¿Y quien es esa persona con la que deberiamos hablar? pregunto en tono curioso...
Luego confirmo a Weiland que si tenemos una forma de huir de la torre, por la entrada secreta que hay cerca, pero si es posible quedar con el fuera del castillo en una hora mas tranquila para que nos pueda devolver parte o totalidad del equipo, me interesa especialmente el libro que encontramos, una vez dicho esto me dirigo a la puerta secreta para huir de la mano, por algun motivo no me fio de los arcabuzeros, ni de Sir Jester Crow, como para confirmalo, Fuego, mi nueva espada magica, brilla paulatinamente en un furor de fuego, como si me apremiara a la accion, con lo que la guardo en la vaina y espero no tener que utilizarla...
LA SOMBRA SOBRE RUANON (2ª Parte)
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Jolan
Situando mi mano sobre su hombro:
- Sois un hombre leal a vuestro cargo y digno de nuestra confianza, Weyland - le digo - Agradecemos profundamente vuestra sinceridad y gustosamente aceptamos vuestra oferta de cubrir nuestra huída.
Miro apremiante a mis compañeros y sé que ellos también están pensando en el pasadizo secreto que nos conducirá desde los sotanos de la torre del Barón hasta más alla de las defensas exteriores de La Mano.
- Sois un hombre leal a vuestro cargo y digno de nuestra confianza, Weyland - le digo - Agradecemos profundamente vuestra sinceridad y gustosamente aceptamos vuestra oferta de cubrir nuestra huída.
Miro apremiante a mis compañeros y sé que ellos también están pensando en el pasadizo secreto que nos conducirá desde los sotanos de la torre del Barón hasta más alla de las defensas exteriores de La Mano.
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DRÁGALIN
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Horario: Noche
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Con la capucha echada, ocultando su rostro, Sir Jester Crow descabalga, deja el caballo a cargo de uno de sus hombres y entra en el edificio por una puerta trasera. Sube las escaleras y entra en una habitación iluminada por unas pocas velas. Allí, sentados en torno a una mesa, dos encapuchados le esperan.
Hemos acudido a esta reunión de urgencia, tal y como nos has pedido. Dice uno de los dos, una mujer. Infórmanos.
Crow se sienta a la mesa. No le gusta ninguno de los dos, tal y como no le gustaba el Maestro Dragair, pero les necesita tanto como ellos a él para llevar a buen término sus planes.
El Helghast que se tenía preso en La Mano escapó esta noche. Ya ha sido destruido. Sin embargo, Aladar Vanalund ha sido asesinado por la criatura.
Se crea un momento de silencio, roto por fin por el encapuchado de voz suave. Una lástima. Aun así, que haya muerto no supone ningún impedimento grave para nosotros. ¿El resto de los Vanalund están bien?
Sí. Responde sir Jester. Pero sugiero que, de momento, ocultemos el hecho de la muerte del Heredero, igual que hemos ocultado el estado de Irina Vanalund. No supondrá ningún problema, mis fuerzas tienen el control total de La Mano.
Lo sabemos. Le responde la mujer. Pero te recuerdo que mañana se celebra el funeral de la Suma Sacerdotisa Dayia en la Catedral de Ishir. La no presencia de Aladar e Irina hará que el pueblo se pregunte dónde están.
Que pregunten. Ruge sir Jester. Cuando llegue el momento haremos responsables de su muerte a los Señores del Kai. De momento, la orden ya es pública: Todos y cada uno de los miembros de la Orden del Kai son considerados enemigos de la Baronía de Ruanon. Se ha dictado la pena de muerte en todo nuestro territorio.
Muy bien. Le contesta el encapuchado. Con esto sólo quedará la ejecución de esos jóvenes Señores del Kai. Cuanto antes mejor.
Estoooo... Sir Jester carraspea. Hay un pequeño problemilla...
¿Siiiii? Le inquieren a la vez los dos encapuchados.
Bueno, vereis, es que los Señores del Kai se han... el caso es que... bueno ¿cómo lo diría?, se han... se han escapado de La Mano. No sabemos donde están.
El encapuchado de la voz suave se frota la manos con nerviosismo. Esto no me gusta... ¡Podrían estar en cualquier parte!
Crow le tranquiliza. Mis caballeros y la guardia de la ciudad han recibido la orden de capturar vivos o muertos a esos prófugos... Preferentemente muertos.
La mujer le habla con dureza. Tus tropas ya tienen bastante con lo que está a punto de suceder. Yo me encargaré personalmente de los Señores del Kai.
¿¿Tú?? Sir Jester y el otro encapuchado no parecen muy convencidos.
Sí, ¿qué pasa? Responde la mujer con malicia. Soy una chica con recursos... y ahora que hemos dejado claro este punto, dinos, ¿es cierto lo que mis fuentes me han comunicado hace unas horas? ¿Está confirmada la llegada?
Sir Jester Crow asiente con gravedad. Está confirmada.
Los conspiradores se miran entre ellos, expectantes.
Crow continúa. Por fin. El día que tanto esperábamos, el día por el que hemos estado trabajando durante tantos años ha llegado. La culminación de nuestros planes. Podría ser a lo largo del día de mañana, o quizás a lo largo de la noche. De momento, todos los caballeros han sido puestos en alerta general y he ordenado el cierre de las fronteras de la Baronía.
Pronto... muy pronto...
Horario: Noche
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Con la capucha echada, ocultando su rostro, Sir Jester Crow descabalga, deja el caballo a cargo de uno de sus hombres y entra en el edificio por una puerta trasera. Sube las escaleras y entra en una habitación iluminada por unas pocas velas. Allí, sentados en torno a una mesa, dos encapuchados le esperan.
Hemos acudido a esta reunión de urgencia, tal y como nos has pedido. Dice uno de los dos, una mujer. Infórmanos.
Crow se sienta a la mesa. No le gusta ninguno de los dos, tal y como no le gustaba el Maestro Dragair, pero les necesita tanto como ellos a él para llevar a buen término sus planes.
El Helghast que se tenía preso en La Mano escapó esta noche. Ya ha sido destruido. Sin embargo, Aladar Vanalund ha sido asesinado por la criatura.
Se crea un momento de silencio, roto por fin por el encapuchado de voz suave. Una lástima. Aun así, que haya muerto no supone ningún impedimento grave para nosotros. ¿El resto de los Vanalund están bien?
Sí. Responde sir Jester. Pero sugiero que, de momento, ocultemos el hecho de la muerte del Heredero, igual que hemos ocultado el estado de Irina Vanalund. No supondrá ningún problema, mis fuerzas tienen el control total de La Mano.
Lo sabemos. Le responde la mujer. Pero te recuerdo que mañana se celebra el funeral de la Suma Sacerdotisa Dayia en la Catedral de Ishir. La no presencia de Aladar e Irina hará que el pueblo se pregunte dónde están.
Que pregunten. Ruge sir Jester. Cuando llegue el momento haremos responsables de su muerte a los Señores del Kai. De momento, la orden ya es pública: Todos y cada uno de los miembros de la Orden del Kai son considerados enemigos de la Baronía de Ruanon. Se ha dictado la pena de muerte en todo nuestro territorio.
Muy bien. Le contesta el encapuchado. Con esto sólo quedará la ejecución de esos jóvenes Señores del Kai. Cuanto antes mejor.
Estoooo... Sir Jester carraspea. Hay un pequeño problemilla...
¿Siiiii? Le inquieren a la vez los dos encapuchados.
Bueno, vereis, es que los Señores del Kai se han... el caso es que... bueno ¿cómo lo diría?, se han... se han escapado de La Mano. No sabemos donde están.
El encapuchado de la voz suave se frota la manos con nerviosismo. Esto no me gusta... ¡Podrían estar en cualquier parte!
Crow le tranquiliza. Mis caballeros y la guardia de la ciudad han recibido la orden de capturar vivos o muertos a esos prófugos... Preferentemente muertos.
La mujer le habla con dureza. Tus tropas ya tienen bastante con lo que está a punto de suceder. Yo me encargaré personalmente de los Señores del Kai.
¿¿Tú?? Sir Jester y el otro encapuchado no parecen muy convencidos.
Sí, ¿qué pasa? Responde la mujer con malicia. Soy una chica con recursos... y ahora que hemos dejado claro este punto, dinos, ¿es cierto lo que mis fuentes me han comunicado hace unas horas? ¿Está confirmada la llegada?
Sir Jester Crow asiente con gravedad. Está confirmada.
Los conspiradores se miran entre ellos, expectantes.
Crow continúa. Por fin. El día que tanto esperábamos, el día por el que hemos estado trabajando durante tantos años ha llegado. La culminación de nuestros planes. Podría ser a lo largo del día de mañana, o quizás a lo largo de la noche. De momento, todos los caballeros han sido puestos en alerta general y he ordenado el cierre de las fronteras de la Baronía.
Pronto... muy pronto...
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DRÁGALIN
Todos los Personajes Jugadores
Horario: Noche
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Desde el exterior las murallas de La Mano se hacen inmensas, aunque tan sólo hace unos minutos habéis descendido por ellas ayudados por cuerdas, desde la salida secreta que pocos conocen.
Sois libres.
Pensais por un momento en Weyland Thorne, que se ha quedado allí por voluntad propia y que piensa hacerse responsable de vuestra huida ante los arcabuceros. Sabeis que no hablará y mantendrá el tipo. Ni siquiera os acompañó hasta la trampilla secreta de los sótanos de la Torre del Barón para no saber dónde se encontraba.
Thorne tan sólo os ha dado un nombre y una dirección. El nombre es Lucius y la dirección es el numero cinco de la Calle de la Espada, en el barrio Viejo. Al parecer, según Weyland, ese tal Lucius posee información que os podría resultar útil.
Hasta ahora poseeis la certeza de que algo a podrido huele en Ruanon. Muchos nombres se han visto relacionados con el turbio asunto del asesinato del maestro Lobo Gris: El consejero Dragair, la recien fallecida Dayia Vanalund, Suma Sacerdotisa de Ishir, los Caballeros de Ruanon...
Aun así, todavía sólo podeis aventurar lo que va a suceder. Conseguir más información es vital para decidir vuestro curso de acción.
