372
El dardo de una ballesta te araña un hombro cuando llegas al corredor, haciéndote buscar refugio detrás del bajo murete que le sirve de parapeto. Pierdes 1 punto de RESISTENCIA. Otros dos dardos rebotan en el reborde de piedra a pocos centímetros de tu cabeza.
La pétrea puerta está cerrada y afianzada con un cerrojo de hierro por este lado. Para descorrer el cerrojo tendrás que exponerte a los disparos de ballesta, pues el cerrojo es claramente visible por encima del murete.
Si posees la disciplina de Poder mental sobre la materia, pasa al 269.
Si no posees esa disciplina, elige al azar un número de la Tabla de la Suerte. Si has alcanzado el rango Kai de Aspirante u otro más elevado, suma 2 al número que hayas obtenido.
Si el total está entre 0 y 3, pasa al 366.
Si es 4 o un número mayor que 4, pasa al 277.
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* Se me olvidaba, recuperamos los 2 PR perdidos anteriormente. Ahora perdemos otro así que nos quedamos con 29 PR.
269
Miras fijamente al cerrojo en un intento de descorrerlo. El sonido de pies que corren detrás de ti te hace estremecer al advertir que los Drakkarim suben en tromba la escalera. Entonces, muy despacio, el cerrojo empieza a moverse. Tan pronto como se descorre lo suficiente, abres de un empujón la puerta de piedra y sales corriendo por ella, sin saber lo que puede haber al otro lado.
Pasa al 352.
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* Volvemos a recuperar el total de PR
352
Al otro lado de la puerta hay un corredor abovedado que conduce a una magnífica escalinata. Evitas por poco enfrentarte a una docena de Drakkarim, salvándote tus rápidos reflejos. Cuando el enemigo sale con precipitación de un arco del segundo rellano, te escondes a toda prisa detrás de una estatua del recientemente fallecido Zakhan Moudalla. Los Drakkarim están tan absortos en darte caza que no descubren tu escondite y descienden velozmente la escalera, gruñendo bajo sus pesadas armaduras. En silencio das las gracias al Zakhan Moudalla por ser un hombre robusto, gracias a lo cual su estatua arroja una sombra muy grande en la que ocultarse.
En lo alto de la escalera descubres una claraboya que da acceso al tejado. Te encaramas por ella y caminas sobre tejas abrasadas por el sol, entre cúpulas y torreones, hasta que llegas a un campanario.
Estás agotado y necesitas descansar. Sigues bajo la impresión que te ha producido el encuentro con el señor de la Oscuridad Haakon. El sonido de su terrible voz repitiendo las palabras «El Libro del Magnakai» resuena una y otra vez en tu mente.
La desesperación te mina la fuerza de voluntad mientras contemplas el panorama a través de una reja del campanario. Lo que ves reanima tu vacilante esperanza, pues te inspira un osado plan de fuga.
Pasa al 313.
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313
Divisas una hilera de jaulas que hay al pie del campanario, cada una de ellas provista de su propia plataforma circular de aterrizaje. Los itikar son una especie de enormes pájaros negros que anidan en los altos picos de las montañas de Dahir y Vakar. Los vassagonianos han amaestrado desde hace siglos a esos gigantes de los cielos y los utilizan como monturas aladas para sus jefes militares, sus exploradores, correos y emisarios.
Un itikar con su jinete desciende del cielo rojizo y se posa en la plataforma más cercana al campanario. Unos esclavos echan una cuerda al jinete, que la ata a una argolla de la silla antes de desmontar de un salto. El itikar grazna y bate sus enormes alas al ser arrastrado lentamente hasta el interior de su jaula por un oculto cabrestante.
El jinete y los esclavos se alejan de la plataforma. Sólo queda ante la jaula un centinela de guardia. Si le redujeras, podrías intentar huir a lomos del gigantesco pájaro.
Si tienes una Cerbatana y un Dardo somnífero, pasa al 325.
Si no tienes esos objetos, pasa al 282.
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282
Sales del campanario y te diriges hacia el centinela. Al principio, escondiéndote detrás de una torreta y otra, te es fácil avanzar sin ser visto. Sin embargo, en los últimos treinta metros que te separan de la plataforma de aterrizaje no tienes donde ocultarte, pues la plataforma y el tejado del Palacio están unidos por una pasarela descubierta.
Si posees la disciplina de Poder mental sobre la materia, pasa al 295.
Si no posees esa disciplina del Kai, elige al azar un número en la Tabla de la Suerte. Si posees las disciplinas de Caza o Camuflaje, suma 2 al número que hayas obtenido. Si has alcanzado el rango del Kai de Guerrero u otro superior, suma 3.
Si el total está entre 0 y 4, pasa al 357.
Si está entre 5 y 9, pasa al 389.
Si es 10 o un número mayor, pasa al 236.
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295
Concentrando tu habilidad en una bolsa de dinero que cuelga del cinturón del centinela, te esfuerzas por desatar la correa que la sujeta. Segundos más tarde la bolsa cae al suelo desparramando su contenido. El guardia grita horrorizado al ver que su dinero rueda desapareciendo por el borde de la plataforma y se arrodilla para recoger lo poco que queda. Al darte el centinela la espalda, sales de tu escondite y echas a correr por la pasarela. Tu rapidez y sigilo te permiten atravesar la pasarela sin ser visto. Cuando atacas al guardia, éste sigue de rodillas recogiendo el dinero que se ha esparcido por el suelo. Tu ataque es silencioso y mortal.
Si quieres registrar el cadáver del centinela, pasa al 207.
Si decides ignorar el cadáver y apresurarte a entrar en la jaula del Itikar, pasa al 224.
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* A rebuscar en la carroña
