquí están encerrados un total de veintitres caballeros, que algunos llevan pudriéndose aquí más de cinco años, aunque durante este tiempo se han tratado de mantener en forma por si llegaba este día con el que tanto habían soñado. A pesar de todo, algunos de ellos arrastran alguna enfermedad y necesitarán ser atendidos una vez salgan de aquí.
Cuervo le pide a Duvall que organice a sus hombres, y que los lleve al segundo nivel de la prisión, allí Gato Alado podría usar su disciplina de Curación con los caballeros que se encuentren en peor estado.
Así lo hace el capitán, y pronto todos se están dirigiendo hacia el nivel superior.
¡Por favor, liberadme! ¡No me dejéis aquí! Dice una voz desde una de las celdas, que los caballeros no han abierto.
Cuando Cuervo le pregunta a Duvall sobre quién es, el capitán le dice que no lo sabe, que lo trajeron aquí hace sólo unos días, que no es ningun caballero y que no se fian de quien podría ser.
¡Espere! Dice el preso dirigiendose a Cuervo. ¡Usted me conoce, es uno de los Señores del Kai!
Intrigado, Cuervo se acerca para descubrir que el preso le resulta familiar... ¡Claro! Era uno de los invitados en el banquete al que asistió el primer día de llegar a Ruanon, se trata de Radan Marr, el joven jefe de ingenieros de las Minas de Maaken. ¿Qué demonios está haciendo aquí?
¡No lo se! Le responde el joven, desesperado. Le explica como ese mismo día que se conocieron, al salir de la Mano, unos caballeros le secuestraron y le trajeron aquí, sin darle ninguna explicación.
Cuervo se pregunta si acaso la conspiración que se cierne sobre Ruanon tiene planes también para las Minas de Maaken y decide liberar al joven ingeniero para que huya con los demás, pensando que quizás sea de ayuda más adelante.
Pero cuando se disponen a ascender por las escaleras, una explosión hace retumbar los muros de la prisión...