Os preguntáis qué harían en casa si supieran lo que vosotros. Ayer debíais mandar vuestro habitual mensaje vía pájaro mensajero, de manera que hoy se darán cuenta en el Monasterio del Kai de que no ha llegado. Aunque en vuestro último mensaje, Dragón explicó vuestras sospechas, no creeis que ante vuestra falta de noticias el Gran Maestre de la Orden y sus consejeros reaccionen rápidamente, y aunque lo hicieran, no podrían llegar hasta Ruanon en al menos cinco días, y eso viajando al galope. Mucho os teméis que estáis sólos...
Os moveis silenciosamente en las calles oscuras y, arrebujados en las capas negras, tardáis apenas una hora en encontrar la dirección que os han dado. Habéis sido muy cautos para evitar las patrulla de la guardia de la ciudad y de los caballeos de Ruanon que patrullan las calles.
Numero cinco de la calle de la Espada. Aquí es.
Se trata de una edificación en piedra de dos pisos, pero parece estar en muy mal estado. Antes de ni siquiera acercaros, exploráis los alrededores de la casa en busca de algo inusual, pero sin resultado. Como vuestro sexto sentido tampoco os alerta de nada, decidís que lo mejor es simplemente ir a la puerta y llamar.
Debeis golpear la puerta unos minutos antes de oir a alguien al otro lado. Se abre entonces una puertecilla en la misma puerta a la altura de los ojos (que hace de mirilla) y apenas podeis ver el rostro de un anciano barbudo.
¿Quién coño sois? A pesar de la puerta, hasta vosotros llega su aliento a vino.
Cuervo carraspea. Buenas noches señor. Sentimos despertarle a estas horas, pero...
¡A tomar por culo de aquí! Os espeta el viejo cerrando la mirilla de golpe.
Durante un momento os quedáis sin saber qué hacer. Después, Cuervo vuelve a golpear la puerta, reprimiendo las ansias de sacar a Inquisidora y destrozar la puerta a hachazos.
¡Qué! Grita el abuelo al volver a abrir la mirilla.
¡Thorne! ¡Nos manda Weyland Thorne! Le suelta Gavilán antes de que vuelva a cerrar la mirilla.
El viejo se queda callado y murmura algo para sus adentros. Después os echa un buen vistazo a través del ventanuco antes de cerrarlo de nuevo. Al momento ois el sonido de cerrojos descorriendose, y la puerta se abre. Entráis sin pensarlo dos veces.
La entrada no es más que una sala vacía, con unas escaleras que suben al piso de arriba y una puerta al fondo. El anciano tiene un aspecto desastroso, lleva una sucia y ajada túnica, con manchas de vino, su barba está desarreglada y sucia, pero sus ojos azules parecen muy despiertos. En una mano lleva una lampara que ilumina la habitación, y una vaina con su espada cuelgan de su costado.
El viejo os mira con atención a la luz de la lámpara.
Sois profesionales, no cabe duda. Murmura. Pero no caballeros, no os movéis como caballeros... Un momento. Dice mientras aparta de un manotazo la capa de Gato antes de que pueda evitarlo. Al ver sus ropajes asiente con la cabeza. Señores del Kai...
El viejo os señala con su dedo. Pero que lleveis las vestimenas de Señores del Kai no os convierte en ellos. ¿Podeis demostrarme que sois Señores del Kai?
Horario: Noche
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Desde el exterior las murallas de La Mano se hacen inmensas, aunque tan sólo hace unos minutos habéis descendido por ellas ayudados por cuerdas, desde la salida secreta que pocos conocen.
Sois libres.
Pensais por un momento en Weyland Thorne, que se ha quedado allí por voluntad propia y que piensa hacerse responsable de vuestra huida ante los arcabuceros. Sabeis que no hablará y mantendrá el tipo. Ni siquiera os acompañó hasta la trampilla secreta de los sótanos de la Torre del Barón para no saber dónde se encontraba.
Thorne tan sólo os ha dado un nombre y una dirección. El nombre es Lucius y la dirección es el numero cinco de la Calle de la Espada, en el barrio Viejo. Al parecer, según Weyland, ese tal Lucius posee información que os podría resultar útil.
Hasta ahora poseeis la certeza de que algo a podrido huele en Ruanon. Muchos nombres se han visto relacionados con el turbio asunto del asesinato del maestro Lobo Gris: El consejero Dragair, la recien fallecida Dayia Vanalund, Suma Sacerdotisa de Ishir, los Caballeros de Ruanon...
Aun así, todavía sólo podeis aventurar lo que va a suceder. Conseguir más información es vital para decidir vuestro curso de acción.
Os preguntáis qué harían en casa si supieran lo que vosotros. Ayer debíais mandar vuestro habitual mensaje vía pájaro mensajero, de manera que hoy se darán cuenta en el Monasterio del Kai de que no ha llegado. Aunque en vuestro último mensaje, Dragón explicó vuestras sospechas, no creeis que ante vuestra falta de noticias el Gran Maestre de la Orden y sus consejeros reaccionen rápidamente, y aunque lo hicieran, no podrían llegar hasta Ruanon en al menos cinco días, y eso viajando al galope. Mucho os teméis que estáis sólos...
Os moveis silenciosamente en las calles oscuras y, arrebujados en las capas negras, tardáis apenas una hora en encontrar la dirección que os han dado. Habéis sido muy cautos para evitar las patrulla de la guardia de la ciudad y de los caballeos de Ruanon que patrullan las calles.
Numero cinco de la calle de la Espada. Aquí es.
Se trata de una edificación en piedra de dos pisos, pero parece estar en muy mal estado. Antes de ni siquiera acercaros, exploráis los alrededores de la casa en busca de algo inusual, pero sin resultado. Como vuestro sexto sentido tampoco os alerta de nada, decidís que lo mejor es simplemente ir a la puerta y llamar.
Debeis golpear la puerta unos minutos antes de oir a alguien al otro lado. Se abre entonces una puertecilla en la misma puerta a la altura de los ojos (que hace de mirilla) y apenas podeis ver el rostro de un anciano barbudo.
¿Quién coño sois? A pesar de la puerta, hasta vosotros llega su aliento a vino.
Cuervo carraspea. Buenas noches señor. Sentimos despertarle a estas horas, pero...
¡A tomar por culo de aquí! Os espeta el viejo cerrando la mirilla de golpe.
Durante un momento os quedáis sin saber qué hacer. Después, Cuervo vuelve a golpear la puerta, reprimiendo las ansias de sacar a Inquisidora y destrozar la puerta a hachazos.
¡Qué! Grita el abuelo al volver a abrir la mirilla.
¡Thorne! ¡Nos manda Weyland Thorne! Le suelta Gavilán antes de que vuelva a cerrar la mirilla.
El viejo se queda callado y murmura algo para sus adentros. Después os echa un buen vistazo a través del ventanuco antes de cerrarlo de nuevo. Al momento ois el sonido de cerrojos descorriendose, y la puerta se abre. Entráis sin pensarlo dos veces.
La entrada no es más que una sala vacía, con unas escaleras que suben al piso de arriba y una puerta al fondo. El anciano tiene un aspecto desastroso, lleva una sucia y ajada túnica, con manchas de vino, su barba está desarreglada y sucia, pero sus ojos azules parecen muy despiertos. En una mano lleva una lampara que ilumina la habitación, y una vaina con su espada cuelgan de su costado.
El viejo os mira con atención a la luz de la lámpara.
Sois profesionales, no cabe duda. Murmura. Pero no caballeros, no os movéis como caballeros... Un momento. Dice mientras aparta de un manotazo la capa de Gato antes de que pueda evitarlo. Al ver sus ropajes asiente con la cabeza. Señores del Kai...
El viejo os señala con su dedo. Pero que lleveis las vestimenas de Señores del Kai no os convierte en ellos. ¿Podeis demostrarme que sois Señores del Kai?
Me adelanto a cualquiera de mis hermanos y sonrio malignamente al viejo, puede ser una ayuda o un estorbo, por no pensar en un enemigo, pero si quiere que le respondamos recibira la respuesta adecuada:
-Por supuesto no hay ningun problema para indetiifcarnos, por cierto, ¿no se encuentra de repente un poco mal?... -digo no sin cierta malicia.
El viejo me mira inquieto preguntandose que quiero decir cuando por ensalmo empieza a dolerle la cabeza y darle una fuerte jaqueca, mientras suda y gruñe, y en un instante todo pasa y el viejo se encuentra perfectamente bien...
-Identificacion realizada-digo mientra le explico lo que acabo de hacer...
Nota: Por si no lo habeis pillado es un ataque psiquico de nivel 1, digo yo que no le habra dolido mucho, como es roleo no creo que haya que tirar nada solo se interpreta, igual que en los librojuegos,con tenerlo es suficiente, por cierto se que a veces Dragon parece un poco malo, ¿porque sera?... Por cierto pedazo detalle con el libro 2 me ha gustado mucho...
-Por supuesto no hay ningun problema para indetiifcarnos, por cierto, ¿no se encuentra de repente un poco mal?... -digo no sin cierta malicia.
El viejo me mira inquieto preguntandose que quiero decir cuando por ensalmo empieza a dolerle la cabeza y darle una fuerte jaqueca, mientras suda y gruñe, y en un instante todo pasa y el viejo se encuentra perfectamente bien...
-Identificacion realizada-digo mientra le explico lo que acabo de hacer...
Nota: Por si no lo habeis pillado es un ataque psiquico de nivel 1, digo yo que no le habra dolido mucho, como es roleo no creo que haya que tirar nada solo se interpreta, igual que en los librojuegos,con tenerlo es suficiente, por cierto se que a veces Dragon parece un poco malo, ¿porque sera?... Por cierto pedazo detalle con el libro 2 me ha gustado mucho...
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DRÁGALIN
Todos los Personajes Jugadores
Horario: Noche
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Poderes psíquicos, sí. Dice el viejo frotándose la sien con los dedos. Sin duda sois Señores del Kai. Suspira. Vamos, seguidme arriba. Empieza a subir las escaleras. Yo soy Lucius Thorne.
¿Thorne? Preguntáis a la vez.
Sí. Y vosotros sois Cuervo Vigía, Dragón Carmesí, Gato Alado y Gavilán Temerario. Los Señores del Kai que vinieron tras la muerte de Lobo Gris. Y ahora mismo, sois los prófugos más buscados de todo Ruanon. Os sonríe, desdentado. Hay que ver cómo se complican las cosas ¿verdad?
Dragón no puede aguantarse. ¿Y quién sois vos?
Lucius vuelve a girarse hacia vosotros. Ya os lo he dicho. Lucius Thorne. El padre de Weyland. Antiguo Comandante de los Caballeros de Sommerlund en Ruanon. Suspira. Actualmente desterrado de Sommerlund bajo pena de muerte.
