¡BRUJERÍA!: La Maldición del Errante

Si te atreves a ponerte en la piel de un Señor del Kai, si te crees capaz de desafiar a los Señores de la Oscuridad, o si deseas simplemete pasar un buen rato, entra y asume el riesgo... pero quedas advertido...
Lindelion

Mensaje por Lindelion »

Sander Hookton. Comedor del Palacio de la Reina Ahleesia; mesa de oficiales

La respuesta de Sander es tajante, y el oficial no vuelve a dirigirle la palabra. Pocos son los que se atreven a hablar con Sander, y aún menos los que siguen hablando después de que él lo haya hecho. El silencio se hace en la mesa de los oficiales y la tensión crece un poco. Nethruul mira a Sander y al oficial que le ha hecho la pregunta, y sonríe maliciosamente.

Para romper la tensión, el capitán habla desde su asiento con Sander acerca del equipo que le gustaría que le fuera proporcionado para su viaje. Ambos hablan de ello un rato y más tarde se entregan a la comida.

Mientras tanto, Sander oye cómo llaman al capitán por su nombre cuando hablan con él: capitán Thyos. Sólo ese Ish al que conoció esta mañana y el capitán Thyos han sido capaces de mantener una conversación normal con él. Ish no comenzó con buen pie, pero no se amedrentó ante sus siempre tajantes palabras. Nunca antes Sander había conocido a dos personas así el mismo día...
Avatar de Usuario
phillix
Sabio
Mensajes: 587
Registrado: 28-Mar-2005, 3:46
Ubicación: Alamut, México.

Mensaje por phillix »

Ish Ksj y Siladrem Sinval. Comedor del palacio de la Reina Ahleesia; mesa real.

- Tu origen humilde no te ha impedido convertirte en un habilidoso físico. Dices que te dedicas a vender libros, ¿acaso has adquirido a través de ellos tus conocimientos de medicina? - Dice Asher

- Si, en alguna medida. También he tenido algún instructor y mis padres hicieron lo propio, pero sin duda los libros me han enseñado algunas "técnicas" interesantes. Y la práctica... la práctica con la gente de esta población definitivamente es muy didáctica.

Al terminar de explicarle, Asher me propone ser su médico personal, sin tardar en contestarle (Aunque en realidad me hubiera parecido que pasaron unos días) le respondo:

-Sin duda su proposición representa para mi una oportunidad nada desdenable, y si mi obediencia a mi pueblo no le parece un impedimento, con el mayor de los gustos le puedo ofrecer mis humildes servicios.


Al hablar de la obediencia a mi pueblo hago una ligera reverencia hacia donde se encuentra la reina para dar a entender mi lealtad a la corona.

Trabajar para un Briciano puede tener sus inconvenientes y además mi corazón está en mi país. Mi meta en un futuro es trabajar en la corte de la Reina, el acercamiento a Asher aunque temporalmente me pueda distanciar es un paso muy importante para lograrlo, sin embargo tengo que dejar claro que se puede confiar en mi como ciudadano y no como oportunista
Pasa a la página siguiente
Lindelion

Mensaje por Lindelion »

Ish Ksj y Siladrem Sinval. Comedor del palacio de la Reina Ahleesia; mesa real.

Al escuchar a Ish, Asher suelta una carcajada, que no deja de sonar grave y jactanciosa aunque, nadie lo sabe, el embajador la haya soltado con sinceridad.

- Por supuesto que no voy a pedirte que renuncies a tu nacionalidad - exclama Asher con una sonrisa que de nuevo hace que sus colmillos superiores sobresalgan -. En realidad me es indiferente de dónde provengas ni a quién defiendas mientras desempeñes tu trabajo con la eficacia que has demostrado hasta ahora.

La reina se siente algo incómoda ante esta situación, su rostro lo denota. Asher está consiguiendo todo lo que quiere en su palacio, y no es esa la imagen que quisiera dar.

- Pero lo que sí tendrás que hacer - continúa Asher -, como imaginarás, es acompañarme a Brice, donde he de volver mañana. Viajaremos con dos compatriotas tuyos, tal vez así el viaje te resulte más ameno. El señor Sinval, que está a tu izquierda, es uno de ellos. Os dejo para que podáis conoceros antes de partir. Nunca viene mal tener amigos, incluso en los Planos Infernales si es preciso.

Y Asher vuelve a carcajearse como antes. La reina está teniendo mucha paciencia, pero cierto es que es un briciano. Siladrem puede oír como en toda la mesa se pronuncia el mismo comentario para disculpar sus modales. Elevar demasiado la voz en una situación como esta sería motivo suficiente como para descalificar a cualquier analandés, pero Asher "es un briciano".
Magnakai

Mensaje por Magnakai »

Bastante molesto por la iniciativa y falta de consideración demostrada por el embajador ante la hospitalidad de la princesa, no puedo menos que tratar de nederezar la situación para evitar que el rostro de la reina siga oscureciéndose:

- Je, la verdad es que cuanto menos la situación es para carcajearse, Lord Asher, tiene usted toda la razón. ¿Quién le iba a decir antes de salir de su país que sería preciso sustentar su viaje de vuelta en la fortaleza y sabiduría que le pudiese proporcionar la nación de Analand tras ser diezmada su escolta precisamente en aquello de lo que más presume Brice, su brazo militar? Afortunadamente para vos, nuestra reina demuestra una vez más que un gobierno estable debe basarse en la cooperación y no en la invasión.

