Hola! Voy a ser vuestro nuevo compañero de aventuras! Queréis ser mis amigos?

Y esta es mi historia...
HISTORIA DE ROB
Mi nombre es Rob. Bueno, al menos es el nombre que utilizo actualmente. Es la ventaja de haber nacido sin nombre, que te lo puedes cambiar cuando te aburres de uno (o cuando es peligroso seguir utilizándolo). ¿Que cómo es eso de nacer sin nombre? Pues muy fácil: soy huérfano. Mi madre murió al darme a luz, y de mi padre ni idea. Esto ocurrió hace 23 años aquí, en Gummport. Mi madre era pobre y sin familia conocida, así que me crié en un orfanato; y allí no se molestaron en ponerme nombre... Para dirigirse a mí decían “¡Ey tú!”, “¡Maldito ratero!”, o cosas menos agradables...
Como veis la vocación me llegó pronto. ¿Que a qué me refiero? ¡Venga, señor, no os hagáis el tonto conmigo! Soy Rob: ladrón, asesino, y el hombre al que estabais buscando. ¡Tranquilo, podéis seguir bebiendo! No estáis en mi lista (a menos que no me interese la propuesta que me traéis...).
Pero bueno, le hablaba de mi temprana vocación... La verdad es que la necesidad en aquellos tiempos era mucha, con todo eso de la depresión económica y de las guerras, así que imagínese la vida en un orfanato. No se esfuerce, no puede. Allí tenías dos opciones: o te espabilabas (de la manera que fuese) o te morías. Así de simple. Yo, a la vista está, opté por espabilarme, y descubrí que mis manos y mis pies eran mucho más ágiles que los de los demás. Manos para hurtar y pies para correr: sencillo y efectivo. El problema era que a veces correr no era una opción, y entonces descubrí en mí otro talento: las dagas y yo estábamos hechos el uno para el otro. Y cuando la gente se dio cuenta de este hecho, tuve que correr mucho menos.
Llegado un momento, decidí irme del orfanato (ellos lo llamaron “echarme”), y probar fortuna por el mundo adelante. Durante 7 años estuve viajando de un lado para otro: empecé por el Lejano Analand, luego el resto de nuestro país, algunas breves incursiones en Lendleland (por cierto, su comida es pésima), e incluso pasé una temporada en Kakhabad (casi todo el tiempo en las Colinas de Shamutanti, ya que en Kharé había mucha competencia). Todo este tiempo me sirvió para perfeccionar mis habilidades (de mi daga, que no ve, a su cuello, menos de un segundo), para casi perder la cabeza en una docena de ocasiones, y para hacer una pequeña fortuna.
Gracias a estos ahorros pude volver a Gummport hace 3 años, e ingresar en el gremio de ladrones: ya estaba aburrido de andar por ahí solo y sin rumbo fijo, y me apetecía asociarme. Han sabido valorar mis servicios, y yo los suyos: me ofrecen “trabajitos”, y yo cojo los que me interesan.
Pero volvamos a usted... Creo que me trae una oferta original y emocionante (y espero por su bien que generosamente recompensada). ¿Qué noticias me trae de nuestra bien querida reina Ahleesia...?
Descripción física: alto y delgado (todo fibra), y con una cara fácil de olvidar por su normalidad (7 en APA, ¡justo en el medio!). Ojos oscuros, pelo negro muy corto, y piel morena y curtida, excepto las manos, que son elegantes y cuidadas. Visto ropas oscuras y cómodas, y una capa con capucha para cuando tenga que ocultar mi propio aspecto. Y para cuando se adivinen problemas, nada mejor que una armadura de cuero, y una buena reserva de dagas.