Intrigados, seguís al anciano hasta la habitación de arriba.
La habitación es bastante grande, con una chimenea crepitando y una gran mesa con planos desplegados encima suyo. Junto a la hoguera, calentando una tetera, hay un hombre joven, de rasgos finos, pelo negro peinado con pulcritud, y una barbita finamente recortada. Al entrar en la sala, se levanta y os hace una reverencia exagerada.
Lucius os lo presenta. Este es Tresmond de Lof; bardo, espadachín y mi espía en La Mano... Al menos hasta que los arcabuceros tomaron el control, claro.
Miráis al joven, que viste ropas de vistosos colores y lleva una especie de pequeña guitarra colgando del costado. Ahora que lo veis bien, os parece recordarlo... ¿no era uno de los bardos que tocaron en el banquete que os ofreció el Barón cuando llegásteis a Ruanon?
Sí, esos arcabuceros son gente de lo más seria y aburrida. Dice Tresmond con un suave acento que identificais como de Durenor. Si me hubiera quedado husmeando más tiempo me habrían encerrado en las celdas negras... Por cierto, estaba preparando café.
Buena idea Tremond. Dice Lucius con aire cansado. Tenemos que hablar largo y tendido con estos señores. De hecho, creo que han llegado a nosotros justo cuando más los necesitábamos...
¿Y cómo ha ocurrido eso exáctamente? Pregunta el bardo.
Mi hijo los ha enviado. Dice Lucius con voz queda.
Creía que no os hablabáis.
Y así es. Suspira Thorne. Pero me imagino que alguien le ha quitado la venda de los ojos y se ha empezado a dar cuenta de lo que...
Un golpe fuerte os sobresalta a todos. Uno de los ventanucos de la habitación se abre de sopetón y entra de un salto una figura menuda. Al instante vosotros ya habéis desenvainado vuestras armas.
¡Maldita sea Will! Ruge Lucius ¿Cómo se te ocurre entrar de esa manera?
El Will al que mete la bronca es un delgado muchacho que no tendrá más de doce años, pero se pone de pie en un salto y corre hasta Lucius, sin apenas resuello.
¡Lo siento sir Thorne! Pero en cuanto me he enterado he venido hasta aquí sin dejar de correr para decirselo.
¿Decirme qué? Dice Lucius poniendo una mano en el hombro del chico para calmarlo.
El chaval está tan agotado tras la carrera que ha hecho que le cuesta hasta hablar.
Uno de los chicos se lo oyó decir a una escuadra de caballeros que salía del acuartelamiento. El chico traga saliva. Se ha ordenado el cierre de las fronteras.
Lucius se sienta en una silla. Parece que la noticia le ha afectado mucho. Eso significa... susurra el anciano. Que ha llegado el día. Está a punto de suceder...
Es Gato quien explota. ¿Suceder? ¡¿Qué?! ¿Qué va a pasar?
Lucius Thorne os mira con el ceño fruncido.
¿De veras no se lo han imaginado? Los caballeros van a tomar el control de la Baronía... Pretenden que Ruanon se independice de Sommerlund...
Horario: Noche
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Poderes psíquicos, sí. Dice el viejo frotándose la sien con los dedos. Sin duda sois Señores del Kai. Suspira. Vamos, seguidme arriba. Empieza a subir las escaleras. Yo soy Lucius Thorne.
¿Thorne? Preguntáis a la vez.
Sí. Y vosotros sois Cuervo Vigía, Dragón Carmesí, Gato Alado y Gavilán Temerario. Los Señores del Kai que vinieron tras la muerte de Lobo Gris. Y ahora mismo, sois los prófugos más buscados de todo Ruanon. Os sonríe, desdentado. Hay que ver cómo se complican las cosas ¿verdad?
Dragón no puede aguantarse. ¿Y quién sois vos?
Lucius vuelve a girarse hacia vosotros. Ya os lo he dicho. Lucius Thorne. El padre de Weyland. Antiguo Comandante de los Caballeros de Sommerlund en Ruanon. Suspira. Actualmente desterrado de Sommerlund bajo pena de muerte.
Intrigados, seguís al anciano hasta la habitación de arriba.
La habitación es bastante grande, con una chimenea crepitando y una gran mesa con planos desplegados encima suyo. Junto a la hoguera, calentando una tetera, hay un hombre joven, de rasgos finos, pelo negro peinado con pulcritud, y una barbita finamente recortada. Al entrar en la sala, se levanta y os hace una reverencia exagerada.
Lucius os lo presenta. Este es Tresmond de Lof; bardo, espadachín y mi espía en La Mano... Al menos hasta que los arcabuceros tomaron el control, claro.
Miráis al joven, que viste ropas de vistosos colores y lleva una especie de pequeña guitarra colgando del costado. Ahora que lo veis bien, os parece recordarlo... ¿no era uno de los bardos que tocaron en el banquete que os ofreció el Barón cuando llegásteis a Ruanon?
Sí, esos arcabuceros son gente de lo más seria y aburrida. Dice Tresmond con un suave acento que identificais como de Durenor. Si me hubiera quedado husmeando más tiempo me habrían encerrado en las celdas negras... Por cierto, estaba preparando café.
Buena idea Tremond. Dice Lucius con aire cansado. Tenemos que hablar largo y tendido con estos señores. De hecho, creo que han llegado a nosotros justo cuando más los necesitábamos...
¿Y cómo ha ocurrido eso exáctamente? Pregunta el bardo.
Mi hijo los ha enviado. Dice Lucius con voz queda.
Creía que no os hablabáis.
Y así es. Suspira Thorne. Pero me imagino que alguien le ha quitado la venda de los ojos y se ha empezado a dar cuenta de lo que...
Un golpe fuerte os sobresalta a todos. Uno de los ventanucos de la habitación se abre de sopetón y entra de un salto una figura menuda. Al instante vosotros ya habéis desenvainado vuestras armas.
¡Maldita sea Will! Ruge Lucius ¿Cómo se te ocurre entrar de esa manera?
El Will al que mete la bronca es un delgado muchacho que no tendrá más de doce años, pero se pone de pie en un salto y corre hasta Lucius, sin apenas resuello.
¡Lo siento sir Thorne! Pero en cuanto me he enterado he venido hasta aquí sin dejar de correr para decirselo.
¿Decirme qué? Dice Lucius poniendo una mano en el hombro del chico para calmarlo.
El chaval está tan agotado tras la carrera que ha hecho que le cuesta hasta hablar.
Uno de los chicos se lo oyó decir a una escuadra de caballeros que salía del acuartelamiento. El chico traga saliva. Se ha ordenado el cierre de las fronteras.
Lucius se sienta en una silla. Parece que la noticia le ha afectado mucho. Eso significa... susurra el anciano. Que ha llegado el día. Está a punto de suceder...
Es Gato quien explota. ¿Suceder? ¡¿Qué?! ¿Qué va a pasar?
Lucius Thorne os mira con el ceño fruncido.
¿De veras no se lo han imaginado? Los caballeros van a tomar el control de la Baronía... Pretenden que Ruanon se independice de Sommerlund...
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DRÁGALIN
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Horario: Noche
Lugar: Ciudad de Ruanon / Gran Mercado
La figura encapuchada entra en la tienda apartando los cortinajes blancos. Dentro, el suelo está cubierto con ricas alfombras y hay unos grandes cojines de aspecto cómodo en el centro en torno a una mesita de metal. En uno de ellos toma asiento.
Al momento, llega una mujer portando una elaborada lampara. Va vestida con sedas de vivos colores y un velo le cubre el rostro.
Sea bienvenida de nuevo. Saluda a la encapuchada con un leve acento vassagonio. Sospecho que no se trata de una visita de cortesía, si acude usted en persona y en mitad de la noche.
No. Ha llegado el momento por el cual te hice venir hasta Ruanon. Le susurra la visitante.
¿Tiene algo que ver con los Señores del Kai? Le inquiere mientras toma asiento en un cojín, cruzando las piernas.
Eres muy perspicaz. ¿Cómo lo sabes?
Vinieron hace poco. Preguntando por cierto veneno exótico, muy difícil de encontrar. Hace una pausa. ¿Fuisteis vos, no es cierto? Comprásteis las Lágrimas de Lys a través de uno de vuestros agentes.
¿Y qué si lo hice? Le replica la encapuchada.
Sabéis que tengo como norma no inmiscuirme en política. Yo sólo me dedico a mi profesión.
No os preocupeis por eso. Le tranquiliza la mujer. No os vereis mezclada en lo que va a ocurrir en la Baronía. Teneis mi palabra. Y ahora, necesito vuestros servicios.
Para eso me habeís hecho venir a Sommerlund. Os escucho.
Elessa, tenéis la reputación de ser la más letal de los asesinos de toda Vassagonia. Demostradmelo. Los señores del Kai se han convertido en prófugos de la Baronía y se ocultan en algún lugar de la ciudad. Encargaos de ellos.
La comerciante vassagonia asiente. Me pondré a ello inmediatamente, mi señora.
Por cierto, Elessa. Susurra la encapuchada. Deja uno vivo para interrogarlo. Al resto mátalos.
Horario: Noche
Lugar: Ciudad de Ruanon / Gran Mercado
La figura encapuchada entra en la tienda apartando los cortinajes blancos. Dentro, el suelo está cubierto con ricas alfombras y hay unos grandes cojines de aspecto cómodo en el centro en torno a una mesita de metal. En uno de ellos toma asiento.
Al momento, llega una mujer portando una elaborada lampara. Va vestida con sedas de vivos colores y un velo le cubre el rostro.
Sea bienvenida de nuevo. Saluda a la encapuchada con un leve acento vassagonio. Sospecho que no se trata de una visita de cortesía, si acude usted en persona y en mitad de la noche.
No. Ha llegado el momento por el cual te hice venir hasta Ruanon. Le susurra la visitante.
¿Tiene algo que ver con los Señores del Kai? Le inquiere mientras toma asiento en un cojín, cruzando las piernas.
Eres muy perspicaz. ¿Cómo lo sabes?
Vinieron hace poco. Preguntando por cierto veneno exótico, muy difícil de encontrar. Hace una pausa. ¿Fuisteis vos, no es cierto? Comprásteis las Lágrimas de Lys a través de uno de vuestros agentes.
¿Y qué si lo hice? Le replica la encapuchada.
Sabéis que tengo como norma no inmiscuirme en política. Yo sólo me dedico a mi profesión.