Lo comento de buen talante pero con una nota de acidez que espero haya servido para, indirectamente, hacerle ver al embajador que modere su conducta en presencvia de la reina.

A continuación, si no hay respuesta, charlo con Ish.
Lindelion

Mensaje por Lindelion »

Ish Ksj y Siladrem Sinval. Comedor del palacio de la Reina Ahleesia; mesa real.

Dhuncam se apresura a poner paz en la mesa.

- Vamos, señores, no dejemos que nuestras diferencias se vuelvan contra nosotros - dice Dhuncam con voz calma, preocupado por que no se inicie una discusión -. Brindemos por nuestra amistad y por la salud de lord Asher, que afortunadamente hoy puede estar aquí con nosotros.

Asher adopta un serio semblante, es la primera vez que Siladrem ve esa expresión en su rostro, pero tras la intervención de Dhuncam vuelve a sonreír, levanta su copa y hace un gesto para brindar, mientras mira fijamente a Siladrem y le sonríe con un asentimiento.

Dhuncam dirige una mirada de reprobación a Siladrem y arquea las cejas, dándole a entender que se modere. Sin embargo, la reina sonríe antes de tomar un sorbo de su copa.

Esa noche lord Asher no volvió a levantar la voz.
Lindelion

Mensaje por Lindelion »

Salida de Arkleton

El día amanece, como es habitual, con la progresiva llegada de la multitud a la plaza de Arkle XV, conforme los tenderos comienzan a abrir sus negocios. Pero hoy hay una mayor expectación entre los presentes, que son más de los que suele haber a esta hora, por ver la comitiva compuesta por lord Asher y los analandeses que le acompañarán hasta Brice.

Un soldado aparece en la plaza llevando a un gran corcel blanco de las bridas. Se rumorea entre la gente que el caballo ha sido adquirido por el embajador. Las dudas tienen pronta resolución cuando lord Asher aparece por la gran puerta del palacio de la reina Ahleesia y monta el corcel. Le acompaña un hombre que porta una alabarda y una cimitarra; este hombre observa a la gente con cierto desprecio en su mirada. Seguidamente aparece un muchacho con una túnica de color púrpura y largos cabellos. Junto a él camina el capitán de la guardia de palacio, Thyos, junto con un escudero que acarrea algunas armas envueltas cuidadosamente en paños de color marrón oscuro. Un quinto aparece entre la multitud portando una tosca lanza de madera y se coloca cerca de lord Asher, a quien este sonríe. Algunos por aquí lo conocen como Ish el librero. ¿Qué pintará él en todo esto? ¿Y qué hace con esa lanza? Y un sexto hace su aparición en escena, acercándose con paso sereno, con su casi metro noventa de altura, oculto tras un jubón parduzco y con un arco al hombro y una espada envainada.
"Ese es Perro del Infierno", rumorean algunos. "Han elegido al tipo apropiado para acompañar a esos bricianos", comentan otros en tono burlesco, "se parece mucho a ellos".
Todos lanzan sus vítores cuando comienzan a ver a la reina Ahleesia acercándose a la puerta, acompañada de uno de sus consejeros, que se adelanta para intercambiar unas palabras con el muchacho de la túnica púrpura.
___________________________________________________________

- Cuida tus formas en todo momento e intenta permanecer al amparo de Asher cuando llegues a Brice - dice Dhuncam a Siladrem. Desde el incidente de la cena su carácter se ha agriado sensiblemente. Puede que sólo sea debido a su preocupación.

El capitán Thyos hace una seña al escudero, que se presenta frente a Siladrem y le ofrece un magnífico espadón. Siladrem desenvuelve el paño y observa el arma. La vaina, que es de bronce, tiene numerosos adornos y grabados con diferentes motivos, que serpentean a lo largo de ella dando mil vueltas y giros fantásticos que serían irregulares para el ojo inexperto, pero que guardan un bello orden armónico. La empuñadura tiene la forma de un águila de plata extendiendo sus alas.
Después, el escudero entrega a Ish y a Sander una daga curvada de bella manufactura, las dos exactamente iguales y con una funda de cuero. Por último, el escudero entrega una espada a Sander. Este la toma y la observa detenidamente mientras espera a que la comitiva parta. La vaina es de metal, y tiene un grabado que representa a una mujer con una corona, con los ojos cerrados y con las dos manos apoyadas en un bastón. Esta es una de las espadas que se forjaron con el motivo de la coronación de la reina Ahleesia, y la imagen de la vaina la representa a ella con el simbólico bastón de mando y la corona que la identifican como reina. La empuñadura describe una cruz perfecta y termina en un engrosamiento en el que culminan varios nervios que ascienden en espiral. Sander la blande delante de todos y comprueba lo liviana que es.

