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Re: La sangre de los zombis

Publicado: 03-Ago-2016, 18:44
por Heinrich
Si lo he entendido bien, te descolgarías para llegar al sitio donde está la bolsa con las armas y que queda oculto de la vista de Yurr. Es preferible hacer eso, aunque implique riesgo, porque refugiarse por la chimenea implicará perder las armas que han permitido a Z. llegar hasta este punto y ser cazado como un cordero por Yurr, que puede mandar a sus secuaces, con armas, a alguna de las otras torres y flanquear a Z. Pero no sé si he leído bien la situación y la disposición del tejado.

Re: La sangre de los zombis

Publicado: 03-Ago-2016, 22:44
por El Analandés
Heinrich escribió:Si lo he entendido bien, te descolgarías para llegar al sitio donde está la bolsa con las armas y que queda oculto de la vista de Yurr.
La falda del tejado expuesta es la Este, que da al patio, la bolsa de las armas se te ha caído antes y justo acabas de recuperarla, perdiendo un tiempo precioso. El castillo es de planta cuadrada y hay torres en cada esquina, una de ellas la del reloj por la que hemos subido, por lo que no te puedes quedar aquí, tarde o temprano subirán por la otra torre y te tendrán a tiro.

Agarras la mochila y ruedas hacia la otra vertiente, un instante después suena un disparo.

:smt024

Re: La sangre de los zombis

Publicado: 03-Ago-2016, 23:36
por El Analandés
NARRACIÓN

La bala golpea en una de las tejas del caballete justo donde estabas un instante antes. Al no estar acostumbrado al disparar hacia arriba el tiro de Dürr se queda bajo.

Tú te has dado impulso y ruedas sobre ti mismo resbalando por la otra vertiente. Te golpeas la cabeza y resbalas y pataleas durante unos momentos de pánico antes de lograr agarrarte clavando los guanteletes en las junturas entre las tejas. Tras recuperar aliento, con cuidado te remontas reptando por la pendiente, a despecho del dolor en codos y rodillas. Con un tirón te acercas la mochila con las armas y planeas tu próximo movimiento.

Desplazarte reptando por la contrapendiente lo descartas por el riesgo de deslizarte y caer, cargado como estás, puedes subir y bajar pero no desplazarte horizontalmente, a lo mejor podrías, pero tardarías mucho en llegar hasta la claraboya. Exponerse es suicida. Te das cuenta que estás muy asustado, más de lo que has estado antes en todas las situaciones de vida o muerte anteriores. Que te disparen es una experiencia nueva, y estás aterrado porque sabes que tu enemigo no fallará el tiro. Tienes que llegar hasta el refugio que te proporciona la chimenea. No te puedes quedar aquí. Tarde o temprano subirá alguien a la torre de la otra esquina y te dispararán desde ahí.

Tratas de calmarte. Te acuerdas de las historias de francotiradores durante la batalla de Stalingrado. En un duelo entre tiradores utilizaban señuelos, como asomar un casco, para provocar al francotirador enemigo a disparar y revelar su posición.

Piensas. El arma que utiliza Dürr es un fusil de caza mayor. No sabes si tendrá tres o cinco cartuchos, y no sabes cuando tendrá que recargar, pero lo que es seguro es que es un fusil de cerrojo y tardará al menos un par de segundos en accionarlo para extraer el cartucho vacío, cargar otro y apuntar. Si le provocas para que dispare, entonces puedes asomarte y devolverle el fuego mientras está recargando. El tipo está expuesto, de pie en la puerta del garaje. El casco como señuelo, eso es. Te quitas el almete, y lo depositas con cuidado en las tejas. Sacas la metralleta de la bolsa y la montas. Asomarás el casco y en cuanto dispare, te asomas tú y le sueltas una ráfaga antes de que pueda recargar. A esta distancia está difícil, pero una buena rociada de balas y alguna le acertará, eso esperas.

Vuelves a abrirte el casco y sientes alivio por el frescor. Ojalá también pudieras quitarte la gola, pero no es el momento.

No quieres perder el yelmo pues lo necesitarás luego, se te ocurre una idea, te sacas el cinturón de la espada y lo enganchas por la hebilla al tornillo posterior de apertura del almete y lo atas a la vaina, para que cuando lo dejes caer no se vaya rodando por el tejado. Encajas la espada entre las tejas como ancla. Das un par de tirones para estar seguro de que no se va a caer arrastrada por el peso del casco. Vaya, al final le has encontrado uso.

Te arrastras un poco más hacia arriba, apoyándote sobre una rodilla y te dispones a elevar el casco con el brazo izquierdo mientras sujetas la metralleta con la derecha. Practicas el movimiento. Asomar el casco y cuando suene el disparo, dejarlo caer y asomarse sobre el caballete del tejado para disparar.


Respiras hondo, y poco a poco elevas el casco sujetándolo por el borde inferior.

Entonces te acuerdas de las miniaturas que encontraste en el armario. A Dürr le gustaba jugar a wargames de la Segunda Guerra Mundial. A lo mejor conoce la historia y no pica con el cebo. Te encoges de hombros. Probar no cuesta nada.

Lentamente alzas el casco por encima de la arista del tejado...

Re: La sangre de los zombis

Publicado: 04-Ago-2016, 9:10
por Heinrich
Realmente, en esta situación, creo que Z. está en ventaja. Yurr será mejor tirador y tendrá un rifle mejor a esta distancia, pero la potencia de fuego de la ametralladora es mucho mayor; y, además, Z. está protegido por un chaleco antibalas y está oculto por la cota geográfica del terreno, mientras que, por la descripción, Yurr está de pie y expuesto, sin cobertura. Si yo fuera él, llamaría a los matones para que sacaran el coche y lo emplearan como cobertura; quizás piense que Z. no tiene armas, aunque, en ese caso, sus subordinados no le están suministrando una inteligencia muy adecuada sobre la situación, pues tienen que haber escuchado los tiroteos, echado en falta las armas, o al menos visto los cuerpos horadados por los proyectiles.

Re: La sangre de los zombis

Publicado: 04-Ago-2016, 10:49
por El Analandés
Unos apuntes tácticos
Heinrich escribió:Realmente, en esta situación, creo que Z. está en ventaja
Ponte tú en mi lugar, anda, no es nada agradable que te disparen :smt009

Te expongo por qué la situación está jodida, atrapado en un tejado con una caída de veinte metros lo menos, y que si te asomas te pegan un tiro.