No os preocupeis por eso. Le tranquiliza la mujer. No os vereis mezclada en lo que va a ocurrir en la Baronía. Teneis mi palabra. Y ahora, necesito vuestros servicios.
Para eso me habeís hecho venir a Sommerlund. Os escucho.
Elessa, tenéis la reputación de ser la más letal de los asesinos de toda Vassagonia. Demostradmelo. Los señores del Kai se han convertido en prófugos de la Baronía y se ocultan en algún lugar de la ciudad. Encargaos de ellos.
La comerciante vassagonia asiente. Me pondré a ello inmediatamente, mi señora.
Por cierto, Elessa. Susurra la encapuchada. Deja uno vivo para interrogarlo. Al resto mátalos.
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DRÁGALIN
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Horario: Noche
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
La chimenea crepita en el refugio de Lucius Thorne, mientras el anciano os sirve un café muy cargado.
En un camastro junto al fuego, Will, el chaval que ha irrumpido en la habitación hace poco con las noticias de los movimientos de tropas de los caballeros, duerme tranquilamente. El otro compañero de Lucius, el bardo durenés que se os ha presentado como Tresmond de Lof, ha salido a las calles para confirmar la noticia que el chico os ha llevado.
Volvéis vuestra atención al viejo. Cuando Weyland Thorne os habló de alguien que os podría ayudar en vuestra investigación, poco podíais imaginar que se trataba de su mismo padre, y que además habías sido Comandante de los Caballeros de Sommerlund en Ruanon, y actualmente desterrado bajo pena de muerte.
Entre sorbo y sorbo de café, Lucius os cuenta su historia:
Os cuenta como hace años era el respetado comandante de los Caballeros de esta baronía. El responsable de que las caravanas de ricos materiales preciosos extraidos de las minas de Ruanon llegasen al resto de Sommerlund, y de mantener a salvo la Baronía anten los clanes salvajes de las Durncrag, las bandas de saqueadores giak del desierto y por supuesto, de los Señores de la oscuridad de Helgedad.
Su caida empezó cuando un clan montañés arrasó una caravana sin dejar supervivientes. No se trataba de una caravana valiosa, ni se movía por una zona peligrosa, pero aun así una fuerza aplastante de montañeses la atacaron. El mayor problema es que uno de los tres caballeros de escolta que murieron era Samuel Vanalund, el hermano pequeño del Barón. Y aunque nadie hizo responsable a Lucius, el barón Derek siempre guardó rencor hacia él por asignarle esa misión de escolta a su hermano pequeño.
Pero el punto de inflexión en la carrera del Comandante de los Caballeros llegó cuando, para vengar la muerte de Samuel Vanalund, lideró a un ejército de Caballeros a las Durncrag para diezmar a los clanes de salvajes. Sucedió lo impensable. Cayeron en una emboscada de los montañeses y se cambiaron las tornas. De todo el ejército, sólo una docena de caballeros sobrevivieron, incluido él mismo.
Y Lucius Thorne cayó en desgracia, aunque lo peor estaba por llegar, cuando fue acusado de enriquecerse ilícitamente de las caravanas. Antes de darse cuenta estaba acusado, desposeido de su rango y desterrado de Sommerlund.
Sólo y amargado en su exilio empezó a atar cabos sobre lo que había pasado. Le querían fuera del mando de los caballeros y lo habían conseguido. Y lo más grave es que quien quiera que fuesen los responsables, habían sido capaces de sacrificar a muchos caballeros e incluso al hermano del barón sólo para conseguirlo.
A pesar de que arriesgaba su propia vida, Lucius volvió a Ruanon. Debía descubrir a los responsables. Y así empezó, hace cinco años, sólo, sin contar ni siquiera con la ayuda de su hijo, que había renegado de él.
Una vez en la Baronía, se encontró con que Jester Crow, uno de sus antiguos oficiales (y el más ambicioso) era el nuevo Comandante de los Caballeros, a los que ahora había dado el nombre de Caballeros de Ruanon, en lugar de Caballeros de Sommerlund, que es como siempre se habían llamado.
Para todo el mundo, el liderazgo de Crow ha sido una epoca gloriosa para los caballeros, donde la baronía ha sido más segura que nunca, pero Lucius ha visto la verdad que se esconde detrás. En estos últimos años, Crow ha convertido a los Caballeros en el ejército de Ruanon. La exaltación del nacionalismo ruanés es constante, y a los nuevos caballeros se les instruye en obedecer ciegamente a sus oficiales, alimentando sin pudor el fanatismo.
Sir Jester se ha desecho en estos años de cualquier oficial que pudiese ser un obstáculo en sus planes. A muchos los ha asesinado por medio de la mediación de los Clanes, (pues no hay duda alguna de que los salvajes montañeses de las Durncrag tienen algún tipo de acuerdo con sir Jester), y a otros los ha acusado falsamente y encarcelado.
Para Lucius, no cabe duda de que el fin último de sir Jester es hacerse con el control de la Baronía, convirtiéndola en un estado independiente de Sommerlund. El premio es grande, ya que Ruanon es una provincia enormemente rica gracias al comercio y sobre todo a sus minas repletas de metales y piedras preciosas.
Pero también está clro que Crow no está sólo en esto. No hay duda de que los otros grandes grupos de poder de Ruanon (el Gremio de Comerciantes y la Iglesia) también apoyan este complot.
En cuanto al barón, Lucius lo conoció y está convencido de que no tiene nada que ver con esto. Cree más bien que los conspiradores gobernarán a través de él, usándolo como títere.
Horario: Noche
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
La chimenea crepita en el refugio de Lucius Thorne, mientras el anciano os sirve un café muy cargado.
En un camastro junto al fuego, Will, el chaval que ha irrumpido en la habitación hace poco con las noticias de los movimientos de tropas de los caballeros, duerme tranquilamente. El otro compañero de Lucius, el bardo durenés que se os ha presentado como Tresmond de Lof, ha salido a las calles para confirmar la noticia que el chico os ha llevado.
Volvéis vuestra atención al viejo. Cuando Weyland Thorne os habló de alguien que os podría ayudar en vuestra investigación, poco podíais imaginar que se trataba de su mismo padre, y que además habías sido Comandante de los Caballeros de Sommerlund en Ruanon, y actualmente desterrado bajo pena de muerte.
Entre sorbo y sorbo de café, Lucius os cuenta su historia:
Os cuenta como hace años era el respetado comandante de los Caballeros de esta baronía. El responsable de que las caravanas de ricos materiales preciosos extraidos de las minas de Ruanon llegasen al resto de Sommerlund, y de mantener a salvo la Baronía anten los clanes salvajes de las Durncrag, las bandas de saqueadores giak del desierto y por supuesto, de los Señores de la oscuridad de Helgedad.
Su caida empezó cuando un clan montañés arrasó una caravana sin dejar supervivientes. No se trataba de una caravana valiosa, ni se movía por una zona peligrosa, pero aun así una fuerza aplastante de montañeses la atacaron. El mayor problema es que uno de los tres caballeros de escolta que murieron era Samuel Vanalund, el hermano pequeño del Barón. Y aunque nadie hizo responsable a Lucius, el barón Derek siempre guardó rencor hacia él por asignarle esa misión de escolta a su hermano pequeño.
Pero el punto de inflexión en la carrera del Comandante de los Caballeros llegó cuando, para vengar la muerte de Samuel Vanalund, lideró a un ejército de Caballeros a las Durncrag para diezmar a los clanes de salvajes. Sucedió lo impensable. Cayeron en una emboscada de los montañeses y se cambiaron las tornas. De todo el ejército, sólo una docena de caballeros sobrevivieron, incluido él mismo.
Y Lucius Thorne cayó en desgracia, aunque lo peor estaba por llegar, cuando fue acusado de enriquecerse ilícitamente de las caravanas. Antes de darse cuenta estaba acusado, desposeido de su rango y desterrado de Sommerlund.
Sólo y amargado en su exilio empezó a atar cabos sobre lo que había pasado. Le querían fuera del mando de los caballeros y lo habían conseguido. Y lo más grave es que quien quiera que fuesen los responsables, habían sido capaces de sacrificar a muchos caballeros e incluso al hermano del barón sólo para conseguirlo.
A pesar de que arriesgaba su propia vida, Lucius volvió a Ruanon. Debía descubrir a los responsables. Y así empezó, hace cinco años, sólo, sin contar ni siquiera con la ayuda de su hijo, que había renegado de él.
Una vez en la Baronía, se encontró con que Jester Crow, uno de sus antiguos oficiales (y el más ambicioso) era el nuevo Comandante de los Caballeros, a los que ahora había dado el nombre de Caballeros de Ruanon, en lugar de Caballeros de Sommerlund, que es como siempre se habían llamado.
Para todo el mundo, el liderazgo de Crow ha sido una epoca gloriosa para los caballeros, donde la baronía ha sido más segura que nunca, pero Lucius ha visto la verdad que se esconde detrás. En estos últimos años, Crow ha convertido a los Caballeros en el ejército de Ruanon. La exaltación del nacionalismo ruanés es constante, y a los nuevos caballeros se les instruye en obedecer ciegamente a sus oficiales, alimentando sin pudor el fanatismo.
Sir Jester se ha desecho en estos años de cualquier oficial que pudiese ser un obstáculo en sus planes. A muchos los ha asesinado por medio de la mediación de los Clanes, (pues no hay duda alguna de que los salvajes montañeses de las Durncrag tienen algún tipo de acuerdo con sir Jester), y a otros los ha acusado falsamente y encarcelado.
Para Lucius, no cabe duda de que el fin último de sir Jester es hacerse con el control de la Baronía, convirtiéndola en un estado independiente de Sommerlund. El premio es grande, ya que Ruanon es una provincia enormemente rica gracias al comercio y sobre todo a sus minas repletas de metales y piedras preciosas.
Pero también está clro que Crow no está sólo en esto. No hay duda de que los otros grandes grupos de poder de Ruanon (el Gremio de Comerciantes y la Iglesia) también apoyan este complot.
En cuanto al barón, Lucius lo conoció y está convencido de que no tiene nada que ver con esto. Cree más bien que los conspiradores gobernarán a través de él, usándolo como títere.
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DRÁGALIN
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Horario: Noche
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Lucius hace un alto para coger otra cafetera en los rescoldos de la chimenea y aprovecha para despertar a Will. El chico se despereza y atiende a las palabras del anciano.