- Que Libra os acompañe en vuestro viaje - dice la reina - y que sepa guiaros lejos del peligro.

Unos soldados entregan el resto del equipaje a los viajeros y por fin parten hacia la Gran Muralla.

Los dos mercenarios, Sander y Nethruul, van en cabeza. Les sigue Asher en su caballo, al lado del cual caminan Siladrem e Ish, cada uno a un lado. Cuando salen de la plaza, la muchedumbre vuelve a sus quehaceres cotidianos.
Lindelion

Mensaje por Lindelion »

Carretera de Arkleton

Imagen

El grupo avanza por la carretera principal que conecta la capital con el primer tramo inconcluso de la Gran Muralla. Ish y Siladrem echan varios vistazos a las murallas de Arkleton, pensando que pasará mucho tiempo hasta que regresen a su hogar. Sin embargo Sander camina orgulloso y sin un ápice de tristeza en su rostro; y es que los mercenarios no suelen tener ningún lugar al que llamen hogar, excepto su patria, si es que son leales a ella; y Sander aún se encuentra en su casa, y con los mismos de siempre, que le tildan de monstruo allá por donde va.

Sander dirige algunas miradas furtivas a Nethruul de vez en cuando. Este camina sin prestar siquiera atención a lo que lo rodea, con su larga albarda al hombro y su mano izquierda en el pomo de su cimitarra, la cual lleva envainada al cinto.

La carretera deja a ambos lados un paisaje de suaves colinas. Algunos sembrados aparecen en el horizonte esporádicamente, junto a aldehuelas donde a veces se ve a algún que otro campesino trabajando sus tierras. Asher observa esto con especial atención, pensativo. Parece estar ordenando en su cabeza las palabras, mientra dirige fugaces miradas a Siladrem.

El silencio que arrastra consigo la comitiva es roto por la grave y potente voz de Asher, que se dirige a Siladrem:

- Señor Sinval - dice, en el tono sosegado que le caracteriza -, tal vez anoche mi sinceridad le molestara y me tildara de arrogante. Si realmente lo hubiera sido, tal vez habría rebatido sus palabras delante de la reina. Pero como puede comprobar, he aguardado el momento oportuno, para no importunar a Su Alteza. Seguramente atribuyáis a mi conducta una personalidad bárbara e irrespetuosa; pero la realidad es distinta. Tal vez tengamos un concepto distinto de lo que es la maldad los bricianos y los analandeses. Yo al menos no me considero malvado por aprovecharme de la posición que tanto me ha costado conseguir. Verá, señor Sinval, para todo el Viejo Mundo, la cultura de mi pueblo es la de la fuerza de las armas; pero eso es sólo el instrumento que utilizamos para defender nuestros principios. Usted piensa que la cooperación es la clave de la prosperidad, y no le falta razón. Pero cuando una nación antagoniza la cultura de todo un pueblo, no cabe otra cosa que demostrar la fuerza de nuestros ideales frente a lo que creemos que es una forma equivocada de pensar. Este mundo está hecho para sobrevivir, y no para vivir. Si observa a cualquier manada de lobos, verá que incluso ellos imponen una jerarquía y que siguen ciegamente a su líder, aquel que creen con más experiencia y cuyas decisiones son las más adecuadas para la supervivencia. En Brice creemos que la proliferación de ideas erróneas entre la población puede diezmar nuestra unidad. Por eso elegimos a nuestro Señor Regente y le obedecemos ciegamente. Cada cual tiene su papel en esa socuiedad estructurada. Los campesinos trabajan las tierras - dice, señalando a un grupo de capesinos que aran su tierra de labranza, a un lado del camino -, pues la templanza es su virtud. Y los guerreros - dice señalando a Nethruul y Sander - defienden a los campesinos, pues en ellos sobresale el coraje y el valor; y por último, los juiciosos gobiernan para mantener este orden. Cada cual tiene su lugar. Y por eso me sorprendió que Ish no tuviera el suyo, y así lo manifesté. Pero espero que estas diferencias no nos impidan tratar de entendernos.

Asher termina con una sonrisa su justificación. Cualquiera diría que ese es justo el discurso que daría un dictador a alguien que defiende la libertad.

Entonces Nethruul habla, en tono despectivo:

- Bah, mo biaste af diambo gon ardor sanifcetor, ramuos. Ue ardán nyasdor.

Entonces Asher le replica bastante molesto, casi gritándole:

- Géueda itiode! Ga dý mo andianter mi yme befepse ta emefentár mo ricmilige ga auor mo andiantem dy itione!