. Dürr será mejor tirador y tendrá un rifle mejor a esta distancia,

Tiene un fusil de caza mayor con mira telescópica, en el post anterior puse que no, un error mío. A esa distancia es un tiro fácil. Si asomas la cabeza te la vuela.

pero la potencia de fuego de la metralleta es mucho mayor

Hasta ahora Z. sólo ha disparado bocajarro o contra masas de gente, sú única esperanza es apuntar hacia donde se encuentra el enemigo y rociar de balas a ver si alguna le da. El problema está en que entre se asoma y encara la metralleta, Dürr , que está al acecho tiene tiempo de apuntar y disparar.

; y, además, Z. está protegido por un chaleco antibalas

Los chalecos antibalas no te hacen invulnerable. El nombre es engañoso porque sólo protegen contra las balas de pistola, los de uso policial. Los chalecos militares se hicieron para proteger contra la metralla y a veces paran balas de fusil a larga distancia cuando han perdido mucha energía. Aún con las placas de titanio, el chaleco sólo protege contra balas de Kalashnikov antiguo (siete milímetros corto) y quizá contra los calibres modernos de 5 mm. Los fusiles de caza disparan cartuchos de gran potencia equivalentes al los fusiles de cerrojo y ametralladoras de las guerras mundiales (siete milímetros largo) y a esa corta distancia lo atravesaría. Z. lo sabe de sobra y por eso está asustado, aparte de la posibilidad de que le peguen un tiro en el melón. En realidad cualquier herida de bala en las extremidades sería fatal. O se cae del tejado, o le incapacita para seguir su evasión.

y está oculto por el tejado

Hasta que te asomes, quizá Dürr no sea tan buen tirador, pero con una mira telescópica y a 50 metros, es fácil acertar en la cabeza, como hizo Lee Harvey Oswald.

, mientras que, por la descripción, Yurr está de pie y expuesto, sin cobertura.

Es lo único positivo del asunto. De todas formas como estar acechando con el fusil en alto cansa los brazos seguramente se haya desplazado a uno de los lados de la entrada del garaje para apoyarse en la pared, seguramente la del norte, siendo diestro.

Si yo fuera él, llamaría a los matones para que sacaran el coche y lo emplearan como cobertura;

"¿Exponer mi valioso deportivo de lujo inglés? ¡De ninguna manera! "

Aparte, es un descapotable, y los coches NO paran las balas. Esto no se refleja en las películas. La chapa de la carrocería de los coches es penetrada con facilidad por las balas de pistola, y en un tiroteo lo único seguro es cubrirse tras el motor.

quizás piense que Z. no tiene armas,

A lo mejor se lleva una sorpresa. :smt047 Y. sólo sabe qué Z. está en el tejado y que tendrá que moverse. Como buen cazador está esperando pacientemente a que se exponga.

aunque, en ese caso, sus subordinados no le están suministrando una inteligencia muy adecuada sobre la situación

Oye, Dürr acaba de llegar. Quizá ni siquiera haya recibido un informe completo todavía. Es posible que ni siquiera haya cobertura de telefonía móvil en este lugar , o que la señal no pueda atravesar los gruesos muros, lo mismo podríamos decir para las radios portátiles. La ventaja que tiene Z. es que sus enemigos tendrán que reunirse para coordinarse y elaborar un plan, lo que le da varios minutos de ventaja, además de lo que tarden en subir a la torre adyacente. Lo único que Y. sabe porque lo ha visto cuando se acercaba, es una explosión en la torre del reloj. Si ha llamado al fijo y alguien ha cogido el teléfono, o hay algún interfono , le habrán contado que se ha escapado un preso, que está armado, es peligroso, pero que está atrapado en el tejado del ala oeste.


pues tienen que haber escuchado los tiroteos, echado en falta las armas, o al menos visto los cuerpos horadados por los proyectiles.


A lo mejor te has saltado la retrospectiva del mensaje anterior, que era muy largo, pero ya conté que los secuaces saben que tienes una pistola, una escopeta y la metralleta. Todavía no saben nada de las granadas. Y que eres algo más que un simple turista.

Re: La sangre de los zombis

Publicado: 04-Ago-2016, 11:39
por Heinrich
Los chalecos antibalas no te hacen invulnerable. El nombre es engañoso porque sólo protegen contra las balas de pistola, los de uso policial. Los chalecos militares se hicieron para proteger contra la metralla y a veces paran balas de fusil a larga distancia cuando han perdido mucha energía. Aún con las placas de titanio, el chaleco sólo protege contra balas de Kalashnikov antiguo (siete milímetros corto) y quizá contra los calibres modernos de 5 mm. Los fusiles de caza disparan cartuchos de gran potencia equivalentes al los fusiles de cerrojo y ametralladoras de las guerras mundiales (siete milímetros largo) y a esa corta distancia lo atravesaría. Z. lo sabe de sobra y por eso está asustado, aparte de la posibilidad de que le peguen un tiro en el melón. En realidad cualquier herida de bala en las extremidades sería fatal. O se cae del tejado, o le incapacita para seguir su evasión.

Ah, en esto tienes razón. No estaba pensando en el calibre del arma. Esto me pasa por postear sin pensar.

Hasta que te asomes, quizá Yurr no sea tan buen tirador, pero con una mira telescópica y a 50 metros, es fácil acertar en la cabeza, como hizo Lee Harvey Oswald.

¿Lee Harvey Oswald no tenía una bala mágica que se daba la vuelta en el medio del aire? ¡Así cualquiera! Además, es de suponer que en cuanto Yurr vea que hay ráfagas de fuego automático hacia su posición se ponga nervioso y no apunte con tanta tranquilidad.

"¿Exponer mi valioso deportivo de lujo inglés? ¡De ninguna manera! "

Aparte, es un descapotable, y los coches NO paran las balas. Esto no se refleja en las películas. La chapa de la carrocería de los coches es penetrada con facilidad por las balas de pistola, y en un tiroteo lo único seguro es cubrirse tras el motor.