Escucha Will, necesito que reunas a todos los chicos, ¿entiendes? A todos. Hoy os voy a necesitar más que nunca.
Will asiente. Sí, señor. Ahora mismo. Dicho esto, sale de la habitación aprovechando el ventanuco por el que entró antes.
Vosotros aceptáis otra taza de café cargado. Os teméis que no vais a dormir mucho en las próximas horas.
Cuervo toma un sorbo mientras pregunta por qué tiene tanta importancia que los caballeros hayan cerrado las fronteras de la Baronía. Lucius responde muy serio:
Significa que los caballeros van a hacer su movimiento. Hace ya algunos meses que no paran de realizar maniobras militares, y eso sólo significa una cosa: que se preparan para la guerra.
El anciano os sigue contando que si los caballeros proclaman a Ruanon como estado independiente , el resto de Sommerlund no tardará en actuar, ya que no podrán permitirlo, dependen demasiado de las riquezas de Ruanon. Esto llevará inevitablemente a que se trate de reconquistar Ruanon. Y es ahí donde Lucius no comprende completamente el plan de sir Jester Crow y el resto de los conspiradores. Porque aunque Ruanon cuenta con un buen ejército de caballeros, e incluso aunque los clanes de salvajes de las Durncrag también les apoyen, están en clara desventaja ante las fuerzas de Sommerlund, que cuentan con varios ejércitos de caballeros, además de con la Orden del Kai y los magos de la Hermandad de la Estrella de Cristal de Toran.
En cualquier caso. Concluye Lucius. Lo que va a suceder es una tragedia para Sommerlund. Sin duda, los Señores de la Oscuridad se frotaran las manos al verlo...
Os basta una mirada entre vosotros para decidir que tras oir su historia, el anciano merece conocer la vuestra, de manera que comenzais desde el principio.
La muerte del Maestro del Kai Lobo Gris os trajo a Ruanon. Pronto sospechásteis que no había sido ninguna enfermedad repentina sino asesinato. Sin duda, el Maestro del Kai se topó con la conspiración que se estaba fraguando y por eso lo asesinaron. De hecho, su envenenador resultó ser el primer consejero del barón, un mago de Torán llamado Dragair, al que os enfrentásteis y distéis muerte en La Mano.
El asesinato de Lobo Gris también trajo otras consecuencias: La hija del Barón, Irina Vanalund, descubrió de algún modo que Dragair era el responsable de la muerte del Maestro del Kai y fue a por él, adoptando el disfraz del Fantasma. Si no hizo público lo que sabía fue porque se lo había jurado a su tía, la hermana del Barón, la Suma Sacerdotisa Dayia, que murió hace pocos días debido a su avanzada edad.
Irina, que había sido entrenada en secreto por Lobo Gris en las artes del Kai, se enfrentó a él junto con vosotros, pero cayó bajo un hechizo del mago que todavía la mantiene entre la vida y la muerte.
Vuestra investigación os llevó también al refugio secreto de Lobo Gris, en el Bosque de Espinas. Tras muchos peligros descubristeis dos pistas: Por una parte, el Maestro del Kai poseía un medallón con el retrato de la Suma Sacerdotisa Dayia, pero todavía no habéis encontrado cual era la relación entre ambos. Por otra, un libro que recogía la genealogía y el linaje de las casas nobles de Sommerlund, en el que las páginas dedicadas a la familia Vanalund estaban arrancadas. Lamentablemente, no habeis podido consultar el libro original, que suponéis se encuentra en la gran biblioteca de Ruanon, en La Mano, y en el que esperáis que dichas páginas esten intactas.
Haceis un alto para mirar esperanzados a Lucius, por si él supiera algo de todo esto. Pero por su cara comprendéis que no, de manera que continuais narrando vuestra historia:
La muerte del Maestro Dragair desencadenó algo terrible, la liberación de un Helghast que estaba encerrado en La Mano. Ese servidor de los Señores de la Oscuridad tenía como objetivo acabar con el linaje Vanalund, y aunque lograsteis destruirlo, la criatura asesinó a Aladar Vanalund, el hijo primogénito del Barón y Heredero de la baronía. Una lástima porque el Barón había concertado en secreto una boda entre su hijo y la princesa Diana, hija de Ragnar I, Rey de Sommerlund. Sin duda esa boda hubiera servido para unir más a Ruanon con Sommerlund (algo que sin duda los conspiradores no hubieran permitido), pero ahora la muerte de Aladar lo hace imposible.
Lucius os escucha terminar vuestro relato, horrorizado al final al enterarse de la muerte del Heredero, para después sumirse en el silencio.
Silencio que queda roto cuando entra por la puerta de la habitación Tresmond de Lof, el bardo durenés que ha estado fuera durante las últimas horas.
He confirmado lo del cierre de las fronteras. Dice a Lucius. La orden fue dada ayer mismo por Crow.
El anciano caballero se pone en pie. Entonces eso significa que se nos ha acabado el tiempo. Ha llegado el momento de actuar. Hoy mismo.
¿Hoy? ¿Ahora? Pregunta el bardo con la voz temblando.
Eso es. Responde Lucius. Antes, hubiese sido un suicidio. Pero ahora, con la ayuda de estos caballeros. Os señala. Quizás tengamos una posibilidad. Claro está, si es que quieren ayudarnos. Se vuelve hacia vosotros. ¿Qué me dicen? ¿Vamos a salvar Sommerlund?
Horario: Noche
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Lucius hace un alto para coger otra cafetera en los rescoldos de la chimenea y aprovecha para despertar a Will. El chico se despereza y atiende a las palabras del anciano.
Escucha Will, necesito que reunas a todos los chicos, ¿entiendes? A todos. Hoy os voy a necesitar más que nunca.
Will asiente. Sí, señor. Ahora mismo. Dicho esto, sale de la habitación aprovechando el ventanuco por el que entró antes.
Vosotros aceptáis otra taza de café cargado. Os teméis que no vais a dormir mucho en las próximas horas.
Cuervo toma un sorbo mientras pregunta por qué tiene tanta importancia que los caballeros hayan cerrado las fronteras de la Baronía. Lucius responde muy serio:
Significa que los caballeros van a hacer su movimiento. Hace ya algunos meses que no paran de realizar maniobras militares, y eso sólo significa una cosa: que se preparan para la guerra.
El anciano os sigue contando que si los caballeros proclaman a Ruanon como estado independiente , el resto de Sommerlund no tardará en actuar, ya que no podrán permitirlo, dependen demasiado de las riquezas de Ruanon. Esto llevará inevitablemente a que se trate de reconquistar Ruanon. Y es ahí donde Lucius no comprende completamente el plan de sir Jester Crow y el resto de los conspiradores. Porque aunque Ruanon cuenta con un buen ejército de caballeros, e incluso aunque los clanes de salvajes de las Durncrag también les apoyen, están en clara desventaja ante las fuerzas de Sommerlund, que cuentan con varios ejércitos de caballeros, además de con la Orden del Kai y los magos de la Hermandad de la Estrella de Cristal de Toran.
En cualquier caso. Concluye Lucius. Lo que va a suceder es una tragedia para Sommerlund. Sin duda, los Señores de la Oscuridad se frotaran las manos al verlo...
Os basta una mirada entre vosotros para decidir que tras oir su historia, el anciano merece conocer la vuestra, de manera que comenzais desde el principio.
La muerte del Maestro del Kai Lobo Gris os trajo a Ruanon. Pronto sospechásteis que no había sido ninguna enfermedad repentina sino asesinato. Sin duda, el Maestro del Kai se topó con la conspiración que se estaba fraguando y por eso lo asesinaron. De hecho, su envenenador resultó ser el primer consejero del barón, un mago de Torán llamado Dragair, al que os enfrentásteis y distéis muerte en La Mano.
El asesinato de Lobo Gris también trajo otras consecuencias: La hija del Barón, Irina Vanalund, descubrió de algún modo que Dragair era el responsable de la muerte del Maestro del Kai y fue a por él, adoptando el disfraz del Fantasma. Si no hizo público lo que sabía fue porque se lo había jurado a su tía, la hermana del Barón, la Suma Sacerdotisa Dayia, que murió hace pocos días debido a su avanzada edad.
Irina, que había sido entrenada en secreto por Lobo Gris en las artes del Kai, se enfrentó a él junto con vosotros, pero cayó bajo un hechizo del mago que todavía la mantiene entre la vida y la muerte.
Vuestra investigación os llevó también al refugio secreto de Lobo Gris, en el Bosque de Espinas. Tras muchos peligros descubristeis dos pistas: Por una parte, el Maestro del Kai poseía un medallón con el retrato de la Suma Sacerdotisa Dayia, pero todavía no habéis encontrado cual era la relación entre ambos. Por otra, un libro que recogía la genealogía y el linaje de las casas nobles de Sommerlund, en el que las páginas dedicadas a la familia Vanalund estaban arrancadas. Lamentablemente, no habeis podido consultar el libro original, que suponéis se encuentra en la gran biblioteca de Ruanon, en La Mano, y en el que esperáis que dichas páginas esten intactas.
Haceis un alto para mirar esperanzados a Lucius, por si él supiera algo de todo esto. Pero por su cara comprendéis que no, de manera que continuais narrando vuestra historia:
La muerte del Maestro Dragair desencadenó algo terrible, la liberación de un Helghast que estaba encerrado en La Mano. Ese servidor de los Señores de la Oscuridad tenía como objetivo acabar con el linaje Vanalund, y aunque lograsteis destruirlo, la criatura asesinó a Aladar Vanalund, el hijo primogénito del Barón y Heredero de la baronía. Una lástima porque el Barón había concertado en secreto una boda entre su hijo y la princesa Diana, hija de Ragnar I, Rey de Sommerlund. Sin duda esa boda hubiera servido para unir más a Ruanon con Sommerlund (algo que sin duda los conspiradores no hubieran permitido), pero ahora la muerte de Aladar lo hace imposible.
Lucius os escucha terminar vuestro relato, horrorizado al final al enterarse de la muerte del Heredero, para después sumirse en el silencio.
Silencio que queda roto cuando entra por la puerta de la habitación Tresmond de Lof, el bardo durenés que ha estado fuera durante las últimas horas.
He confirmado lo del cierre de las fronteras. Dice a Lucius. La orden fue dada ayer mismo por Crow.
El anciano caballero se pone en pie. Entonces eso significa que se nos ha acabado el tiempo. Ha llegado el momento de actuar. Hoy mismo.