Nethruul no cambia su smeblante ante el rapapolvo de Asher, y mira a todos sus compañeros de viaje analandeses con desprecio antes de soltar un gargajo y mirar de nuevo al frente.

A lo lejos ya puede verse el puesto de guardia de la frontera.
Última edición por Lindelion el 01-Dic-2005, 10:42, editado 1 vez en total.
Avatar de Usuario
Baklands
Maestro superior del Kai
Mensajes: 810
Registrado: 29-Mar-2005, 20:50
Ubicación: Entre Kharé y Mampang

Mensaje por Baklands »

Sander Hookton. Carretera de Arkleton

Casi me alegro de salir ya del palacio de la reina Ahleesia. Aunque se me ha tratado con respeto y la visita ha sido provechosa económicamente, mi sitio está a campo abierto. Me encanta viajar bajo el cielo azul de Analand y sentir la brisa del viento acariciar mi cara, aunque a veces sea un poco dificultoso mantener la capucha del jubón en su sitio.

Ando despreocupado, ya que todavía estoy en territorio amigo, y no espero tener ningún problema hasta después de haber cruzado la frontera. De paso, aprovecho estos momentos de tranquilidad para poner en orden mis pensamientos.

Me preocupa sobremanera Nethruul. No entiendo esa fijación en no hablar con ningún analandés, a pesar de que sí parece entender nuestro idioma, y además tampoco me hizo gracia su comportamiento de anoche durante la cena. Falto de corrección en la mesa, orgulloso y desafiante, casi malicioso, diría. Hay algo en este hombre que no me gusta, y puede que tenga que ver con el hecho de que sea un briciano.

Brice. Recordar este nombre me produce el mismo sentimiento que tuve cuando el capitán Thyos me encomendó esta misión, ya que a mi mente vuelven a venir las imágenes de los terrible Emisarios de la Luna que parece ser han vuelto a resurgir en este país. No sé por qué, pero tengo la sensación de que antes de que esta misión concluya, nos toparemos con esta secta. Y ese pensamiento me preocupa, y mucho.

A su vez, también me sorprende la pronta recuperación de Nethruul. Parece ser que a pesar de que toda la escolta sucumbió a la emboscada, él no sufrió muchos daños o sus heridas sanan muy deprisa.

Mmm, ahora que me acuerdo, Ish me comentó que fue él quien curó al mercenario. Tengo que preguntarle sobre sus heridas, pero mejor hacerlo cuando ni Asher ni Nethruul estén delante.
En mi trabajo de mercenario es fundamental no fiarse de nadie si quieres seguir con vida, y menos aún de un briciano malcarado, fanfarrón y capaz de sobrevivir a una emboscada cuando el resto de sus compañeros son ahora pasto de los buitres.

Estoy en estos pensamientos cuando me sorprende la violenta discusión entre los dos bricianos, aunque parece ser que el mercenario no está intimidado por al reacción de su superior. Extraño. Muy extraño. Al cruzar mi mirada con la de Nethruul veo el desprecio en sus ojos, y no puedo evitar una mueca de disgusto cuando éste escupe en el suelo.
Este tipo es un imbécil, y además un bravucón. Será mejor que no lo pierda de vista. No me gustaría sentir un pichazo de esa alabarda cuando menos me lo espere.

Enojado por el comportamiento de los bricianos, intento fingir que su aparente discusión no me interesa lo más mínimo, y recordando que esta mañana Ish quería comparse un arco al ver el mío, le digo al divisar las murallas del puesto de guardia de la frontera:

-Ish, ahí delante está el puesto de guardia fronterizo. Si quieres puedo acompañarte para elegir tu arco, y que estos soldados veteranos, que son todos unos zorros de las Baklands, no te intenten colar un arco casi destrozado como nuevo.

Así de paso puede que consiga hablar con él a solas y preguntarle sobre las heridas del mercenario.
[b]Te envío a siete amigas mías, ¿vale?[/b] :smt083
Magnakai

Mensaje por Magnakai »

Siladrem Sinval. Carretera de Arkleton

El discurso del embajador no me ha sorprendido en demasía, conocedor como soy de la mentalidad imperante en su bélico país. El consejo final (o la orden) de Dhuncam antes de mi marcha me ronda la cabeza y eso me refrena a la hora de espetarle todo lo que pienso. En estos momentos soy el representante de Analand y no debo actuar guiado sólo por mis convicciones personales.

¿No cabe otra cosa que demostrar la fuerza de nuestros ideales frente a lo que creemos que es una forma equivocada de pensar?¿En Brice creemos que la proliferación de ideas erróneas entre la población puede diezmar nuestra unidad? Y bien, Lord Asher, ¿en qué manual se basan para determinar qué es una idea errónea y qué no?
Me quedo con ganas de preguntarle, pero contengo mi ira, en parte por saber la respuesta, en parte por mi condición de heraldo. Así que me limito a responder a su comentario tratando de ser diplomático:

- Por supuesto que no será ningún impedimento. Dos puntos de vista diferentes no implican por necesidad enfrentamiento. Lamento que mis palabras en el día de ayer le causasen malestar, no era esa mi intención, embajador.