Bueno, pero proporciona dos ventajas. La más importante es la de que puede ponerse bajo el bloque del motor. La segunda, que el enemigo no puede apuntarte bien si no te ve. No es tan aplicable en este caso, porque Z. se dedicará a hacer una demostración de spray and pray. En tercer lugar, si Yurr saliera a campo abierto tendría que disparar el rifle a pulso, y por lo que sé es mejor para la puntería apoyarlo en un soporte.

aunque, en ese caso, sus subordinados no le están suministrando una inteligencia muy adecuada sobre la situación

Oye, Yurr acaba de llegar. Quizá ni siquiera haya recibido un informe completo todavía. Es posible que ni siquiera haya cobertura de telefonía móvil en este lugar , o que la señal no pueda atravesar los gruesos muros, lo mismo podríamos decir para las radios portátiles. La ventaja que tiene Z. es que sus enemigos tendrán que reunirse para coordinarse y elaborar un plan, lo que le da varios minutos de ventaja, además de lo que tarden en subir a la torre adyacente. Lo único que Y. sabe porque lo ha visto cuando se acercaba, es una explosión en la torre del reloj. Si ha llamado al fijo y alguien ha cogido el teléfono, o hay algún interfono , le habrán contado que se ha escapado un preso, que está armado, es peligroso, pero que está atrapado en el tejado del ala oeste.


A lo mejor te has saltado la retrospectiva del mensaje anterior, que era muy largo, pero ya conté que los secuaces saben que tienes una pistola, una escopeta y la metralleta. Todavía no saben nada de las granadas. Y que eres algo más que un simple turista.


Confundo lo que Z. sabe y lo que sabe el máster. ¿Esta es una deducción de Z. o en base a lo que Z. pueda saber, como pensaba yo, o una explicación del máster? Es como la cuestión del rifle con mira telescópica; nosotros lo sabemos, pero Z. no, aunque pueda suponerlo.

En todo caso, preparo bol de palomitas en espera del próximo post :smt026 .

Re: La sangre de los zombis

Publicado: 04-Ago-2016, 17:05
por El Analandés
Heinrich escribió: ¿Lee Harvey Oswald no tenía una bala mágica que se daba la vuelta en el medio del aire? ¡Así cualquiera!
Esa fue la primera bala que atravesó a Kennedy y le dio al gobernador. Me refería a la segunda.


ya conté que los secuaces saben que tienes una pistola, una escopeta y la metralleta. Todavía no saben nada de las granadas. Y que eres algo más que un simple turista. ¿Esta es una deducción de Z. o en base a lo que Z. pueda saber, como pensaba yo, o una explicación del máster?
Confundo lo que Z. sabe y lo que sabe el máster


Perdona, trataré de ser más claro. Z. sabe que el enemigo sabe que Z. está armado, porque habrán oído los disparos y visto cadáveres y casquillos. Lo que los malos no saben es cuánta munición tiene Z. ni saben que tiene granadas.

Es como la cuestión del rifle con mira telescópica; nosotros lo sabemos, pero Z. no, aunque pueda suponerlo.

Z. ha visto salir a Dürr , a cincuenta metros de distancia distingues el arma, sobre todo porque los visores telescópicos cantan mucho.


En todo caso, preparo bol de palomitas en espera del próximo post

A ello me pongo. :smt024 Antes cogía el portátil de mi mujer y me iba al salón con el aire acondicionado, pero me duele la espalda por la mala postura, así que aquí estoy sudando la gota lo que me ayuda a meterme en la piel de Z.

Re: La sangre de los zombis

Publicado: 04-Ago-2016, 18:32
por El Analandés
Esto no va a funcionar. Te detienes. Piensas que si Dürr es cazador, tendrá la paciencia de aguardar a que expongas el cuerpo antes de disparar. Este es un duelo de astucia. Tienes que ponerle un cebo para que pique el anzuelo.

Tratas de ponerte en el lugar de tu adversario. Está abajo, escudriñando el tejado, esperando a que te incorpores y salgas al descubierto. Aunque igual no se imagina que tu objetivo es atravesar la claraboya, sabe que no puedes quedarte aquí y que tendrás que llegar hasta la torre de la otra esquina. También debe imaginarse que no eres tan estúpido de ponerte en pie y correr. Si yo fuera Dürr esperaría que tú te asomases para echar un vistazo, para meterte una bala en la cabeza.

Poco probable que Dürr sea tan impulsivo para disparar a la primera oportunidad. Tienes que tentarle antes de mostrar el señuelo, para convencerle de que eres cauteloso y te vas a asomar sólo para echar un vistazo, para que piense que no va a tener mejor ocasión que esa y dispare.

Alargas el brazo izquierdo, y esperas que el reflejo del sol en el guantelete capte su atención. Tanteas un par de veces a lo largo del caballete del tejado, como si estuvieras buscando asideros para impulsarte, y retiras la mano. Para tu alivio no se produce ningún disparo, aunque no crees que sea capaz de acertar en un blanco tan pequeño.

Ahora subes la bolsa de las armas con los nervios en tensión, la empujas hasta que asome, y luego la colocas con otro empujón bien sujeta en lo alto del caballete. No se produce ningún disparo, aunque visualizas en tu mente como la bolsa debe estar centrada ahora en la cruz de la mira. Dürr debe estar intrigado ahora, si no es más que un señuelo, o con lo pesada que es la bolsa y la escopeta asomando, si te estás preparando para izarte y coger la bolsa cuando te muevas.

Ahora elevas el almete, el señuelo, Lo asomas un poco por un lateral de la mochila y lo bajas. Yurr debe estar pensando en este momento que tu intención es asomar la cabeza cubriéndote con la mochila. Para tu alivio Dürr no se arriesga a disparar a través de la mochila. Eso significa que espera a que te asomes más. Sueltas la metralleta y alargas la mano derecha y expones las puntas de los dedos sobre el caballete por el lateral de la mochila, a la vez que asomas un poquito el almete por encima de la mochila, como si te estuvieras sujetándote con el brazo para elevarte y ver, y retiras mano y yelmo, casi al mismo momento, como si tuvieras miedo.

Ahora imaginas que Dürr debe tener el dedo tenso sobre el gatillo y esperas, debe pensar que sólo te vas a asomar para echar un vistazo. Para tentarle más, corres la mochila a un lado, como si despejaras el campo para asomarte. Te esfuerzas por mantenerte tranquilo, pero el corazón te va a estallar. Suspiro de alivio cuando no se produce el disparo.

Aferras la metralleta, te sitúas para impulsarte y asomarte en un movimiento, visualizas dónde estaba el garaje y tomas como referencia una teja en concreto para saber hacia dónde encararte, y con la mano izquierda asomas el almete otra vez, inclinándolo tratando de imitar el movimiento de una cabeza, asomándolo primero por el lateral de la mochila, y ahora lo elevas e inclinas en un movimiento fluido.

¡Crac!

A la vez del disparo notas un estremecimiento en la mano que sostiene el yelmo que dejas caer a la vez que te impulsas hacia arriba sobre el caballete , golpeando con el pecho contra las tejas y sujetándote con los codos en la vertiente opuesta, con la mirada buscas dónde está Dürr , y frenéticamente tratas de encarar la metralleta y apuntar.

