137
Al cabo de unos minutos vuelve Polícrates.
--Alteo, ¿quieres que practiquemos un poco de boxeo? -te pregunta.
--Bueno.
--Pues vamos a prepararnos.
Os atáis unas tiras de cuero alrededor de los nudillos, os desnudáis de cintura para arriba y comenzáis a boxear. Pronto adviertes que no se trata de un entrenamiento relajante. Polícrates es extremadamente ágil para su edad y te asesta tremendos puñetazos. Cuando uno de estos te alcanza en la cara, se te aclaran las ideas.
--Venga, muchacho, estás dormido. ¡Combate!
Comienzas a a responder a su ataque, pero tan sólo cuando Polícrates empieza a dar ligeras muestras de cansancio adquieres tú ventaja. Después de varias horas, ambos estáis exaustos. Polícrates alza una mano.
--¡Alto, basta!
Os quitáis las tiras de cuero y os desnudáis del todo para daros un baño.
--Peleas muy bien cuando lo tomas en serio --comenta Polícrates--. Puedes servir.
--¿Servir para qué?
--Espero que nuestro entrenamiento te haya sido útil.
--Sí gracias... Pero útil ¿para qué? No entiendo...
Suena un gong.
--Ya lo entenderás. Es hora de comer.
Polícrates se va. Te vistes y te diriges al comedor. Suma 10 puntos a tu Resistencia pasa al 109.
----------------------------------------------------------
109
En el corredor te detienes a observar una complicada concha colocada sobre un pedestal. Un fino alambre de cobre atraviesa su retorcido interior de un extremo a otro. Mientras la contemplas, Minos aparece detrás de ti.
--¿Sabes cómo se hizo, joven?
Niegas con un movimiento de cabeza.
--Pues bien, deja que te cuente una historia. Hace algunos años, Dédalo me abandonó. Se fué a Siracusa y le perdí. Entonces ofrecí una recompensa a quienquiera que fuera capaz de introducir un alambre através de una de estas conchas. Dédalo unió el alambre a un hilo de seda, ató éste a una hormiga y metió a la hormiga en la concha.
Minos agarra el alambre por los dos extremos y estirándolo hace girar la concha.
--Me fué traída ésta concha --tensa el alambre hasta que la concha se rompe en mil pedazos-- ...y tuve a Dédalo. La moraleja es la siguiente: no seas demasiado listo. Recuérdalo, Alteo.
Pasa al 427.
-----------------------------------------------------------
427
Descubres un corte en tu mano, causado sin duda por un trozo que ha saltado al romperse la concha. Te limpias la sangre chupando la herida, mientras reflexionas. No entiendes muy bien lo que Minos quiere decir.
--Te he estado observando, Alteo --comenta--. Eres listo, hijo de Egeo. un día serás rey... de Atenas -se inclina hacia ti--. También podrías ser rey de Creta. Pasa al 290.
-----------------------------------------------------------
* Está en cursiva, pero estoy seguro de que es otra trampa, ya que no hay razón para sumar +20. Voto por pasar al 290.
* Ha merecido la pena darse de tortas con Polícrates... pero lo del baño...
(Ja ja ja)