Aunque tú y yo sabemos cuál era mi intención

Cuando se produce la discusión la observo con sorpresa y al terminar, en tono cordial, me dirijo al embajador:

- ¿Hay algún problema, embajador?

Y espero con atención su respuesta.
Avatar de Usuario
phillix
Sabio
Mensajes: 587
Registrado: 28-Mar-2005, 3:46
Ubicación: Alamut, México.

Mensaje por phillix »

Ish Ksj Carretera de Arkleton

Que estupideces ha dicho este hombre, pero toda esta verborrea es una clara señal del peligro que representa para mi y para Analand. Sin embargo mi posición cercana a él representa la mejor ayuda que puedo ofrecer a mi país y a mi seguridad. Pero debo mantenerme muy alerta si no quiero sucumbir ante un desplante dictatorial del embajador.

Cabeza de carbon me acaba de ofrecer ayudarme a comprar un arco y me parece muy útil su disponibilidad.

- Muchas gracias Sander, tu opinión puede serme de gran ayuda.- asiento.

Además pueda que encuentre algunas otras cosas interesantes.
Pasa a la página siguiente
Lindelion

Mensaje por Lindelion »

Campamento del Segundo Escuadrón del Ejército de la Frontera de Analand

- ¿Hay algún problema, embajador? - pregunta Siladrem.

- En absoluto - responde el embajador con entereza, y no da más explicaciones.

El grupo está entrando ya al gran campamento de los soldados que custodian la frontera.

-Ish, ahí delante está el puesto de guardia fronterizo - dice Sander, recordando que Ish manifestó su interés por adquirir un arco -. Si quieres puedo acompañarte para elegir tu arco, y que estos soldados veteranos, que son todos unos zorros de las Baklands, no te intenten colar un arco casi destrozado como nuevo.

- Muchas gracias Sander, tu opinión puede serme de gran ayuda - asiente Ish.

Ish y Sander se adelantan dejando atrás a los demás. Sander conoce de sobra este campamento, y sabe dónde acudir para adquirir buenas armas. Llegan a una tienda custodiada por un soldado vestido con un peto de cuero y aferrado a una lanza, que sostiene con ambas manos delante de él. La tienda se usa como un almacén de armas. Seguro que no les importa deshacerse de un arco. Sander pregunta al soldado por el escriba que lleva las cuentas del material del ejército en el campamento. El soldado reconoce a Sander y dibuja una mueca en su cara carente de expresión. Llama a otro soldado y le pide que les conduzca a la tienda del escriba.

Mientras tanto, Asher, Nethruul y Siladrem llegan al campamento y son recibidos por el propio comandante del escuadrón. El tipo lleva una cota de malla de la que sobresale una capa azul, y lleva enfundada una magnífica espada al cinto.

- Sea bienvenido de nuevo a mi campamento, lord Asher - dice el comandante.

- Gracias, comandante - le contesta Asher, que descabalga y entrega las riendas del caballo a un paje que acude a una señal del comandante.

- Soldado - llama el comandante a uno de los hombres que se encuentra haciendo la ronda -, acompaña al embajador Asher a mi tienda. Enseguida estaré con usted, embajador.

Asher asiente, y tanto él como Nethruul siguen al soldado. Siladrem se queda a solas con el comandante y este le saluda.

- Usted debe ser Siladrem - dice el comandante -. Tenga - el comandante entrega una pequeña carta a Siladrem con mucho disimulo -. Vayamos a mi tienda, no debemos hacer esperar demasiado al embajador. Lea el mensaje detenidamente cuando se encuentre en privado.

El comandante cede el paso a Siladrem, que puede ver al embajador y a Nethruul entrando en una tienda.
Avatar de Usuario
Baklands
Maestro superior del Kai
Mensajes: 810
Registrado: 29-Mar-2005, 20:50
Ubicación: Entre Kharé y Mampang

Mensaje por Baklands »

Sander Hookton. Campamento del Segundo Escuadrón del Ejército de la Frontera de Analand.

De camino hacia la tienda del escriba, y aprovechando la ausencia del resto de nuestros compañeros de viaje le pregunto a Ish, lo que ya hace tiempo que ronda por mi negra cabeza:

-Ish, aparte de ayudarte a comprar el arco, también he querido acompañarte porque tengo que preguntarte una cosa. Me dijiste que habías curado a Nethruul de las heridas sufridas en la emboscada, donde sólo él y Asher consiguieron sobrevivir. Y tan sólo un día después de aquel incidente, y tras haber sido herido, se vuelve a poner en marcha para realizar un largo viaje y no tiene absolutamente ningún síntoma de que las heridas le molesten lo más mínimo. Me resulta cuanto menos extraño. Tú que las viste, ¿sus heridas eran de poca consideración o había algo extraño en ellas? ¿Algo así como si cicatrizaran muy rápido?
[b]Te envío a siete amigas mías, ¿vale?[/b] :smt083
Avatar de Usuario
phillix
Sabio
Mensajes: 587
Registrado: 28-Mar-2005, 3:46
Ubicación: Alamut, México.