Cuando te asomas, ves que Dürr apoyado en la pared de la izquierda y que miraba en tu dirección, acababa de bajar el fusil, aún a esta distancia ves como su boca se abre de asombro y ves como acciona el cerrojo, y como expulsa el casquillo vacío. Aprietas el gatillo sin apuntar cuando Dürr empieza a levantar el arma.

Tu metralleta ruge como el de una moto sin silenciador, con el retroceso el tambor golpea contra las tejas, un surtidor de casquillos brota del cerrojo, destellando al sol, para caer rebotando sobre las tejas y luego al patio.

La ráfaga se te ha ido alta, a un par de metros por encima de Dürr , pero con la dispersión las balas cubren un círculo de un par de metros por lo que algunas le dan bastante cerca. Ves el polvo que levantan las balas al impactar contra la pared y cómo los vidrios de una ventana se rompen.

Dürr se agacha de forma instintiva cuando oye la ráfaga y las balas rebotan contra la pared silbando por encima de su cabeza. Ajustas los codos y bajas el cañón, pero ya Dürr ha reaccionado y huye al interior del garaje, perseguido por tu ráfaga. Varias balas impactan en el suelo del garaje y puedes ver los chispazos de los rebotes en la sombra.

Apuntas hacia la entrada del garaje por si intenta asomarse. Entonces la persiana metálica del garaje empieza a bajar. ¡está claro que a Dürr le gusta que le disparen tan poco como a ti! Vacilas un par de instantes mientras desciende la puerta y decides enviarle un regalito de despedida cuando seguramente ya se crea a salvo. Disparas una corta ráfaga contra la puarte alta antes de que la persiana baje del todo, y para tu satisfacción ves que las balas atraviesan la chapa, dejando desconchones de reluciente metal en torno a los agujeros. Igual tienes suerte y le ha acertado algún rebote.

Miras en derredor y ves que por fortuna todavía no han enviado tiradores a los tejados o las otras torres, y es probable que tarden varios minutos en hacerlo. Tampoco es probable que Dürr vuelva a asomarse al patio, o a una de las ventanas. Sientes euforia por seguir vivo y vengativa satisfacción por haber puesto en fuga a tu archienemigo. Los gritos de los infectados del patio te devuelven a la realidad y reprimes las ganas de gritar insultos y desafíos. Acuciado por un sentimiento de urgencia, te desplazas a cuatro patas hasta la chimenea, lo más deprisa que puedes, a pesar del dolor de tus pobres rodillas, en la chimenea haces un alto y puedes sentarte, recostado contra ella para cubrirte de disparos desde el patio o el otra ala y rápidamente

Crees que tienes varios minutos todavía hasta tus enemigos suban a las torres, con fusiles o armas automáticas, y crees que es mejor para ti hacerles pensar que vas a seguir en el tejado y estén ya subiendo por las escaleras de caracol cuando tú desciendas. Seguramente pensarán que vas a bajar por la torre noroeste, que es la que más cerca te queda. Te preocupa que con el jefe al mando, vayan a por ti. Y lo que más te preocupa es que has vaciado medio tambor. ¿Te arriesgas a recargarlo aquí ahora en el tejado? En un par de minutos puedes recargar las treinta balas que has gastado. Por un lado te dices que no hay tiempo que perder, que atravieses la claraboya ya y bajes de aquí, pero por otro lado no sabes qué te vas a encontrar ahí abajo. Por lo que te contaron Boris y Gregor, todo el castillo es una cárcel y seguramente haya más infectados ahí dentro, a parte de toparse con los esbirros de Dürr . No podrás hacer un avance lento y cauteloso como antes y tendrás que bajar corriendo el edificio para encontrar una salida y no tendrás tiempo de recargar. ¿Tendrás suficiente munición?

Elección:

A) Te tomas tu tiempo para que los enemigos se cansen subiendo escaleras y corriendo como pollos sin cabeza, y aprovechas para rellenar el cargador

B) ¡No hay tiempo que perder! ¡Baja de aquí ahora mismo!

Re: La sangre de los zombis

Publicado: 04-Ago-2016, 20:09
por El Analandés
COMENTARIO DEL MASTER

Cuando se tiene un poco de imaginación y ganas, se puede sacar mucho partido a un librojuego roleando las situaciones.

En el libro original, tras el dinamitero, hay dos secciones de trámite. No hay riesgo real a menos que hagas la estupidez de bajar por el canalón al patio, lo que le da a Dürr la posibilidad de matarte.

Bajar por una cuerda y caminar por los tejados es algo facilísimo para los héroes de acción, pero mucho más complicado para una persona normal. En este caso se salta de la sartén al fuego, porque si ya es difícil bajar con una cuerda, el autor subestimó lo difícil que es caminar por un tejado de pendiente inclinada. Como inspiración he mirado fotos del castillo de Bran en Romania, el del conde Drácula, nuestro castillo ficticio es simplemente un caserón de planta cuadrada, pero la foto da una idea de lo empinadas que son las cubiertas en un país donde llueve y cae nieve

Imagen


Si ya era difícil el librojuego, me temo que le he puesto las cosas aún peor a nuestro protagonista, pero quería ser lógico y coherente y es divertido pensar en cómo salir del apuro y narrarlo.

Ah, sobre el duelo de astucia con Dürr . Para ver si el señuelo funcionaba , he decidido salomónicamente que la probabilidad era del 50%. Podría tirar una moneda a cara o cruz, pero los dados me gustan más. Resultado tirada "21".

Re: La sangre de los zombis

Publicado: 04-Ago-2016, 22:57
por El Analandés
Bueno, sigo con la narración pendiente de la decisión de Heinrich o cualquier otro que nos lea :smt002 Tampoco va a cambiar mucho las cosas.

NARRACIÓN

Después de recuperar el almete, que ahora tiene un par de bonitos agujeros de bala de entrada y salida, que al menos contribuyen a ventilar la sesera, te calas el yelmo y te calzas los guanteletes, recoges tu equipo y prosigues,

393
Caminas por el tejado hasta que llegas a la claraboya. A través de ella puedes ver lo que parece un dormitorio exquisitamente decorado. Hay una gran cama debajo de la claraboya, a unos cinco metros. Si quieres saltar ve al 124.

Jo... cinco metros de caída, aunque aterrizes en blando.