¿Hoy? ¿Ahora? Pregunta el bardo con la voz temblando.
Eso es. Responde Lucius. Antes, hubiese sido un suicidio. Pero ahora, con la ayuda de estos caballeros. Os señala. Quizás tengamos una posibilidad. Claro está, si es que quieren ayudarnos. Se vuelve hacia vosotros. ¿Qué me dicen? ¿Vamos a salvar Sommerlund?
Me quedo callado por un rato y pienso en todo lo que a pasado durante este tiempo, Sir Jester Crow, las conspiraciones de Dragair, e incluso consigo meter al helgasht en la ecuacion, ¿no es posible que hayan echo un trato con los señores de la oscuridad a cambio de su proteccion para asi debilitar sommerlund?, por eso el helgasht mato al principe, sin la boda real no habria posibilidades de que el plan de estos malvados funcionara, es solo una suposicion, que me guardo mucho de comentar a mis hermanos, pero es una posibilidad...
Por otra parte estamos atrapados, si no hacemos algo ahora no lo haremos nunca y como decia mi viejo maestro, "Mucho mejor morir de pie que vivir arrodillado..."
¿Que que decimos? -digo con la voz estrangulada por la emocion del momento- que ya es hora de comportarnos como unos estupidos y hacer lo unico correcto en estos momentos. ¡Salvad Sommerlund de todos sus enemigos!
Y mientras pienso en esto dedico un minuto a Irina, al colgante que llevo de su tia y al libro que tal vez nos ayudaria en este momento, pero no es el momento de animalarse, es el momento de luchar...
Por otra parte estamos atrapados, si no hacemos algo ahora no lo haremos nunca y como decia mi viejo maestro, "Mucho mejor morir de pie que vivir arrodillado..."
¿Que que decimos? -digo con la voz estrangulada por la emocion del momento- que ya es hora de comportarnos como unos estupidos y hacer lo unico correcto en estos momentos. ¡Salvad Sommerlund de todos sus enemigos!
Y mientras pienso en esto dedico un minuto a Irina, al colgante que llevo de su tia y al libro que tal vez nos ayudaria en este momento, pero no es el momento de animalarse, es el momento de luchar...
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Parsion
- Gran Sol
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- Ubicación: Sommerlund´s Forest
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Hago una muesca de desprecio ante la historia que nos cuenta Lucius,
-Esto ya es demasiado, como si Sommerlund no tuviera bastantes problemas con el maligno enemigo del Oeste, como para que encima tengamos que hacer frente a problemas internos, a revueltas entre propios hermanos. Estos malditos herejes de Kai pagarán cara esta osadía.
Comento mientras dejo la taza vacía en una mesa cercana, le pregunto a Lucius:
-¿Sabes de alguna forma que tengamos para comunicarnos con Holmgard? Creo que problemas de ésta índole merecen ser sabidos en la Corte Real... y nunca está demás que contemos con refuerzos... por lo que pueda pasar.
-Esto ya es demasiado, como si Sommerlund no tuviera bastantes problemas con el maligno enemigo del Oeste, como para que encima tengamos que hacer frente a problemas internos, a revueltas entre propios hermanos. Estos malditos herejes de Kai pagarán cara esta osadía.
Comento mientras dejo la taza vacía en una mesa cercana, le pregunto a Lucius:
-¿Sabes de alguna forma que tengamos para comunicarnos con Holmgard? Creo que problemas de ésta índole merecen ser sabidos en la Corte Real... y nunca está demás que contemos con refuerzos... por lo que pueda pasar.
¡EL SEÑOR DEL KAI HA VUELTO!
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DRÁGALIN
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Horario: Noche
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
¿Comunicarnos con Holmgard? Responde Lucius a Cuervo. No, amigo mio, no es tan fácil como parece. Mandar un mensajero a caballo al galope costaría varios días, eso sin contar con el cierre de fronteras.
El anciano suspira. La manera más rápida sería enviar un cuervo mensajero, pero la cría y el entrenamiento de esas aves no es sencillo. Aquí en Ruanon sólo hay dos lugares desde donde hacerlo: uno es desde La Mano, pero según me han dicho ustedes, su encargado, el Maestre Clian, fue uno de los asesinados por el Helghast. Y el otro sitio es el Acuartelamiento de los caballeros de Ruanon, ya que utilizan cuervos mensajeros para dar ordenes a las tropas a distancia.
Así que ya ve, de momento, ambos lugares nos están vedados.
Cuando Cuervo le pregunta si en todos estos años no ha tratado de hablar con la corte en Holmgard para explicar lo que sabía, el anciano le cuenta abatido que no hubiera logrado nada, sólo ser condenado a muerte. No disponía de pruebas reales, estaba desterrado bajo pena de muerte, y sus acusaciones hubieran sido vistas como resentimiento por haber sido depuesto del mando. Si ni siquiera su propio hijo, Weyland Thorne, le creía ¿cómo le iban a creer en Holmgard?
Horario: Noche
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
¿Comunicarnos con Holmgard? Responde Lucius a Cuervo. No, amigo mio, no es tan fácil como parece. Mandar un mensajero a caballo al galope costaría varios días, eso sin contar con el cierre de fronteras.
El anciano suspira. La manera más rápida sería enviar un cuervo mensajero, pero la cría y el entrenamiento de esas aves no es sencillo. Aquí en Ruanon sólo hay dos lugares desde donde hacerlo: uno es desde La Mano, pero según me han dicho ustedes, su encargado, el Maestre Clian, fue uno de los asesinados por el Helghast. Y el otro sitio es el Acuartelamiento de los caballeros de Ruanon, ya que utilizan cuervos mensajeros para dar ordenes a las tropas a distancia.
Así que ya ve, de momento, ambos lugares nos están vedados.
Cuando Cuervo le pregunta si en todos estos años no ha tratado de hablar con la corte en Holmgard para explicar lo que sabía, el anciano le cuenta abatido que no hubiera logrado nada, sólo ser condenado a muerte. No disponía de pruebas reales, estaba desterrado bajo pena de muerte, y sus acusaciones hubieran sido vistas como resentimiento por haber sido depuesto del mando. Si ni siquiera su propio hijo, Weyland Thorne, le creía ¿cómo le iban a creer en Holmgard?
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DRÁGALIN
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Horario: Noche
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Lucius despliega un mapa de la Baronía de Ruanon y de la ciudad en la mesa.
Os explicaré la situación en la que nos encontramos ahora. Según sabemos, la mayor parte del ejército de los caballeros se encuentra al norte de la ciudad, de maniobras. Son esos los que se ocuparán de cerrar la frontera y vigilar el paso de Moytura. Al sur, también hay un pequeño ejercito, casi simbólico, que guarda la frontera con Casiorn. Eso quiere decir que en la ciudad de Ruanon no hay un ejército completo de caballeros, pero sí un importante destacamento, que ahora están repartidos entre La Mano y el Acuartelamiento de los Caballeros.
Además, no debemos olvidar que la escuadra de arcabuceros controla La Mano. Pero en Ruanon, nuestro peor enemigo es la Guardia de la ciudad. La Guardia está a sueldo del poderoso gremio de los comerciantes, por lo que debemos suponer que están de parte de la Conspiración.
A nuestro favor está la guardia de La Mano, bajo el mando de mi hijo, Weyland, pero yo no contaría con ellos, ya que han sido puestos bajo las ordenes del cuerpo de arcabuceros, y además, es muy posible que Weyland haya sido arrestado por cubrir vuestra huida de La Mano ayer por la noche...
El anciano y Tresmond intecambian una mirada grave entre ellos. Después, Lucius continúa hablándoos.
Hace ya varios meses que Tresmond y yo hemos planeado llevar a cabo dos acciones en contra de los caballeros. Si no las hemos llevado a cabo todavía ha sido porque no disponíamos de la fuerzas necesarias para acometerlas. Pero ahora la situación ha cambiado: Los caballeros están a punto de tomar el poder y vosotros estáis aquí. Dicen que los Señores del Kai son capaces de lo imposible... espero que así sea...
En primer lugar, necesitamos efectivos. En los altos mandos de los caballeros ya no queda nadie de confianza, sir Jester se ha ido deshaciendo de todos. Por informes que tenemos de Will, un buen grupo de oficiales se pudren en las mazmorras del Acuartelamiento de los caballeros. Hemos ideado un plan para rescatarlos de allí. Esos oficiales todavía me son leales, y además, puede que nos sirvan para hacer cambiar de lado a más de un caballero. Tened en cuenta que muchos han sido sometidos por sir Jester y sus corruptos oficiales por medio de la mentira y el miedo. Quizás podríamos aprovechar eso.
El otro plan que tenemos listo es el secuestro de Sir Jester Crow. Normalmente eso sería imposible, porque no sabemos sus movimientos, y porque va fuertemente escoltado. Pero hoy se celebra el funeral por la Suma Sacerdotisa en la Catedral de Ishir, y sabemos que acudirá. La idea es atacar su escolta y secuestrarlo tras el funeral, cuando vuelva al Acuartelamiento.
Con Sir Jester en nuestro poder, podremos interrogarlo y saber qué es lo que planean hacer exactamente los caballeros, y así, adelantarnos a ellos.
No os quiero mentir. A pesar de que hemos planeado con cuidado estas acciones, tener éxito será peligroso y arriesgado. Además, una vez que hayamos actuado contra los caballeros, estos estarán en alerta y será imposible cogerlos de nuevo desprevenidos. Ahora es posible porque no esperan un ataque y tenemos la ventaja de la sorpresa.
Mientras meditais sobre lo que os acaban de decir, Tresmond de Lof se aparta de la mesa y abre una de las ventanas de la habitación, por la que entran los primeros rayos del nuevo día...
Está amaneciendo... es hora de decidirse.
Horario: Noche
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Lucius despliega un mapa de la Baronía de Ruanon y de la ciudad en la mesa.
Os explicaré la situación en la que nos encontramos ahora. Según sabemos, la mayor parte del ejército de los caballeros se encuentra al norte de la ciudad, de maniobras. Son esos los que se ocuparán de cerrar la frontera y vigilar el paso de Moytura. Al sur, también hay un pequeño ejercito, casi simbólico, que guarda la frontera con Casiorn. Eso quiere decir que en la ciudad de Ruanon no hay un ejército completo de caballeros, pero sí un importante destacamento, que ahora están repartidos entre La Mano y el Acuartelamiento de los Caballeros.