Mensaje por phillix »

Ish Ksj. Campamento del Segundo Escuadrón del Ejército de la Frontera de Analand.

Al revelarme Sander su interés por el tema de Nethruul, lo veo a la cara y con un semblante sereno y severo le hablo discretamente:

-Antes de contestarte necesito saber si puedo confiar en ti, lo que te diga no debe saberlo nadie más ya que mi trabajo y hasta nuestras vidas pueden estar de por medio.

Me detengo y miro hacia el piso con mis oidos atentos a la respuesta de Sander. Después prosigo:

- Su cicatrización fue perfectamente normal, no fue necesario utilizar nada adicional a un par de herramientas comunes. - Le contesto - Y en realidad sus heridas no eran graves. Como veo tu sinceridad te puedo confiar que Asher quizo hacer parecerle a la corte que su guerrero venía muy mal herido, cuando en realidad no era cierto. Asunto por demás sospechoso si el resto de la guardia murio antes de llegar.
Probablemente Siladrem tenga más detalle de la escolta que el embajador perdió en su camino a Aklerton; nos sería útil saber algo al respecto, sin embargo aún no se si este consejero de la reina sea de confianza.-
Pasa a la página siguiente
Avatar de Usuario
Baklands
Maestro superior del Kai
Mensajes: 810
Registrado: 29-Mar-2005, 20:50
Ubicación: Entre Kharé y Mampang

Mensaje por Baklands »

Sander Hokkton. Campamento del Segundo Escuadrón del Ejército de la Frontera de Analand.

Escucho a Ish decir:

-Antes de contestarte necesito saber si puedo confiar en tí, lo que te diga no debe saberlo nadie más ya que mi trabajo y hasta nuestras vidas pueden estar de por medio.

Y le contesto:

-Precisamente porque temo por nuestras vidas te lo estoy preguntando, y sabes que puedes confiar en mí. Lo que aquí se diga quedará entre nosotros. Por eso he querido acompañarte. Para poder hablar los dos solos sin que nadie nos escuche.

A continuación me cuenta cómo vió él las heridas de Nethruul, y mi semblante se torna un poco más serio.

¿Por qué querría lord Asher que su soldado pareciera más herido de lo que en realidad estaba?

...sin embargo aún no se si este consejero de la reina sea de confianza.


Mira Ish, para que veas que yo también confío en tí, te diré que me ha sido encomendada la misión de proteger a lord Asher, pero aún más todavía a ese consejero, así que debe ser alguien cercano a la reina, y por ende, de total confianza, así que por esa parte no creo que tengas ningún problema. Otra cosa será que él quiera hablar contigo, ahora que estás al servicio del briciano -le digo en tono jocoso, mientras tuerzo la boca en lo que intenta ser una media sonrisa.

Por otra parte, yo estoy muy preocupado con estos bricianos. Te he preguntado por las heridas de Nethruul, porque tengo la sensación de que es algo más de lo que aparenta. A decir verdad, he pensado que pudiera ser unos de esos Emisarios de la Luna, de los que se rumorea que son medio hombres, medio lobos, y cuyo culto a vuelto a renacer en Brice hace no mucho. Se dice que las heridas de estas mediobestias sanan y cicatrizan mucho más rápido que las de la gente normal. Por eso, al ver su pronta recuperación, su carácter desafiante y tener en cuenta su procedencia, he llegado a sospecharlo. Tal vez pienses que estoy un poco loco, pero es un tipo muy sospechoso y yo no quiero confiarme ni un ápice.

También he pensado, que para nuestra mayor seguridad, podríamos hacer las guardias nocturnas en parejas. Yo las haría con Nethruul, y tú con el consejero analandés, si él acepta hacer guardias, claro. Aunque a juzgar por el espadón que le han dado en el palacio, probablemente no tenga ningún reparo. De este modo, tú tendrás oportunidad de poder comentar con el consejero todo aquello que te parezca oportuno y yo tendré vigilado en todo momento a Nethruul. Y sobre todo, no hay que dejar que esos dos bricianos nos pillen desprevendidos en ningún momento.


¿Qué te parece mi idea? ¿Cuento con tu apoyo?
[b]Te envío a siete amigas mías, ¿vale?[/b] :smt083
Magnakai

Mensaje por Magnakai »

Siladrem Sinval.Campamento del Segundo Escuadrón del Ejército de la Frontera de Analand.


- Gracias

Me guardo el mensaje bajo los ropajes de mi túnica y antes de salir me agacho como para colocarme bien la bota.

