Mensaje
por Innominable » 23-Dic-2005, 20:41
A ver, mi opinión respecto a lo de los derechos de los traductores de Altea (la he dado ya unas cuantas veces, pero, bueno, una vez más).
Lo primero, Timun Mas no percibió gratis los derechos de LS. Timun pagó por publicar esas traducciones (lo que no sé es si hizo el pago a Santillana -más que probable- o a los mismos traductores). No vale con cambiar los nombres: un párrafo que sea clavado -o incluso parecido- a otro ya es un plagio.
Es posible que, ahora, estos derechos -los de la publicación en libro- pertenezcan, al menos los de los 5 primeros números, a Timun Mas. Pero no es lo mismo publicar en papel que en Internet. Así que, en Internet, es más que plausible que los autores de Altea conserven sus derechos originales. Si mal no recuerdo, cuando Brown contactó con Santillana, esto le dijeron.
Tal y como estaba planteado el PAE -de poca difusión-, se podría hacer esto de forma "ilegal".
Eso no quita que, algún día, Brown se llevara algún tirón de orejas de los traductores por hacerlo y que éstos le pidieran que lo quitaran. Pero poco más. Y, además, es improbable.
Pero el Aon es algo grande. Recibe visitas de todo el mundo y, es probable que la noticia de la publicación en internet llegara a oídos de los traductores.
Éstos son: Ana Bermejo, Alberto Martín, Guillermo Solana, María Pilar Martinez Caviró y Miguel Martínez-Lage (hablo de memoria, así que igual me ha patinado algún nombre o apellido). Bueno, pues, como mínimo: sé que el Martínez-Lage es traductor profesional, vive de esto, y no creo que se quedara de brazos cruzados al ver lo que hacen con un trabajo del que tiene los derechos.
¿Y qué tal quedaríamos si el Aon recibe un correo del traductor/de la traductora diciendo que él/ella se ha negado a difundir esos libros, rogándoles que lo quiten o que se verá obligado a denunciarles?
Imagino, que no se llegaría a más, pero, aún así, no quedaríamos muy bien, ¿verdad?
Y es que no quiero quedar aquí como el que más trabas pone, pero, oye, estas cosas se han de tener en cuenta.
En resumen, que si Brown accede a colgar en el Aon los libros, se puede encontrar problemas -e incluso, tal vez, el propio AON-. Y eso hay que estudiarlo, simplemente.
Vamos, que dados los detalles que AON está teniendo, lo mínimo que hay que hacer es tratar bien estas cuestiones.