Además, no debemos olvidar que la escuadra de arcabuceros controla La Mano. Pero en Ruanon, nuestro peor enemigo es la Guardia de la ciudad. La Guardia está a sueldo del poderoso gremio de los comerciantes, por lo que debemos suponer que están de parte de la Conspiración.
A nuestro favor está la guardia de La Mano, bajo el mando de mi hijo, Weyland, pero yo no contaría con ellos, ya que han sido puestos bajo las ordenes del cuerpo de arcabuceros, y además, es muy posible que Weyland haya sido arrestado por cubrir vuestra huida de La Mano ayer por la noche...
El anciano y Tresmond intecambian una mirada grave entre ellos. Después, Lucius continúa hablándoos.
Hace ya varios meses que Tresmond y yo hemos planeado llevar a cabo dos acciones en contra de los caballeros. Si no las hemos llevado a cabo todavía ha sido porque no disponíamos de la fuerzas necesarias para acometerlas. Pero ahora la situación ha cambiado: Los caballeros están a punto de tomar el poder y vosotros estáis aquí. Dicen que los Señores del Kai son capaces de lo imposible... espero que así sea...
En primer lugar, necesitamos efectivos. En los altos mandos de los caballeros ya no queda nadie de confianza, sir Jester se ha ido deshaciendo de todos. Por informes que tenemos de Will, un buen grupo de oficiales se pudren en las mazmorras del Acuartelamiento de los caballeros. Hemos ideado un plan para rescatarlos de allí. Esos oficiales todavía me son leales, y además, puede que nos sirvan para hacer cambiar de lado a más de un caballero. Tened en cuenta que muchos han sido sometidos por sir Jester y sus corruptos oficiales por medio de la mentira y el miedo. Quizás podríamos aprovechar eso.
El otro plan que tenemos listo es el secuestro de Sir Jester Crow. Normalmente eso sería imposible, porque no sabemos sus movimientos, y porque va fuertemente escoltado. Pero hoy se celebra el funeral por la Suma Sacerdotisa en la Catedral de Ishir, y sabemos que acudirá. La idea es atacar su escolta y secuestrarlo tras el funeral, cuando vuelva al Acuartelamiento.
Con Sir Jester en nuestro poder, podremos interrogarlo y saber qué es lo que planean hacer exactamente los caballeros, y así, adelantarnos a ellos.
No os quiero mentir. A pesar de que hemos planeado con cuidado estas acciones, tener éxito será peligroso y arriesgado. Además, una vez que hayamos actuado contra los caballeros, estos estarán en alerta y será imposible cogerlos de nuevo desprevenidos. Ahora es posible porque no esperan un ataque y tenemos la ventaja de la sorpresa.
Mientras meditais sobre lo que os acaban de decir, Tresmond de Lof se aparta de la mesa y abre una de las ventanas de la habitación, por la que entran los primeros rayos del nuevo día...
Está amaneciendo... es hora de decidirse.
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DRÁGALIN
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Horario: Mañana
Lugar: La Mano / Mazmorras
Se oye el sonido de una cerradura al abrirse.
Levántese y salga.
Weyland Thorne parpadea para acostumbrarse a la luz de la antorcha, mientras sale de la celda al pasillo de los calabozos de La Mano.
En el oscuro pasillo no hay nadie más que quien le ha abierto la puerta: Brandon Furia, capitán del cuerpo de arcabuceros. En una mano sostiene un manojo de gruesas llaves y en la otra la antorcha.
¿Ya es de día?
Va a amanecer en unos minutos. Le responde Furia sonriendo. ¿Ha dormido bien?
Dejémonos de conversaciones inútiles. Le corta Weyland. ¿Qué quiere de mí?
Brandon Furia rie por lo bajo. No es un sonido agradable.
Weyland Thorne... ¿cuántos años lleva como jefe de la guardia de La Mano?
Empecé cuando vos y vuestro gemelo todavía se meaban en la cama. Thorne frunce el ceño. Se lo repito, ¿qué quiere de mí?
La sonrisa de Brandon se desvanece, su tono se hace cortante. Muy bien, pues. Anoche le dije que lo haría responsable de liberar a los Señores del Kai sin permiso. Además, a ese delito se le añade ahora el hecho de que los ha encubierto durante su fuga de ayer noche.
Y yo acepto toda la responsabilidad de mis actos. Le responde Weyland. Ya se lo dije. ¿Y ahora qué? ¿Se me va a juzgar?
No. Responde el capitán de arcabuceros. Ya se le ha condenado.
A Weyland Thorne se le corta la respiración al sentir un dolor agudo y frío en el pecho. Mira hacia abajo y ve la punta de una espada corta sobresaliendo de entre sus costillas.
Detrás suyo, Brendan Furia, de la Guardia Roja, saca el arma de golpe haciendo que Weyland caiga al suelo entre borbotones de sangre.
Brandon mira a su hermano gemelo mientras este limpia la sangre de la hoja con un paño. Ambos salen al patio, y contemplan las primeras luces del amanecer.
El tiempo de aguardar terminó, Brendan. Hoy comienza todo.
Su hermano le pone la mano en el hombro, sonriéndole.
Hoy comienza todo. Repite. ¿Qué te parece, hermanito? Vamos a hacer Historia.
Horario: Mañana
Lugar: La Mano / Mazmorras
Se oye el sonido de una cerradura al abrirse.
Levántese y salga.
Weyland Thorne parpadea para acostumbrarse a la luz de la antorcha, mientras sale de la celda al pasillo de los calabozos de La Mano.
En el oscuro pasillo no hay nadie más que quien le ha abierto la puerta: Brandon Furia, capitán del cuerpo de arcabuceros. En una mano sostiene un manojo de gruesas llaves y en la otra la antorcha.
¿Ya es de día?
Va a amanecer en unos minutos. Le responde Furia sonriendo. ¿Ha dormido bien?
Dejémonos de conversaciones inútiles. Le corta Weyland. ¿Qué quiere de mí?
Brandon Furia rie por lo bajo. No es un sonido agradable.
Weyland Thorne... ¿cuántos años lleva como jefe de la guardia de La Mano?
Empecé cuando vos y vuestro gemelo todavía se meaban en la cama. Thorne frunce el ceño. Se lo repito, ¿qué quiere de mí?
La sonrisa de Brandon se desvanece, su tono se hace cortante. Muy bien, pues. Anoche le dije que lo haría responsable de liberar a los Señores del Kai sin permiso. Además, a ese delito se le añade ahora el hecho de que los ha encubierto durante su fuga de ayer noche.
Y yo acepto toda la responsabilidad de mis actos. Le responde Weyland. Ya se lo dije. ¿Y ahora qué? ¿Se me va a juzgar?
No. Responde el capitán de arcabuceros. Ya se le ha condenado.
A Weyland Thorne se le corta la respiración al sentir un dolor agudo y frío en el pecho. Mira hacia abajo y ve la punta de una espada corta sobresaliendo de entre sus costillas.
Detrás suyo, Brendan Furia, de la Guardia Roja, saca el arma de golpe haciendo que Weyland caiga al suelo entre borbotones de sangre.
Brandon mira a su hermano gemelo mientras este limpia la sangre de la hoja con un paño. Ambos salen al patio, y contemplan las primeras luces del amanecer.
El tiempo de aguardar terminó, Brendan. Hoy comienza todo.
Su hermano le pone la mano en el hombro, sonriéndole.
Hoy comienza todo. Repite. ¿Qué te parece, hermanito? Vamos a hacer Historia.
Mientras los rayos de sol toca la capa de Dragon este medita sobre los mapas y la informacion solicitada, despues de una pequeña meditacion tiene su plan de ataque:
"Cuervo y Gato sereis los encargado de infriltaros en la prision cuando la guardia este mas baja, llevaos unos cuantos soldados, tampoco muchos, coged el mapa del subterraneo e id a liberar a los prisioneros -comento con voz autoritaria y decidida- por otra parte Gavilan y yo iremos disfrazados y sin nuestra capas a por Jester, Gavilan por el suelo y yo me metere en los tejados, me apetece ver mucho el funeral pero tendre que hacer de "Halcon""
Sonrio despectivamente mientras me acuerdo con cariño el nombre que solia poner mi maestro a la gente que se colocaba en los altos de las casas para disparar saetas, en los viejos tiempos de la guerra de guerrillas contra los Señores de la Oscuridad. Mientras espero las respuestas de mis compañeros me fijo atentamente en todo los mapas e informacion recibida por nuestros aliados, me interesa sobre todo mapas de la zona y con cuantos efectivos contamos, y tal vez con un poco de suerte podamos detener el maligno plan antes de tiempo...
Interiormente sonrio malignamente, cuando tenga a Sir Jester en mis manos el y yo tendremos nuestra peculiar charla sobre su queria Ruanon...
"¡Muy Bien! ¿Alguna pregunta?"
"Cuervo y Gato sereis los encargado de infriltaros en la prision cuando la guardia este mas baja, llevaos unos cuantos soldados, tampoco muchos, coged el mapa del subterraneo e id a liberar a los prisioneros -comento con voz autoritaria y decidida- por otra parte Gavilan y yo iremos disfrazados y sin nuestra capas a por Jester, Gavilan por el suelo y yo me metere en los tejados, me apetece ver mucho el funeral pero tendre que hacer de "Halcon""
Sonrio despectivamente mientras me acuerdo con cariño el nombre que solia poner mi maestro a la gente que se colocaba en los altos de las casas para disparar saetas, en los viejos tiempos de la guerra de guerrillas contra los Señores de la Oscuridad. Mientras espero las respuestas de mis compañeros me fijo atentamente en todo los mapas e informacion recibida por nuestros aliados, me interesa sobre todo mapas de la zona y con cuantos efectivos contamos, y tal vez con un poco de suerte podamos detener el maligno plan antes de tiempo...
Interiormente sonrio malignamente, cuando tenga a Sir Jester en mis manos el y yo tendremos nuestra peculiar charla sobre su queria Ruanon...
"¡Muy Bien! ¿Alguna pregunta?"
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DRÁGALIN
Todos los Personajes Jugadores
Horario: Mañana
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Mientras la hermosa luz del nuevo día llena la habitación, el joven Will entra silenciosamente por otro ventanuco y se dirige a Lucius.
La banda está lista, Señor.
Muy bien. Responde el anciano. Después se dirige a vosotros con una sonrisa. Will es el jefe de una banda de ladronzuelos que en su mayoría no pasan de los diez años. Aun así, son un gran quebradero de cabeza para la guardia de la ciudad e incluso para los Caballeros ¿no es así?