Lo primero de todo es romper el cristal. Menos mal que te has llevado la espada.Porque así puedes cogerla por la vaina y usarla como martillo. Claro que podrías romper el cristal a puñetazos con los guanteles, pero es más cansado y como no llegan hasta el codo, te podrías cortar en la piel expuesta del brazo. Cae una lluvia de cristales al piso, algunos encima de la cama. Maldición, podrías cortarte al caer encima. Balanceas la mochila con la escopeta, la metralleta, la munición y el resto, y la arrojas, rebota la cama y cae al suelo, se vuelve a esparcir parte del contenido fuera. No te atreves a tirar la bolsa con las granadas, por si acaso, y saltas con ella, así como el cinto con la pistola. El chaleco pesa demasiado y también lo arrojas. Por último la espada, después de romper los útimos vidrios aun sujetos al marco con los que podrías cortarte al saltar. No te quitas ni guanteletes ni casco para protegerte del golpe.

Después de la proeza del descenso de la torre y cruzar el tejado, esto no parece tan peligroso, pero saltar desde cinco metros te sigue dando miedo. Imaginas que algo parecido sienten los paracaidistas antes del salto.

Saltas.

...

Aterrizas sano y salvo en medio del mullido colchón. Ruedas fuera de la cama y echas un vistazo mientras recoges tu arsenal a toda prisa. ve a 221

(no me lo puedo creer, ha salido un "05" en la tirada! estos dados son buenos !! )


221

El dormitorio es grande y está exquisitamente decorado, con papel pintado de unos tonos que evocan a una mansión de la Borgoña. Una gran cama está hecha de madera de roble, y sus esquinas están decoradas con pulidos ornamentos que representan dos serpientes entrelazadas. Las dos mesitas de noche, también de roble, tienen unas modernas lamparillas de un tono anaranjado. Se trata sin duda de una habitación llena de tesoros para los amantes de las antigüedades: un tocador, sillas, guardarropas, un escritorio forrado en piel, un espejo giratorio de cuerpo entero, una preciosa cajonera del siglo dieciocho y distintas figuras de delicada porcelana, expuestas encima de la chimenea de mármol. Miras a través de la ventana, hacia el patio, y ves montones de infectado pululando sin rumbo; parecen enfadados y confundidos. No ves a Gingrich Yurr por ninguna parte. En esa sala ves la puerta del dormitorio principal a la izquierda de la cama, y unas puertas batientes a la derecha. ->Si quieres inspeccionar el cuarto, ve al 137. Si optas por atravesarlas puertas abatibles, pasa al 76. Si prefieres abrir la puerta del dormitorio, sigue en el 183.


(no sé vosotros, pero tengo deseos de destrozarlo todo por puro placer vandálico, si no estuviera tan cansado y no tuviera prisa lo haría)

Re: La sangre de los zombis

Publicado: 05-Ago-2016, 10:27
por Heinrich
Iba a votar por entrar por la claraboya sin recargar, pero vamos a velocidad turbo. Hum, en este caso dudo. Este parece ser el dormitorio del archienemigo de la partida, y estoy seguro de que en ese escritorio forrado de piel hay interesantes documentos que explican el lío en el que está metido Z. Quizás, interpretativamente hablando, lo más correcto sería salir pitando... Pero yo voto por abrir los cajones del escritorio y embutir las carpetas con malvados planes en la mochila. Para algo servirán. Ah, y de paso derribar las figuras de porcelana, antes de salir por las puertas batientes que hay a la derecha. La lógica diría que la puerta principal lleva a la salida más rápido, pero, ¿quién sabe lo que hay tras las puertas? A estas alturas Z. ya es como el protagonista de la Jungla de Cristal.

Re: La sangre de los zombis

Publicado: 05-Ago-2016, 11:50
por El Analandés
Iba a votar por entrar por la claraboya sin recargar, pero vamos a velocidad turbo.

En este caso da igual, recargar arriba que aquí abajo, porque pasas un par de minutos recogiendo todo. Por cierto, decido devolver las granadas a los bolsillos del chaleco, que para eso los tienes. En la bolsa de costado pesan, son molestas y no es fácil sacar los cartuchos de escopeta de los bolsillos.

Hum, en este caso dudo. Este parece ser el dormitorio del archienemigo de la partida

Hay que pensar menos con la lógica de los librojuegos y más como una persona normal. Este sitio es un castillo medieval reformado en mansión. Seguro que hay más dormitorios como éste.


, y estoy seguro de que en ese escritorio forrado de piel hay interesantes documentos que explican el lío en el que está metido Z. Quizás, interpretativamente hablando, lo más correcto sería salir pitando... Pero yo voto por abrir los cajones del escritorio y embutir las carpetas con malvados planes en la mochila.


Con el tiempo que pierdes recogiendo el equipo, no hay tiempo ni ganas para un registro a fondo, total, en la vida real no te esperarías encontrar armas ni tesoros, pero por curiosidad echamos un vistazo al escritorio.

Ah, y de paso derribar las figuras de porcelana, antes de salir por las puertas batientes que hay a la derecha.

Me parece bien. Detesto las figuritas de porcelana y en algo tenemos que descargar nuestra furia. Las puertas imagino que serán el baño. Ahora, con la lógica de los librojuegos seguro que hay un zombi escondido, pero voy a hacer caso omiso si es así. Lo importante es que la historia sea lógica. Un dormitorio tan lujoso no sería usado como prisión, si hubiera infectados encerrados aquí dentro lo habrían destrozado todo, y lo más importante, ya nos habrían atacado.

En el baño no habrá nada interesante, pero podrás beber y rellenar la botella de agua. Practicar la escalada por los tejados da mucha sed.

La lógica diría que la puerta principal lleva a la salida más rápido,

Hasta ahora Z. se ha limitado a tirar para adelante, ahora que tiene un par de minutos para pensar se da cuenta de que necesita un plan. La única forma de salir del castillo, ahora que no tenemos cuerda, es bajar al patio y salir por la puerta principal. Para ello hay que bajar los pisos de este ala hasta la planta baja. Ahora bien, aparte de que posiblemente también haya infectados encerrados en este ala, los enemigos estarán convergiendo sobre este edificio. Sabes que son pocos, una media docena.O van juntos en una única patrulla, para peinar pasillos y habitaciones, en cuyo caso quizás puedas evitarlos, o se dividen. En cualquier caso te dices a ti mismo para animarte, están reaccionando a tus movimientos y tienes la iniciativa. Quizá puedas emboscarlos. Lo malo será si se limitan a apostarse para vigilar las escaleras, o ascensores. Pero aún en ese caso tendrán que dividirse y a lo mejor puedes atacarlos por sorpresa.