- Comandante, si es posible y la escasez de hombres no se lo impide, nos sería de gran ayuda que nos siguiese a distancia sin ser visible, con un retraso de una hora más o menos uno de sus soldados de confianza y contactase conmigo en la noche de mañana, cuando estaré realizando la guardia nocturna.

Me levanto y camino hacia la tienda:

- Vamos, no hagamos que el embajador sospeche
Avatar de Usuario
phillix
Sabio
Mensajes: 587
Registrado: 28-Mar-2005, 3:46
Ubicación: Alamut, México.

Mensaje por phillix »

Ish Ksj. Campamento del Segundo Escuadrón del Ejército de la Frontera de Analand.

-Me parece perfecto hacer las guardias de esta manera. Y en cuanto e Nethruul, no sé si será lo que dices, pero si me pareció que cuando llegó al palacio ya le habían practicado un encantamiento de sanación... y si Asher fue el único otro sobreviviente, seguro que el embajador es un Brujo....


Pasan unos segundos de silencio

-¿Los Emisarios de la Luna Tienen algún lider? Si tus sospechas son ciertas no me extrañaría que Asher fuera algo más que un simple brujo embajador... ¿Qué más sabes de ellos?
Pasa a la página siguiente
Avatar de Usuario
Baklands
Maestro superior del Kai
Mensajes: 810
Registrado: 29-Mar-2005, 20:50
Ubicación: Entre Kharé y Mampang

Mensaje por Baklands »

Sander Hookton. Campamento del Segundo Escuadrón del Ejército de la Frontera de Analand.

-¿Los Emisarios de la Luna Tienen algún lider? Si tus sospechas son ciertas no me extrañaría que Asher fuera algo más que un simple brujo embajador... ¿Qué más sabes de ellos? - me pregunta Ish.

Sólo lo que cuentan las historias. Que influyerron y mucho en la segunda guerra de Ruddlestone, que son bricianos, que adoptan forma de lobos y que pueden llegar a ser realmente peligrosos. Lo demás creo que son exageraciones de la gente. Ya sabes lo que le gusta a todo el mundo adornar sus historias. De todas maneras, yo en las intrigas de este tipo no entro. A mí me interesa mantener mi pellejo y el de aquellos a los que tengo que custodiar a salvo. Por eso te digo que estés preparado y ojo avizor, no vayas a llevarte alguna sorpresa. Así que será mejor que veamos ese arco que quieres comprar.
[b]Te envío a siete amigas mías, ¿vale?[/b] :smt083
Lindelion

Mensaje por Lindelion »

Campamento del Segundo Escuadrón del Ejército de la Frontera de Analand.

- Comandante -dice Siladrem -, si es posible y la escasez de hombres no se lo impide, nos sería de gran ayuda que nos siguiese a distancia sin ser visible, con un retraso de una hora más o menos uno de sus soldados de confianza y contactase conmigo en la noche de mañana, cuando estaré realizando la guardia nocturna.

- Veré lo que puedo hacer - dice el comandante, caminando ya hacia la tienda.

Una vez en la tienda, Siladrem se queda maravillado de lo que encuentra en su interior. La lona resplandece a la luz del sol con un brillo color miel, dando luz al interior de la amplia estancia. Al fondo hay amontonados varios cojines alrededor de una mesa baja; sobre ellos ya se encuentran acomodados Asher y Nethruul. Hay varias armaduras laminadas expuestas por varias partes de la tienda, amén de un gran y ornamentado escritorio que ya quisieran tener los escribas de palacio. Cerca del escritorio hay un armero con algunas lanzas, y al lado se encuentra un mueble del que cuelgan varios utensilios, sobre todo candiles. Por último, al otro lado hay un confortable colchón. El comandante ha hecho de esta tienda su hogar.

- Puedes retirarte - le dice el comandante al soldado que ha acompañado al embajador.

Seguidamente, él y Siladrem se sientan alrededor de la mesa.

- ¿Qué tal vuestro viaje por tierras analandesas, embajador? Confío en que no esté siendo tan accidentada su vuelta como lo fue su ida - dice el comandante, sonriente.

- Desde luego que no, comandante - contesta Asher, sonriendo a su vez -. Cuando fui al palacio no tuve ocasión de disfrutar del paisaje del camino. Ahora sí he podido hacerlo. Es muy llamativa para mí la tranquilidad que se respira en esas lomas cubiertas de hierba, de altura tan escasa que el cielo domina la mayor parte de la vista. Mi país es mucho más rocoso.

Todos los presentes, excepto Nethruul, que permanece silencioso como siempre, siguen hablando durante un rato sobre temas banales y sin importancia, pues nadie quiere entrar en política ni en comparaciones.

Habiendo soltado todos los cumplidos y todas las frases insustanciales que suelen ser pronunciadas, unos en nombre de la hipocresía y otros en nombre de la prudencia, entre contertulios con muchos motivos para enfrentarse y pocos para congeniar, el comandante habla a los presentes del viaje.