Will asiente, orgulloso.
Pero entremos en materia... Tresmond, informa a los Señores del Kai.
Al momento, el bardo empieza a explicaros a grandes rasgos cuáles son sus planes:
Sir Jester acude hoy (como la mitad de Ruanon) al funeral de la Suma Sacerdotisa Dayia, que se celebra en la Catedral de Ishir. Para ello deberá abandonar la protección del Acuartelamiento de los caballeros y moverse con la ciudad junto con su escolta. La banda de chavales de Will le vigilarán durante todo el recorrido para tomar nota de las calles por la que pasen y así elegir la adecuada para montar una emboscada. El plan es atacar a la escolta tras el funeral, cuando vuelvan de nuevo al Acuartelamiento, ya que entonces sabrán por dónde van a pasar.
Para la emboscada buscarán el tramo de calle más sinuoso y estrecho posible. Es allí donde amigos de Tresmond actuarán, bloqueando con carros de mercancías a la escolta en la parte delantera y la trasera. Y una vez se haya detenido la comitiva, tendrá lugar el ataque. Los principales combatientes seréis vosotros, que contareis únicamente con dos ventajas: La sorpresa y vuestros poderes mentales de Ataque Psíquico, ante los que los caballeros están indefensos.
También contareis con el apoyo de Lucius y del mismo Tresmond, que dispararán flechas contra la escolta. Los chavalillos de la banda de Will usarán hondas contra los caballeros, pero esto sólo servirá como distracción.
Vuestro objetivo es derribar a Sir Jester, y, dejándole inconsciente o por la fuerza, llevaroslo. La ruta de escape será por las alcantarillas de la ciudad, de las cuales tanto Lucius como Tresmond tienen un gran conocimiento.
Por otro lado, para la liberación de los oficiales leales que están encarcelados, os haréis pasar por miembros de la Guardia de la Ciudad (Lucius os proporcionará uniformes), llevando a Will como si fuera un prisionero al Acuartelamiento de los Caballeros. Una recompensa de 25 Coronas de Oro se ofrece por él y, con la excusa de cobrarla, entrareis dentro y lo llevareis hasta el bloque prisión. Una vez dentro, tendreis que (sin que se de la alarma en el Acuartelamiento) abriros paso hasta el tercer nivel subterráneo y liberar a los prisioneros. Para lograrlo sólo contareis con vuestra astucia, rapidez y con Will, que es un genio abriendo cerraduras, y que además conoce el lugar. La huida también se hará a través del acceso a las alcantarillas que tiene la prisión, usando a Will como guía.
Lucius atiende a las explicaciones de Tresmond mientras se ajusta una armadura de cuero endurecido y la cubre con una sencilla túnica.
Mas o menos eso es todo. Os dice el anciano caballero. Debemos irnos ahora, por lo que si teneis alguna pregunta, quereis hacer cualquier comentario, o necesitáis algo en concreto, es el momento...
Horario: Mañana
Lugar: Ciudad de Ruanon / Barrio Viejo
Mientras la hermosa luz del nuevo día llena la habitación, el joven Will entra silenciosamente por otro ventanuco y se dirige a Lucius.
La banda está lista, Señor.
Muy bien. Responde el anciano. Después se dirige a vosotros con una sonrisa. Will es el jefe de una banda de ladronzuelos que en su mayoría no pasan de los diez años. Aun así, son un gran quebradero de cabeza para la guardia de la ciudad e incluso para los Caballeros ¿no es así?
Will asiente, orgulloso.
Pero entremos en materia... Tresmond, informa a los Señores del Kai.
Al momento, el bardo empieza a explicaros a grandes rasgos cuáles son sus planes:
Sir Jester acude hoy (como la mitad de Ruanon) al funeral de la Suma Sacerdotisa Dayia, que se celebra en la Catedral de Ishir. Para ello deberá abandonar la protección del Acuartelamiento de los caballeros y moverse con la ciudad junto con su escolta. La banda de chavales de Will le vigilarán durante todo el recorrido para tomar nota de las calles por la que pasen y así elegir la adecuada para montar una emboscada. El plan es atacar a la escolta tras el funeral, cuando vuelvan de nuevo al Acuartelamiento, ya que entonces sabrán por dónde van a pasar.
Para la emboscada buscarán el tramo de calle más sinuoso y estrecho posible. Es allí donde amigos de Tresmond actuarán, bloqueando con carros de mercancías a la escolta en la parte delantera y la trasera. Y una vez se haya detenido la comitiva, tendrá lugar el ataque. Los principales combatientes seréis vosotros, que contareis únicamente con dos ventajas: La sorpresa y vuestros poderes mentales de Ataque Psíquico, ante los que los caballeros están indefensos.
También contareis con el apoyo de Lucius y del mismo Tresmond, que dispararán flechas contra la escolta. Los chavalillos de la banda de Will usarán hondas contra los caballeros, pero esto sólo servirá como distracción.
Vuestro objetivo es derribar a Sir Jester, y, dejándole inconsciente o por la fuerza, llevaroslo. La ruta de escape será por las alcantarillas de la ciudad, de las cuales tanto Lucius como Tresmond tienen un gran conocimiento.
Por otro lado, para la liberación de los oficiales leales que están encarcelados, os haréis pasar por miembros de la Guardia de la Ciudad (Lucius os proporcionará uniformes), llevando a Will como si fuera un prisionero al Acuartelamiento de los Caballeros. Una recompensa de 25 Coronas de Oro se ofrece por él y, con la excusa de cobrarla, entrareis dentro y lo llevareis hasta el bloque prisión. Una vez dentro, tendreis que (sin que se de la alarma en el Acuartelamiento) abriros paso hasta el tercer nivel subterráneo y liberar a los prisioneros. Para lograrlo sólo contareis con vuestra astucia, rapidez y con Will, que es un genio abriendo cerraduras, y que además conoce el lugar. La huida también se hará a través del acceso a las alcantarillas que tiene la prisión, usando a Will como guía.
Lucius atiende a las explicaciones de Tresmond mientras se ajusta una armadura de cuero endurecido y la cubre con una sencilla túnica.
Mas o menos eso es todo. Os dice el anciano caballero. Debemos irnos ahora, por lo que si teneis alguna pregunta, quereis hacer cualquier comentario, o necesitáis algo en concreto, es el momento...
Sonrio mientras digo:
-Es un plan perfecto digno de un genio. De echo es dificil mejorarlo pero a mi se me a ocurrido una magnifica idea, mientras los chicos y los arqueros anulan a la caballeria, yo o gavilan anulamos a Sir Jester gracias a una descarga psiquica y antes de irnos lanzamos un gran explosion psiquica de forma que a nadie le hiera, yo creo que con un entrar y salir ser muy facil...
Dos cosas mas, ¿donde no encontraremos despues de nuestro asalto y teneis unas cuantas flechas para mi?
-Es un plan perfecto digno de un genio. De echo es dificil mejorarlo pero a mi se me a ocurrido una magnifica idea, mientras los chicos y los arqueros anulan a la caballeria, yo o gavilan anulamos a Sir Jester gracias a una descarga psiquica y antes de irnos lanzamos un gran explosion psiquica de forma que a nadie le hiera, yo creo que con un entrar y salir ser muy facil...
Dos cosas mas, ¿donde no encontraremos despues de nuestro asalto y teneis unas cuantas flechas para mi?
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Fantasma Grunweazel
Una lágrima de emoción apenas contenida se desliza por mi mejilla. Hemos vivido muchos momentos difíciles desde que nos embarcamos en esta aventura. Es el momento crítico y todos lo sabemos. Quién sabe si nuestro plan saldrá bien o acaso no volvamos a vernos. Por un lado quisiera ir a emprenderla a mamporros contra ese Jester y sus esbirros. Lo admito. Desde mi combate en el patio mi ego apenas me cabe en el cuerpo. En este momento me siento como si yo solo pudiera acabar con el mismísimo Naar y su legión de fuerzas oscuras. Pero no...Debo estar donde me corresponde. Con una señal de complicidad a Cuervo partimos hacia nuestra meta...
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Parsion
- Gran Sol
- Mensajes: 2704
- Registrado: 27-Mar-2005, 0:36
- Ubicación: Sommerlund´s Forest
- Contactar:
Escudriño seriamente a mis compañeros.
-No creo que sea bueno separarnos. Ambas misiones son demasiado peligrosas.
He sido entrenado en el Monasterio en las destrezas del combate más que en las de los subterfugios, pero me convenzo a mí mismo, pensando que quizás tenga éxito en la infiltración y pueda liberar a hombres fieles a Sommerlund y al rey de la prisión injusta a la que se ven sometidos.
-Gavilán, quizás deberías dejarnos la poción de hierba de Orca que tienes, puede que tengamos que usarla para dormir a algún guardia.
-No creo que sea bueno separarnos. Ambas misiones son demasiado peligrosas.
He sido entrenado en el Monasterio en las destrezas del combate más que en las de los subterfugios, pero me convenzo a mí mismo, pensando que quizás tenga éxito en la infiltración y pueda liberar a hombres fieles a Sommerlund y al rey de la prisión injusta a la que se ven sometidos.
-Gavilán, quizás deberías dejarnos la poción de hierba de Orca que tienes, puede que tengamos que usarla para dormir a algún guardia.
Última edición por Parsion el 17-Sep-2005, 14:20, editado 1 vez en total.
¡EL SEÑOR DEL KAI HA VUELTO!
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Jolan
Escucho atentamente los planes trazados y, al igual que mis compañeros, decido que ha llegado la hora de ponerse en marcha. Sacar a sir Jester de entre su comitiva personal y desaparecer no va a ser nada fácil. Más aun al no ir todos juntos a emprenderla contra este tipo. Pero intentaré exprimir al máximo mis habilidades y disciplinas para lograr mi parte de la misión.
- Claro, hermano. Aqui la tienes - digo a Cuervo, tendiéndole el vial de Hierba de la Orca que extraigo de mi mochila. - Tened cuidado. -mirando a Cuervo y a Gato - Espero que todo salga bien y nos veamos luego aqui.
- Cuando quieras, Dragón...
- Claro, hermano. Aqui la tienes - digo a Cuervo, tendiéndole el vial de Hierba de la Orca que extraigo de mi mochila. - Tened cuidado. -mirando a Cuervo y a Gato - Espero que todo salga bien y nos veamos luego aqui.
- Cuando quieras, Dragón...