Cargado como vas no puedes salir corriendo, y tampoco sabes qué te vas a encontrar, así que lo mejor, en realidad lo único que puedes hacer, es avanzar despacio y con cautela, como hasta ahora.



A estas alturas Z. ya es como el protagonista de la Jungla de Cristal.

John McClane lo tenía peor. Tú al menos tienes zapatos. :smt025

Re: La sangre de los zombis

Publicado: 05-Ago-2016, 11:59
por El Analandés
Actualizo ficha.

ARMAS y MUNICIÓN 17.575 Kilos

Escopeta recortada 2 kilos (en brazos)
2 cartuchos de postas 00 del 12 (0.92, 46 gramos por cartucho)
( cargados )
17 cartuchos sueltos perdigones no.4 del 12 para cazar patos (0.73 kilos, 43 gramos por cartucho, 140 perdigones de 3mm )
( en bolsa de costado )


Metralleta PPSh 41 3.63 kilos (en mochila)
3 x tambores 5.46 kilos (71 cartuchos, 1.82 kilos cargado, 0.9 vacío) (1 cargado, 2 en mochila)
1 caja con 41 balas 7.62mm Tokarev 0.53 kilos (en mochila, 13 gramos por cartucho)

3 x Granada de mano RGD-5 0.93K, (0.31 cada una, en bolsillos chaleco a la izquierda)

Pistola Tula Tokarev TT-33 fabricada en Romania (0.85 K) (en su funda)
2 cargadores (8 balas) 0.36K (0.18 K cargado 76 gr vacío cada uno, uno cargado, otro en la pistolera)

Espada medieval afilada, 1.5 kilos, con vaina y cinturón, sujeta al costado izquierdo.

ARMADURA 12 kilos

chaleco antibalístico con placas de titanio (protege pecho y abdomen) 7 kilos
- Partes armadura medieval milanesa siglo XV
Almete (protege cabeza, cara y cuello, con visor) 2.5 kilos
Guanteletes (protegen manos y antebrazos hasta el codo, 2.5 kilos

ROPA PUESTA 1.5 kilos
Pantalones de vestir viejos 0.5 k (rotos en las rodillas)
Camiseta 0.1
Zapatillas deportivas (0.8 k el par)
Reloj pulsera 0.05

CINTO Y BOLSA 0.85 kilos.

- Cinturón con pistolera 0.55
-Bolsa pequeña negra ("mariconera"), (0.1) (contiene 17 cartuchos )
- Manojo de llaves numeradas 1 al 9 (0.2)

MOCHILA 1.55 KILOS

-Mochila (vacía 0.5) contenido:
Metralleta PPSh 41+Tambor
2 Tambores
Cajita balas

Sudadera 0.5
Camisa invierno manga larga 0.25
Botella de agua de plástico 0.5 litros ( 0.5 kilos llena)


-surtido objetos: (0.25)
Paquete vendas y tiritas. (ya usado para curar heridas en brazos y piernas)
cajetilla de cerillas
rotulador acetato grueso, negro
dos lápices HB
lupa
papel con el número de combinación
cortaplumas 0.05,


TOTAL CARGA: 33.61 KILOS
ARMAS Y MUNICIÓN 17.11 kilos
ARMADURA 12 kilos
ROPA 1.5 kilos
CINTO Y BOLSA 0.85 kilos.
MOCHILA 2.05 kilos


PUNTOS FATIGA ACTUALES -5(- 5% penalización tareas físicas)

Infectados muertos: 42

5 x apuñalados con destornillador
1 x estrangulado
16 x muertos a tiros de pistola (59 balas gastadas)
17 x muertos a tiros de escopeta (24 cartuchos gastados)
3 x rematados a cuchillo

17 x perros infectados (acribillados con la metralleta )

Re: La sangre de los zombis

Publicado: 05-Ago-2016, 12:43
por El Analandés
Vacías el contenido de los cajones en la cama. Encuentras bolígrafos, lápices, libretas de cheques, antiguas facturas, papel para escribir, sellos y sobres, pero nada que puedas aprovechar.


(hago caso omiso de encontrar un botiquín (en el baño sí que podría haber) y granadas porque no tiene ninguna lógica, y esto es una partida de rol, no un videojuego de Doom)


En el armario no hay ropa, salvo una bata blanca de laboratorio de algodón, que te podría servir para cortar tiras para vendas. Decide si la coges.

Las puertas batientes se abren hacia un pomposo cuarto de baño, con su bañera, su inodoro y su bidé, todos ellos de una porcelana color amarillo plátano. Hay un armario, con un espejo enmarcado en acero encima del bidé. Lo abres pero no encuentras nada más que un cepillo de dientes y un poco de pasta. Repostas agua. Ya has perdido cinco minutos, hora de salir.

( me he saltado un encuentro con media docena de zombis porque no tiene más lógica que putear al jugador. Si el dormitorio está intacto es porque no pueden entrar)

183

Te encuentras al final de un largo pasillo. Hay una ventana a tu derecha que da al patio. Ves algunos infectados abajo, vagando sin rumbo, encerrados por una alamabrada. El suelo del pasillo está cubierto por una alfombra de felpa y las paredes muestran un exquisito papel pintado con motivos florales. Hay una gran cesta de mimbre fuera del dormitorio, de la colada

271
Un hombre aparece de repente al final del pasillo, corriendo hacia ti lo más rápido que puede, gritando con todas sus fuerzas. Parece un humano corriente, sin duda nada parecido a los infectados con los que te has encontrado hasta ahora.
—¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡Ya vienen! ¡Ayuda! —grita con toda su alma. Conforme se acerca, reconoces su rapada cabeza, su mono naranja y sus botas negras militares. Es Boris, uno de los hombres que encontraste en el almacén. Detrás de él ves a un grupo de infectados persiguiéndolo. Pelean entre sí para tomar la delantera del grupo. Corriendo para salvar la vida, exhausto y sin aliento, Boris resbala y cae a unos diez metros de ti. Debes decidir rápido qué hacer. Si quieres regresar al dormitorio y abandonar a Boris a su suerte, pasa al 37. Si prefieres quedarte y enfrentarte a los infectados , ve al 339.


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Comentario:

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Joer, no me lo esperaba, primero esperaba recorrer pasillos y estaba tan metido en pensar tácticamente que no se me ha ocurrido la solución más obvia, que Yurr nos soltara a la marabunta.

Lo malo es que la metralleta está en la mochila.

Heinrich, ¿qué haces?