- A unas tres jornadas de aquí, si siguen en dirección nornoroeste, podrán llegar a una posada llamada "La Buena Pitanza", donde podrán descansar - sugiere, y al mirar a Siladrem arquea una ceja -. Personalmente, les aconsejo viajar por la línea de la frontera entre Kakhabad y Lendleland hasta llegar a Mauristatia y rodearla por su parte occidental. Cierto es que corren peligro en Lendleland, pero el peligro no será menor si se adentran en Kakhabad. Nos han llegado noticias de que en los alrededores del lago Lumlé, y precisamente en las proximidades de las montañas de Cumbres Nubladas que rodean Mauristatia, está proliferando una extraña raza simiesca, que las Damas del Escudo tienen por maligna. Por ello, aconsejo la otra ruta, que aunque peligrosa, es conocida.

- Gracias por la información, comandante - dice Asher -. Lo tendremos muy en cuenta.

Todos se levantan dispuestos a proseguir el viaje.

Mientras tanto, Ish y Sander ya han pasado a la tienda del escriba; bastante austera, y donde abundan los pergaminos, algunos de ellos esparcidos tanto por el escritorio como por el suelo. Un escriba poco ordenado.

- Así que queréis un arco - dice el escriba, un hombre pequeño y barbudo, que recuerda a un enano pero nadie podría decir a ciencia cierta si se trata de eso o de un cruce entre enano y humano -. Bien, bien. Dos doblones de oro, por favor.
Avatar de Usuario
Baklands
Maestro superior del Kai
Mensajes: 810
Registrado: 29-Mar-2005, 20:50
Ubicación: Entre Kharé y Mampang

Mensaje por Baklands »

Sander Hookton. Campamento del Segundo Escuadrón del Ejército de la Frontera de Analand.

- Así que queréis un arco-dice el escriba-. Bien, bien. Dos doblones de oro, por favor.

Le hago una seña a Ish diciéndole que yo me encargo, y a continuación dirijo una dura y penetrante mirada hacia el escriba mientras le contesto:

-A ese precio quiero que el arco incluya un carcaj y un juego de 10 flechas, además de que el arco sea nuevo, sin ningún uso previo. Es más, aquí mi amigo quería un segundo juego de 10 flechas, así que te daremos 22 monedas de plata por todo el lote. Y por supuesto, no te vamos a pagar hasta que no veamos el arma y las flechas y comprobemos que su estado es excelente. ¿Aceptas el trato?
[b]Te envío a siete amigas mías, ¿vale?[/b] :smt083
Lindelion

Mensaje por Lindelion »

Planicies de hierba de Lendleland

Tras hacer negocios, Ish y Sander regresan junto a Siladrem y los bricianos, que ya están saliendo de la tienda del comandante. Pronto se encuentran viajando por las extensas planicies de hierba, típicas de Lendleland. El cielo domina la vista que tienen ante ellos, pues ni un solo árbol ni elevación del terreno les impide ver la línea del horizonte, por donde asoman, muy lejanas aún las Montañas de Cumbres Nubladas, frontera natural de Mauristatia. En ningún otro lugar del Viejo Mundo puede verse un panorama semejante; la sensación de inmensidad es muy grande cuando un cielo límpido y sin nubes te rodea por todas partes. Todo el terreno hasta donde alcanza la vista está cubierto por una hierba baja que brilla con el sol, dando la sensación de que el campo reluce como el oro en algunos puntos. No hay ningún peligro de emboscada ni de acecho, ya que cualquier jinete se vería a leguas de distancia si se acercara al grupo. Sin embargo, siguiendo el consejo del capitán, el grupo se desvía hacia el nordeste para acercarse a la frontera con Kakhabad, cerca de las Colinas de Shamutanti.

Siladrem mira preocupado hacia atrás cuando Nethruul y Asher no le ven, pues teme que estos vean al soldado analandés que supuestamente les estará siguiendo. En una de esos vistazos furtivos, Siladrem cree haber visto una figura en la lejanía, aunque no está seguro de que sea el soldado. En cualquier caso, más le vale no seguir mirando hacia atrás para no despertar las sospechas de los bricianos.

Han pasado cuatro horas cuando ya comienzan a dibujarse en el horizonte unas suaves lomas que indican que el grupo se está acercando a las Colinas de Shamutanti. También hay algún que otro árbol, y la hierba es más alta que antes, llegando casi por las rodillas. La noche cae y es momento de acampar. Sander señala la cima de una colina coronada por algunos árboles como el mejor lugar para levantar la tienda. La altura ayudará a las labores de vigilancia.

Mientras tanto, el grupo discute la forma en la que se organizará la vigilancia del campamento.

Imagen
Última edición por Lindelion el 01-Dic-2005, 10:46, editado 2 veces en total.
Responder