Aclaro que empiezas a reaccionar en cuanto ves aparecer a la gente al final del pasillo, por lo que en esos segundos que transcurren hasta que Boris se acerca lo suficiente para verle la cara, estás listo para actuar

- Disparar la escopeta , dejarla caer y sacar la metralleta.

- dejar caer la escopeta y sacar la metralleta

- Disparar y arrojar granadas, (Boris está en el suelo e igual no le alcanza la metralla)

El pasillo es idéntico a los de la otra planta, unos 50 o 60 metros de largo. Tú estás al final, Boris a diez metros, y los infectados a mitad de camino, a otros 20 metros, o sea, a 30 metros de ti. Luego hago el cálculo con las reglas de movimiento y los segundos que te lleva prepararte para dar una medición exacta. A treinta metros están un poco lejos para tirar granadas, pero entre el retardo de las granadas y que la turba sigue avanzando, aunque se queden cortas la multitud pasará por el punto cero antes de que estallen.

Hay una docena por lo menos, y más que les siguen.

Ya jugaré el combate por la tarde. Esto va a ser duro...

Re: La sangre de los zombis

Publicado: 05-Ago-2016, 16:01
por Heinrich
Pasa de la bata, cargado como una mula no tiene sentido intentar cogerla.

En cuanto a lo que hay que hacer, evidentemente Z. no va a abandonar al pobre Boris para ser devorado por una turba de dementes horribles (claro que igual solo están corriendo para alcanzar la libertad). Granada, escopeta al suelo y fuego de metralleta. Es cierto que la metralla de la granada podría herir a Boris, pero una vez que haya infectados cerca será imposible emplear los explosivos de mano, y, si la turba es muy numerosa, uno puede quedarse sin munición. La escopeta queda como arma secundaria, por si el tambor de la PPSH se vacía.

Re: La sangre de los zombis

Publicado: 05-Ago-2016, 18:07
por El Analandés
En cuanto ves a una figura naranja doblar corriendo la esquina ya sabes que va algo mal. Por reflejo encaras la escopeta y apuntas a pesar de la distancia antes de reconocer a Boris por la pinta, para cuándo empieza a gritar que vienen, ya has arrojado la escopeta al suelo, estás intentando soltarte la mochila para sacar la metralleta cuando los primeros infectados doblan la esquina, te quedas paralizado un instante, al ver que son tantos y no paran de venir más, a la carrera, no sacarás la metralleta a tiempo, así que echas mano de la granada. Boris se acerca cada vez más, ya está a mitad de pasillo, quitas la anilla y arrojas la granada con todas tus fuerzas, no como en las películas de Hollywood, si no con un giro del cuerpo como si fueras un lanzador de disco, ves como salta la palanca de seguridad en el aire y en la penumbra el rastro de chispas que deja la mecha . El lanzamiento se queda corto, a veinte pasos de ti y por delante de la turba aullante que corre , aunque la granada rebota y rueda adelante unos metros más. Estás a punto de decirle a Boris que se tire al suelo cuando éste tropieza y cae tendido a diez pasos de ti. La masa enloquecida pasa por encima de la granada, mientras tú maldices y piensas, ¡estalla de una vez! ¿por qué tarda tanto?, tú ya estás sacando otra granada cuando se te ocurre demasiado tarde que deberías ponerte a cubierto.

La explosión te pilla de pie. Un relámpago brota detrás de la masa de cuerpos y una nube de humo negro envuelve el pasillo y se propaga hacia ti cómo la nube de gas de una erupción volcánica. El estruendo es tremendo hasta con el casco puesto, y sientes la onda expansiva pasar por encima tuyo como una ráfaga de viento. Ves como los que iban primeros caen como segados de golpe con una guadaña gigantesca. Tienes suerte de que al explotar una vez que han pasado sus cuerpos han parado la mayoría de la metralla.

Boris que empezaba a levantarse sobre un codo, se vuelve a tirar al suelo y se cubre su cabeza rapada con las manos al oír la explosión, en un acto reflejo, aturdido, mira por encima del hombro. Entre el humo y el polvo vislumbras cuerpos caídos y como la masa tras vacilar un momento por la conmoción, llevada del impulso de los que van detrás, pasa por encima de los cuerpos destrozados. Boris vuelve a mirarte a ti en el momento que arrancas la anilla y arrojas la otra granada. Se incorpora de un salto y da otra carrera hasta ti.

Tu segundo lanzamiento ha sido malo, te ha salido desviada y rebota en la pared de la izquierda, quedándose corto a menos de quince pasos . Para tu consternación, al caer al suelo uno de los locos rabiosos que va en cabeza la patea y la granada sale deslizándose y rodando en tu dirección, antes de detenerse al topar con un cuerpo tendido. Tú ya te has arrojado al suelo y Boris hace lo mismo al lado tuyo y en dirección opuesta. Sientes un escalofrío al ver entre el humo lo cerca que están los infectados, cargando con los ojos desorbitados y las bocas abiertas en un alarido infernal.


La segunda explosión retumba más fuerte porque la granada estalla a diez pasos. El soplo de aire caliente es más intenso y la nube en expansión de polvo y humo llega casi hasta vosotros, como el borde de una ola moribunda en la playa y oyes el zumbido de algún fragmento que pasa por encima.

El polvo y el humo ahora son más densos, entre la oscuridad ves puntos de luz donde hay llamitas en la alfombra donde han estallado las granadas, o donde el papel pintado de las paredes arde. Reina un momento de silencio, o es que te has quedado ensordecido por la explosión. Se oyen desgarradores gritos de dolor, y pese a la carnicería, y la conmoción, la turba sigue adelante en su estampida, sin que apenas les frene pisar la media docena de cuerpos sangrantes tendidos sobre el suelo.

Boris, aturdido y estupefacto mira por encima del hombro la devastación, y se sobresalta cuando gritas su nombre y empujas hacia él la escopeta. Se os echan encima y no tienes tiempo de sacar la metralleta de la mochila.

Re: La sangre de los zombis

Publicado: 05-Ago-2016, 19:02
por El Analandés
De entre el humo surgen los que iban en cabeza del grueso y han sobrevivido a las explosiones. Con las caras y pelo cubiertos de polvo, y manchados de sangre y hollin parecen verdaderos zombis. Cegados por el humo y tosiendo frenan su carrera y se tambalean, los que os da unos instantes de ventaja.

Boris, con envidiable agilidad, rueda sobre sí mismo y con una flexión de cintura se queda sentado en el suelo, dispara contra los que están más cerca, a seis pasos de distancia. El fogonazo de la recortada es vivísimo en esta oscuridad y el estampido en este espacio cerrado maltrata aún más tus oídos. A tan corta distancia las postas salen apiñadas como una masa sólida, El primer disparo le destroza a uno la rodilla, la segunda rociada de postas le da a uno en la barriga, abriéndole un boquete como un puño.
Boris se levanta de un salto, y abre la escopeta para sacar los cartuchos vacíos, te mira con muda interrogación. Abrumado por el peso de la mochila, el chaleco blindado y la armadura, te cuesta incorporarte y de rodillas con esfuerzo te descuelgas la bolsa de costado con los cartuchos para tendérsela.

Vacilas

¿Tendréis tiempo de preparar las armas antes de que se os echen encima? ¿O debéis retiraros al dormitorio y atrancar la puerta?

Re: La sangre de los zombis

Publicado: 06-Ago-2016, 13:20
por Heinrich
Te has currado la descripción del empleo y explosión de las granadas de manera creíble, mis felicitaciones. En estas circunstancias se impone retroceder; no me creo que, ante la avalancha de la turba, Z. ni nadie tengan la presencia de ánimo para aguantar a pie firme la carga, si puede llegar hasta un lugar relativamente seguro que se puede defender con más facilidad y en el que se podrá tomar aliento, física y mentalmente. La cantidad de enemigos, además, es desconocida: si Z. aguanta la posición, lo más probable es que acabe copado. Retroceder tiene el riesgo de poder ser derribado por la espalda, pero me parece más asumible ir hacia la habitación, e interpretativamente también tiene sentido.

Re: La sangre de los zombis

Publicado: 07-Ago-2016, 14:37
por El Analandés
Heinrich escribió:Te has currado la descripción del empleo y explosión de las granadas de manera creíble, mis felicitaciones.
Es lo que tiene ser un friki de la SGM y leer un manual de infantería por diversión, aprendes cosas que no se ven en las películas. :smt025

De hecho Z. está decepcionado por los resultados, creía que las granadas iban a ser más potentes, pero resulta que son ofensivas, no defensivas.

Re: La sangre de los zombis

Publicado: 09-Ago-2016, 16:51
por El Analandés
Para tu asombro y pavor, la explosión de las granadas no han derribado más que a unos pocos, media docena, y tras unos instantes de de sorpresa y conmoción, al tropezar unos con otros, la turba aullante, blandiendo estacas y otras armas pasa por encima de los muertos y heridos. Hay demasiados y comprendes que no tienes tiempo de sacar la metralleta de la mochila. Gritas a Boris una orden.

¡Boris! ¡Atrás! ¡Puerta!

Boris que ha extendido la mano para coger la bolsa de los cartuchos, parece haber llegado a la misma conclusión. Te tiende la mano y te ayuda a incorporarte de un tirón. Echáis a correr, con Boris arrástrándote del brazo, tropiezas con la cesta de mimbre de la colada, que cae espaciendo ropa sucia y os metéis dentro del dormitorio, cerrando la puerta en la cara de los infectados, están tan cerca que ves sus caras enloquecidas a un palmo de la tuya. Echas el cerrojo, y empezáis a atrancar la puerta con todos los muebles del dormitorio, volcáis la cómoda, sillas, el espejo..., Boris, más fuerte que tú y no tan agotado, se encarga de ello mientras tú le ayudas con tus escasas fuerzas.

Jadeante te vuelves incrédulo hacia Boris y le preguntas:

"¿Qué le pasa a esa gente? ¿Están locos o qué!"

"¡Drogas!" responde Boris.

Entiendes. Dürr le ha debido dar algo a los infectados, para que ataquen con esa furia sin reparar en los riesgos. Rápidamente vas a la ventana para buscar una salida. Con desaliento ves que el patio está quince metros más abajo.

Coges las sábanas y empiezas a anudarlas para hacer una soga. Pero no hay bastantes para hacer una cuerda lo bastante larga con la que descolgaros, y habrá que saltar. Con Boris agarraís el colchón y lo tiráis, y luego todos los cojines, colcha y toallas para amortiguar la caída.

El ruido se hace cada vez más fuerte. Aporrean la puerta y ves como el marco empieza a ceder, haciendo saltar la cerradura. Para ganar tiempo, montas la metralleta y disparas una ráfaga acribillando la puerta. Se oye el ruido de cuerpos al caer y gritos de dolor. Volvéis a la ventana y dejáis caer las sábanas anudadas pero la soga sigue siendo demasiado corta y es muy poco probable que podáis saltar sin mataros, o partiros varios huesos, que sería lo mismo.

El aporreo continua, y ahora están empleando maderos y trozos de tubería para hacer palanca sin exponerse a los disparos. Desesperado, sacas el cuchillo y comienzas a rajar una sábana para cortarla en dos y hacer la soga más larga, pero Boris te sujeta el brazo y te detiene. Levantas la vista y ves como menea la cabeza con tristeza. Comprendes que aún así la soga no soportaría el peso y si intentáis bajar y saltar, la caída es demasiado grande.

No queda más remedio que hacerles frente. Vencer o morir. Os volvéis hacia la puerta, de pie en medio de la estancia y miráis cómo golpean la puerta. Quizá podáis abatir a la mayoría a tiros cuando intenten abrirse paso, pero sabes que en cuanto ceda la barricada, aunque te cargues a una docena, el resto se te echarán encima. Boris recarga la escopeta y le tiendes el cuchillo de cocina. Te reservas la pistola y la espada. Cambias el tambor medio vacío de la metralleta por uno a tope. De otro empujón el espejo que habíais puesto encima se cae y se rompe.

"Lo que faltaba. Siete años de mala suerte"- dices intentando bromear para disimular la angustia. A Boris, con la calva reluciente de sudor y con las manos crispadas en la escopeta, no le hace gracia. Como hipnotizados, veis como abren hueco con maderos y tubos y hacen palanca y un par de brazos sucios se meten tanteando y empujando los muebles...

Boris de repente se vuelve hacia ti y te pregunta, "¿te quedan granadas"?

Sobresaltado y esperanzado, palpas los bolsillos del chaleco, "¡Sí, una!" la sacas y se la entregas. A toda prisa os apostáis a ambos lados de la puerta para que no os dé la metralla cuando explote en el pasillo, así apiñados en torno a la puerta, seguro que la granada se lleva a unos cuantos por delante e iguala la cosa. Bajas el visor del casco y le haces una seña a Boris, que saca la anilla, y arroja la granada por el hueco.